Las elecciones en Chubut y otro cambio en el mapa político: ¿JxC puede armar su propia liga de gobernadores?
Con su victoria en las elecciones en Chubut Juntos por el Cambio (JxC) agrandó un poco más su estructura territorial al sumar tres nuevas provincias a los cuatro distritos que ya gobernaba, una realidad que le permite coquetear con el armado de una nueva liga de gobernadores a partir de diciembre que haga de contrapeso frente al colectivo de mandatarios peronistas.
El triunfo de Ignacio Torres sobre el oficialista Juan Pablo Luque en Chubut no solo es importante para la coalición opositora por darse dos semanas antes de las elecciones primarias (PASO) nacionales, sino porque además profundiza la transformación del mapa político del país, donde San Juan y San Luis también cambiaron ya oficialmente de color.
Mientras aviva la expectativa por su posible regreso al Gobierno nacional a partir de diciembre, la alianza que encabezan el PRO, la UCR y la Coalición Cívica ve que el cambio de signo político de las provincias opera a su favor y que todavía puede extenderse a Santa Fe y Chaco, si logra repetir el resultado de las primarias que se realizaron en esos distritos.
Este cambio es significativo para Juntos por el Cambio porque va más allá del resultado de las elecciones presidenciales. "Incluso si perdiéramos, que hoy parece difícil, estaríamos mucho más fuertes que hasta ahora", observó una fuente opositora ante iProfesional, ante la posibilidad de contar con una estructura de gobernadores más robusta.
No es un dato menor. Una mayor influencia a nivel federal implica más poder en el Congreso nacional -donde los gobernadores manejan votos propios- y más músculo para gobernar el país, si se diera ese caso, o bien para negociar y condicionar a la Casa Rosada, si le tocara seguir en la oposición.
Con el nuevo triunfo en las elecciones JxC anexa Chubut: ¿cómo sería su liga de gobernadores?
La "Liga de Gobernadores" es una marca registrada del peronismo. El conjunto de mandatarios de ese espacio político tuvo un rol protagónico en la crisis institucional de diciembre de 2001 y marcó el pulso opositor durante la última etapa del gobierno de Mauricio Macri. Bajo la gestión del presidente Alberto Fernández, volvió a mostrar su poder al empujar la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía y luego su candidatura presidencial.
Juntos por el Cambio puede tener ahora su propia liga. La consagración de Torres como nuevo gobernador de Chubut se suma a la de Marcelo Orrego en San Juan y la de Claudio Poggi en San Luis. Tres territorios que la alianza opositora le arrebató al peronismo, al tiempo que retuvo Jujuy con Carlos Sadir y se encamina a sostener Mendoza con Alfredo Cornejo, que ya ganó las PASO.
En la Ciudad de Buenos Aires, bastión del PRO desde 2007, la coalición también revalidará su poder, aunque resta definir si será de la mano de Jorge Macri o del radical Martín Lousteau, que se disputarán la candidatura a jefe de Gobierno en las PASO del 13 de agosto.
En cualquier caso, en lo que va del año electoral Juntos por el Cambio ya se aseguró una estructura de siete gobernadores (incluido el radical Gustavo Valdés en Corrientes, que no tiene elecciones ejecutivas hasta 2025) y aspira a que sean diez para diciembre, cuando asuma el nuevo Gobierno nacional.
El nuevo mapa político del país: las otras provincias en la mira de la oposición
La contundente victoria del frente opositor sobre el peronismo en las PASO de Santa Fe con más del 60% de los votos preparó el terreno para que Maximiliano Pullaro se convierta en el nuevo gobernador de esa provincia central para el tablero político el 10 de septiembre.
Algo similar ocurre en Chaco, donde Juntos por el Cambio se impuso en las PASO locales y dejó bien posicionado a Leandro Zdero, aunque el gobernador peronista Jorge Capitanich fue el candidato más votado individualmente. Con el escenario abierto, la oposición busca retener todos los votos de aquella primera instancia para dar el batacazo el 17 de septiembre.
