Qué dice el acuerdo energético que firmó Argentina con la UE para exportar hidrógeno verde, gas natural y GNL
La última gira del presidente Alberto Fernández estuvo concentrada en la cumbre de la CELAC y la Unión Europea. El epicentro de la visita fue Bruselas y la expectativa estaba puesta en destrabar el acuerdo entre la UE y el Mercosur. Las dudas sobre el futuro de ese pacto comercial se incrementaron cuando finalizó el encuentro birregional. Sin embargo el gobierno argentino firmó un documento de entendimiento con la UE en materia energética, cuyos detalles pasaron inadvertidos por la agenda política del evento que reunió a más de 40 jefes de Estado.
Para Fernández fue una despedida de sus pares europeos, que estarán atentos al resultado de las elecciones presidenciales de este año. Para los mandatarios del Viejo Continente la prspectiva sobre Argentina no sólo pasa por el signo del próximo gobierno, sino por la necesidad energética de Europa, cuyas administraciones buscan a toda velocidad fuentes de abastecimiento que les permita afrontar las consecuencias de la guerra en Ucrania y el corte de suministro de gas proveniente de Rusia. El documento es un memorando de entendimiento que fue rubricado por Fernández y su par de la Comisión Europea, Úrsula Von Der Leyen.
Según su contenido, al que accedió iProfesional, cuenta con 10 secciones que buscan establecer una hoja de ruta con "la intención de cooperar en energía". El alcance está enfocado en el desarrollo de hidrógeno y sus derivados (como el hidrógeno verde), energías renovables, eficiencia energética, gas natural y gas natural licuado (GNL).
En el capítulo sobre "promoción del hidrógeno, uso de energía renovable y de eficiencia energética", los firmantes acordaron "alentar a sus respectivas empresas de los sectores público y privado a cooperar con los medios para lograr los objetivos de energía limpia y combatir el cambio climático en tres áreas. Para el hidrógeno se comptometen a promoverlo "en varias aplicaciones como los procesos industriales, el transporte y el almacenamiento de energía".
Para la energía renovable, como la eólica, acordaron desarrollar "tecnologías de energía que sean seguras y sostenibles", junto a la "identificación de ideas innovadoras para incentivar y fomentar la expansión y el uso de energía renovable", por sobre todo para integrar ese suministro "en la red eléctrica y el desarrollo de la infraestructura eléctrica".
La sección tercera del documento se dedica a un tema clave para la argentina: el suministro estable y seguro de gas natural, precisamente lo que Europa perdió luego del comienzo de la guerra en Ucrania y la decisión del gobierno ruso de cortar la provisión de gas a través del gigante euroasiático Gazprom.
La letra chica y los interrogantes para el año que viene
Fernández y Von Der Leyen pactaron "cooperar en un período de transición a fin de propiciar un suministro estable de gas natural licuado (GNL) desde Argentina a la Unión Europea que sea consistente con sus respectivos objetivos de descarbonización de largo plazo, consistente con los objetivos del Acuerdo de Paris y de acuerdo al principio de precios de mercado, de conformidad con las leyes, las normas, las políticas y los procedimientos internos de cada participante". Este punto es uno de los que más perspectivas abre para la Argentina en este escenario global.
El memorando aclara que los objetivos son comprendidos sin afectar "las necesidades de consumo local de los mercados internos". Para eso alentarán "que los contratos que se celebren utilicen el estándar 2.0 de la Asociación de Metano de Petróleo y Gas de las Naciones Unidas (ONU) para medir, informar y verificar las emisiones de metano a lo largo de la cadena de suministro a la Unión Europea".
Por otra parte los firmantes "procurarán reducir las fugas de metano en la cadena de suministro de gas natural fósil al máximo nivel técnicamente viable, examinar nuevas tecnologías para reducir la quema y el venteo e integrar el metano recuperado en la cadena de suministro a fin de aumentar la eficiencia en el proceso de suministro de gas natural".
Respecto a la implementación del acuerdo, la Argentina y la UE se comprometieron a "esforzarse para apoyar y facilitar las inversiones necesarias para incrementar el comercio de energía, desarrollar localmente las industrias del hidrógeno, de las energías renovables y de eficiencia energética en los respectivos territorios como parte de las cadenas de valor sustentables; y trabajar juntos para lograr el progreso global en el despliegue de energías renovables y eficiencia energética en línea con el Acuerdo de Paris".
Las salvaguardas ambientales europeas
También se comprometieron a "desarrollar una hoja de ruta para alcanzar las aprobaciones gubernamentales y reglamentarias, así como para la inversión y los programas de cooperación públicos y privados en transición energética, incluyendo hidrógeno y eficiencia energética"; pero también establecer "un plan para el uso eficiente de la infraestructura a fin de acelerar la exportación y el embarque de GNL argentino a la Unión Europea".
Por otra parte acordaron "explorar posibilidades de aplicar la captura, la utilización y el secuestro de carbono en sectores de difíciles de abatir y ayudar en la creación de un plan para reducir las emisiones de la producción de gas natural según los estándares de mejores prácticas de la industria".
La sección cinco del pacto se enfoca en la sustentabilidad. A partir de este documento, tanto Argentina como la UE buscarán que "las futuras inversiones en proyectos o actividades desarrolladas cumplirán con las respectivas legislaciones ambientales relevantes en aplicación vinculadas a los sectores marino y terrestre, y sobre daño ambiental, como las referidas a degradación de la biodiversidad, con la adecuada inclusión de las preocupaciones sobre la protección, conservación y restauración de los sistemas de aguas y de los ecosistemas vinculados al agua".
En el sexto punto las dos partes "podrán consultarse mutuamente con miras a prevenir, en la medida que sea necesario, los riesgos físicos para la seguridad de la infraestructura de gas natural utilizada para el comercio y el transporte de gas natural" a través del Atlántico.
Con el objetivo de efectivizarlo, la sección siete establece reuniones "al menos una vez al año para monitorear la adecuada aplicación", con la posibiliad de "proponer reuniones de nivel ministerial para tratar temas estratégicos, incluidas las transiciones energéticas".
Para preservar las negociaciones, el memorandum aclara que "cualquier disputa que surja entre los firmantes vinculada a su aplicación se resolverá de manera amistosa mediante consulta mutua o la negociación de buena fe a través de los canales diplomáticos, y no se remitirá a ningún tribunal nacional o internacional ni a terceros para su resolución".
Si bien abre nuevas posibilidades, este texto aclara que no "crea obligaciones o compromisos jurídicamente vinculantes, ni obligaciones o compromisos financieros" y tampoco "implica una obligación de proveer fondos" por parte de los firmantes. De ese modo, el memo es rubricado por los gobiernos pero su desarrollo depende de las empresas privadas que operan en el sector.
El documento rije desde el 17 de julio y también cuenta con una clausula de confidencialidad donde los firmantes se comprometen a "intercambiar información generada durante la aplicación de este Memorandum", aunque "cada parte se compromete a no revelar a terceros información recibida de la otra , incluyendo cualquier información escrita u oral, sin el consentimiento previo por escrito de la otra".
El texto abre una puerta concreta de exportación de energía argentina hacia Europa en un momento clave, y cuando el país viene de poner en funcionamiento la primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner que comunica el yacimiento neuquino no convencional de Vaca Muerta con la localidad bonaerense de Saliqueló. Su futuro no es ajeno al resultado de las próximas elecciones, porque significará un examen para la próxima administración que resulte electa, sea del color político que sea.