Tensión a días de las PASO: en JxC olfatean una maniobra, mientras Massa busca evitar el voto bronca
La muerte de un militante de izquierda durante los incidentes en el Obelisco y la reacción del Frente de Izquierda y el kirchnerismo contra el Gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta elevó la tensión política en los días previos a las PASO, y mientras en algunos sectores de Juntos por el Cambio sospechan de posibles maniobras para influir en su interna, en Unión por la Patria Sergio Massa trata de esquivar un posible "voto bronca".
La noticia de la muerte de Facundo Morales, el activista que sufrió una descompensación mientras era detenido por la Policía de la Ciudad se sumó a la trágica muerte de Morena Domínguez, de 11 años, durante un robo en el municipio bonaerense de Lanús el pasado miércoles que llevó a todos los candidatos a suspender los actos de cierre de campaña y a un corte de vías que derivó en incidentes en Plaza Constitución, para terminar de configurar un escenario electoral oscuro.
En ese contexto, los espacios políticos que se encaminan a definir el domingo las candidaturas para las elecciones nacionales de octubre empezaron a moverse. Larreta y Massa dieron la impresión de hacerlo más en defensa propia de cara a los comicios, mientras que el resto de los actores dio señales de estar a la ofensiva.
En el caso del jefe de Gobierno, fue al respaldar el accionar de la policía frente a las acusaciones del Frente de Izquierda y sectores cercanos al kirchnerismo de generar "un clima represivo", además de responsabilizarlo por la muerte de Morales. En la alianza opositora empezó a correr la sospecha de que esos dos espacios políticos juegan en conjunto para intervenir en la interna con Patricia Bullrich, según deslizó una fuente del espacio a iProfesional.
Tensión política antes de las PASO: la sospecha que corre en JxC
Sobre las derivaciones políticas de la muerte del militante en el Obelisco, la lectura que se hizo en conversaciones reservadas entre algunos dirigentes es que "la izquierda es funcional al kirchnerismo" y está "interviniendo en la interna de Juntos indirectamente porque este quilombo favorece a Patricia".
En ese razonamiento, arriesgan como motivación de esa supuesta maniobra una hipótesis ya conocida, que el kirchnerismo "quiere a Pato en octubre y en noviembre" porque la ven "más derrotable" que Larreta, según la fuente consultada.
Tras la convocatoria de la Izquierda a marchar al Obelisco para pedir "justicia por Facundo Morales", las elucubraciones de ese tipo empezaron a correr a mayor velocidad.
Mientras tanto, Bullrich daba entrevistas en las que expresó su apoyo a Larreta para también dejó un mensaje de tono electoral apenas simulado al señalar que "cuando uno tiene una dirección clara, las cosas cambian".
A pesar de esas lecturas, el mensaje grabado que difundió Massa al filo de la finalización oficial de la campaña y el inicio de la veda electoral no dio señales de querer tallar en la interna Larreta-Bullrich. Más bien pareció tratar de atender la incertidumbre que se generó en apenas 48 sobre cuál será el humor de los votantes el próximo domingo.
Massa pone atención al "voto bronca" y la participación electoral
Massa habló en modo "cierre de campaña", a falta del acto que tenía previsto en La Plata y con un tono muy distinto, marcado por la delicadeza del momento. Tras expresar sus condolencias a la familia de Morena, hizo un repaso de todos los otros hechos disruptivos y, al mencionar lo ocurrido en la Ciudad, habló apenas de un "incidente en el Obelisco con un muerto".
De esta manera evitó sumarse a las críticas que algunos sectores que forman parte de Unión por la Patria (como la CTA) empezaron a destinarle a Larreta. En cambio, pareció tratar de evitar que el clima que se generó en los últimos días altere los ánimos de la sociedad de cara al domingo y derive en un "voto bronca" contra el oficialismo o un alto nivel de ausentismo.
"Estamos frente a un momento en el que tenemos que poner blanco sobre negro, y la política de seguridad no pueda estar sujeta al debate político-electoral. Debe ser una política de Estado", señaló, para tratar de que el caso de Morena y el de un hombre asesinado en Morón (también el jueves) no embarren todavía más el escenario para el domingo, que de pronto se le presenta incierto a los dos principales espacios políticos.
El candidato presidencial del oficialismo no dejó de lado la competencia electoral y remarcó que en los comicios del domingo "lo que se discute en el fondo son dos modelos de país", al tiempo que confrontó con la oposición: "No somos esa sociedad fracasada de la que hablan ellos. No somos un país de mierda".
No obstante, también puso mucho énfasis en el llamado a "ir a votar". Esa convocatoria estuvo lógicamente marcada por el discurso de campaña del oficialismo (al pedir que la gente vote para "defender a los jubilados" y su "derecho a la canasta de medicamentos que le quieren recortar", por ejemplo), pero el mensaje de fondo pareció apuntar a la participación de la ciudadanía.
En el oficialismo temen el efecto del "voto bronca" como consecuencia de la conmoción por el caso Morena que vuelve a poner sobre el tapete la inseguridad, pero también a la posibilidad de una baja participación electoral. Massa apuntó en ambas direcciones.