En ese contexto, y con el nuevo envión que recibió en Chubut, la alianza opositora pone el ojo en Entre Ríos, que a diferencia de otras provincias celebra sus elecciones primarias y generales conjuntamente con las nacionales. La candidatura a gobernador se dirime entre Pedro Galimberti y Rogelio Frigerio, quien tiene el apoyo de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
Si cumpliera esas aspiraciones, Juntos por el Cambio pasaría a gobernar casi la mitad de los 24 distritos que conforman el territorio nacional y la clásica liga de gobernadores del PJ tendría un contrapeso importante. De acuerdo a las fuentes consultadas, la posibilidad de armar ese nuevo polo político se empieza a concretar aunque dependerá de otros factores. "La clave es la unidad", advierten.
La "unidad", factor determinante para el armado de una nueva liga
En esa potencial liga de gobernadores no peronista se ve un predominio notable de la UCR, en las figuras de Sadir (punto de Gerardo Morales), Cornejo, Valdés y, eventualmente, Pullaro y Zdero, pero también tendría presencia de dirigentes que provienen del peronismo, como es el caso de Orrego y de Poggi.
Por ello, la capacidad de mantener la unidad política de la alianza que permitió los recientes triunfos provinciales será central para terminar de darle forma a un polo de poder federal propio. Esto es más fácil de lograr siendo gobierno que siendo oposición, aunque en la coalición piensan que tienen buenos antecedentes en ese aspecto.
Hasta ahora el principal capital político de Juntos por el Cambio fue precisamente la capacidad del PRO, la UCR y la Coalición Cívica para seguir todos en el mismo bote a pesar de las rencillas internas y las diferencias de criterios. Para sorpresa de muchos, esa unidad se mantuvo luego de que les tocara enfrentar en 2019 al factor que suele alentar a la división política: la derrota.
Todas las veces que el fantasma de la ruptura los sobrevoló se destacaron los esfuerzos por ahuyentarlo y mantener la estructura original que nació en 2015. "La política es expectativa y nadie se baja de un espacio que tiene expectativa de ganar y gobernar", reflexionó un operador de la alianza opositora ante este medio, para graficar la situación de Juntos por el Cambio.
En ese sentido, el festejo de la oposición en Chubut dio una señal favorable con la foto que compartieron Larreta y Bullrich y el mensaje que dejaron de cara a la interna que los enfrenta por la candidatura presidencial del espacio y el tramo que quedará luego del 13 de agosto para definir el futuro del Gobierno nacional.
Las señales de Bullrich y Larreta en Chubut
Además de la foto junto a Torres que fue por sí misma una señal de unidad más allá de la interna, Larreta y Bullrich remarcaron este aspecto en sus discursos, aunque se destacó la señal de la ex ministra de Seguridad, que moderó su perfil intransigente y tuvo un gesto con su rival interno cuando se escucharon los cánticos de "Patricia presidente" en el búnker de Juntos por el Cambio.
"El 13 de agosto vamos a discutir con Larreta quién es presidente. Por ahora, vamos tranquilos. Ahora estamos acá apoyando a Nacho (Torres). El 13 veremos quién gana. Hoy vamos por otro camino, por el camino de la unidad", sostuvo Bullrich. Con la provincia como tópico, también invitó a Larreta a trabajar por Chubut "gane quien gane". Otro gesto.
A su turno, el también precandidato presidencial y jefe de Gobierno porteño señaló: "El cambio viene juntos, siempre juntos. Para ganarle al kirchnerismo y terminar con esta inflación que no está matando, que te come el bolsillo, vamos a estar juntos. Para terminar con la mafia de la droga, vamos a estar juntos. Así como estamos juntos en Chubut y les ganamos, así va a ser en toda la Argentina".
Los dos sectores de la coalición opositora preparan ahora el tramo final de la campaña para las PASO del 13 de agosto, mientras resuelven si habrá búnker compartido esa noche. Este tema puede influir en el clima interno de la coalición para encarar las generales de octubre y dar un panorama sobre qué tan fácil será preservar la unidad para la nueva etapa.