Sin debate ni foto de unidad, Larreta y Bullrich buscan evitar traspiés frente al kirchnerismo
La campaña para las elecciones primarias (PASO) empezó a calentarse y tanto Horacio Rodríguez Larreta como Patricia Bullrich saben que su pulseada por la candidatura presidencial de Juntos por el Cambio y sus diferencias pueden ser aprovechadas por el oficialismo, razón por la cual evitarán protagonizar un debate público en el que puedan darse errores no forzados, aunque tampoco prevén una "foto de unidad" que los desperfile en la interna.
En una carrera electoral que todas las encuestas pronostican pareja (con una diferencia a favor del frente opositor por abajo de los 4 puntos) ambos precandidatos presidenciales encaran un juego de equilibrio en el mes que resta para el 13 de agosto: diferenciarse entre ellos y a la vez no herirse tanto como para que Unión por la Patria pueda sacar alguna ventaja.
Sergio Massa ya salió a confrontar de manera directa con Bullrich, de quien recordó su pasado en la Juventud Peronista que adhería a Montoneros y su tránsito por distintos espacios políticos. Más allá de la decisión táctica de elegirla como rival para polarizar y pelearle votos de centro a Larreta, el candidato oficialista y ministro de Economía mostró disposición a jugar fuerte.
Bullrich aceptó el desafío y cruzó a Massa con el "120% de inflación" al tiempo que revalidó su rol de "dura" contra el kirchnerismo, mientras que Larreta eligió ningunear al candidato oficialista y remarcar su perfil "acuerdista" como método para resolver los problemas que preocupan a los votantes. Ambos se mantuvieron así en su juego.
Con ese mismo ánimo de ratificar la línea de sus respectivas campañas pero frente a un oficialismo decidido a meter una cuña en la interna opositora y explotar sus debilidades, Larreta y Bullrich decidieron no participar de ningún debate que se intente organizar entre ellos, según confirmaron fuentes de los equipos de campaña a iProfesional.
El acuerdo entre Larreta y Bullrich para evitar un debate que pueda afectar a JxC
"Vamos derecho a la general a debatir con el kirchnerismo", indicó a este medio una fuente de la mesa chica del jefe de Gobierno porteño, que confirmó así la decisión de no entrar en las polémicas que muchas veces les propone Bullrich (o al menos, que no sea Larreta el que la cruce sino otros, como fue el caso de la ministra de Educación, Soledad Acuña) y enfocar las críticas en el Gobierno.
No obstante, la decisión de no prestarse a un debate público antes de las primarias de agosto se tomó de forma conjunta. Hubo una reunión de los integrantes de las dos mesas de campaña -la de Larreta y la de Bullrich- en la que acordaron que no habrá careo entre ellos dos, señalaron a iProfesional.
Ambos se amparan en el hecho de que no están obligados por ley a debatir antes de las PASO. El Código Electoral dispone que la obligatoriedad de los debates presidenciales solo corre para los candidatos que superen el piso de votos de las primarias (1,5%), es decir, antes de las generales de octubre.
Ocurre que los programas noticiosos de televisión y diversas entidades suelen invitar a los precandidatos para participar de debates distintos a los que propone la legislación (en universidades públicas y transmitidos por la TV Pública) pero en los equipos de campaña de Larreta y de Bullrich piensan rechazar cualquier propuesta en ese sentido. Evalúan que cualquier escenario de ese tipo puede ser inconveniente.
Lo que intentan evitar es que en el intercambio de ideas frente a un público masivo se dé algún traspié que pueda afectar no solo a uno de los dos precandidatos, sino incluso a ambos y con ello a toda la alianza opositora de cara a las PASO, una instancia en la que uno de los factores centrales es el caudal de votos que obtiene cada fuerza. La encuesta más fiable para las generales.
La interna y el perfil de los candidatos: la "foto de unidad", lejos
Por otro lado, Larreta y Bullrich tampoco tienen previsto compartir una "foto de unidad" como la que protagonizaron el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Kirchner y Massa en la inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, en un intento por escenificar el fin de la interna que incluyó hasta a Juan Grabois, el rival del ministro para las PASO.
Las fuentes consultadas por este medio deslizaron que para ellos esa foto de Unión por la Patria "no tiene ningún valor" porque es un "Gobierno que fracasó" y desestimaron que Juntos por el Cambio necesite repetir una escena de ese tipo.
Más allá de que el clima tampoco es el mejor para un gesto de ese tipo (por estos días Larreta y Bullrich miran las PASO de Santa Fe donde apoyan a candidatos distintos que se enfrentan con duros términos) lo que intentan es evitar un encuentro que los desperfile ante el electorado opositor.
Ambos dieron muestras de poner por delante sus respectivos discursos y estilos de cara a la PASO en la que, ciertamente, quieren superar al oficialismo, pero sin olvidar que solo uno de ellos saldrá de esa instancia electoral como candidato a presidente.
Las diferencias a la vista, pero controladas
En los últimos días, Larreta buscó marcar diferencias con el estilo de Bullrich y viceversa. En una de las varias entrevistas que dio el jefe porteño, subrayó que su propuesta es "un camino distinto al de querer imponer los cambios a las trompadas" y que "todo empiece de cero", al tiempo que subrayó que la construcción política sobre "el ‘anti el anterior’" no funcionó nunca.
De esa forma intentó mostrar el contraste con la ex ministra de Seguridad, que había señalado que entre el "diálogo" con algunos sectores (donde se incluye obviamente al kirchnerismo y buena parte del peronismo) y el "conflicto", ella prefiere lo segundo. Es parte del discurso de "orden" y "firmeza" que viene orientando su campaña.
A su vez, Larreta marcó en reiteradas oportunidades que Massa hoy está con el kirchnerismo en un Gobierno que "fracasó" y Bullrich entró al intercambio de críticas y chicanas que le propuso el candidato oficialista -que es funcional a su propia campaña- y disparó: "En vez de perder el tiempo criticándome, ¿por qué no trata de resolver la inflación de 120 % anual, y sus consecuencias, que padecemos todos los argentinos?".
Además, no le huyó a la mención que hizo Massa sobre su pasado y reconoció que perteneció a "la Juventud Peronista" que "reivindicaba Montoneros" pero aclaró: "Soy una de las pocas argentinas que hizo una autocrítica clara sobre el mal que le hace la violencia a la política. Yo no reivindico la generación diezmada, todo lo contrario".
De esta manera los dos intentan marcar bien el perfil de sus respectivas campaña y diferenciarse pero, a la vez, evitar que la interna los desborde y les genere complicaciones ante un oficialismo que ya empezó a mostrarles los dientes a ambos.