Alquileres: oficialismo y oposición reeditan pelea por derogación de la ley y se abre un nuevo escenario
El conflicto en torno a la Ley de Alquileres, cuestionada por sus efectos en el mercado inmobiliario, volvió a la Cámara de Diputados en la primera sesión luego de dos meses de parálisis, con un nuevo intento de Juntos por el Cambio para tratar los proyectos que proponen su derogación que fue rechazado por la bancada oficialista del Frente de Todos.
No obstante, la pelea no quedó ahí. El principal interbloque opositor sorprendió con una moción presentada por el jefe del bloque UCR, Mario Negri, para votar el llamado a una sesión especial para el 23 de agosto, después de las elecciones primarias (PASO) con el fin de considerar todos los proyectos vinculados al tema alquileres, esto es, los de derogación y los de reforma.
El jefe del bloque oficialista, Germán Martínez, se opuso a esa propuesta y junto a sus compañeros de bancada se trenzó en una discusión técnica sobre la interpretación del reglamento de la Cámara baja. A la vista de que la sesión contemplaba otros temas -como el de los deudores de créditos UVA- y prometía ser extensa, Negri dejó en suspenso su moción.
Sin embargo, la bancada opositora mantuvo la presión al oficialismo para sesionar después de las PASO con el tema alquileres y decidió hacer el llamado a esa sesión a través de una nota con las firmas otros bloques a la presidencia de la Cámara , que quedará obligada a convocarla.
La disputa quedó así planteada y con ribetes político electorales que todavía no encuentran una solución al problema de fondo: la falta de oferta de inmuebles para alquilar, la disparada de los precios de base y la presión inflacionaria sobre la actualización de los contratos en curso.
Esa disputa pasa por el hecho de que Juntos por el Cambio tiene decidido forzar la convocatoria a una sesión especial para tratar un tema tan conflictivo como demorado mientras el Frente de Todos ve allí una "maniobra electoral" que busca poner al oficialismo en el lugar de quienes se oponen a encontrar a debatir una salida para el problema de los alquileres.
Ley de Alquileres: ¿qué hay detrás de la pelea en Diputados?
El telón de fondo de la pelea, en lo que respecta específicamente a la ley vigente, es que nadie tiene mayoría hasta ahora ni para modificar ni para derogar la norma. Cualquiera de esas opciones requiere de un acuerdo parlamentario que todavía está lejos y que se complica más con la campaña electoral de por medio. Es por ello que el oficialismo acusa a la oposición de hacer una maniobra con fines políticos.
La ley 27.551 que se impulsó en 2019 y se aprobó en 2020 establece a grandes rasgos un plazo de dos años para los contratos de alquiler para vivienda, con una actualización anual del precio en base a la combinación del índice de variación salarial (RIPTE) y de inflación (IPC).
Entre las fuertes críticas de las inmobiliarias, la defensa por parte de la entidad Inquilinos Agrupados y los problemas que acusan otros inquilinos, los diputados dieron a luz dos proyectos que están en condiciones de llegar al recinto pero que no se ponen a votación precisamente por la falta de consenso.
El de la oposición propone volver a los contratos de dos años, con un ajuste que puede ser semestral o anual según lo acuerden las partes y plantea beneficios fiscales para los propietarios, con el fin de incentivar la oferta. El del oficialismo, en cambio, deja el marco normativo como está y solo plantea beneficios impositivos, similares a los del otro proyecto.
Con el correr de los meses se acumularon numerosos proyectos alternativos que plantean distintos cambios a la norma vigente o, directamente, su derogación a la espera de poder darle forma a una nueva ley, pero ninguno tiene dictamen de comisión.
A ese entuerto se le suma ahora la campaña electoral. Cada espacio busca atender su juego (con acusaciones cruzadas sobre quién "defiende a las inmobiliarias" y quién "defiende a los inquilinos") y que dificulta todavía más el acuerdo para una solución. Por ello, la convocatoria a una sesión para tratar el tema podría forzar el debate pero, por el momento, no adelanta una salida al problema.
El planteo de la oposición y el rechazo del oficialismo
Durante la sesión, la avanzada de Juntos por el Cambio la inició Hernán Lombardi, quien reclamó tratar sobre tablas la derogación de la ley vigente. "A tres años de la vigencia de la ley hay valores que subieron hasta el 600%. Los inquilinos están sufriendo porque no hay oferta. Es una ley que no funcionó", argumentó.
Martínez se encargó de responder por el Frente de Todos. "Somos conscientes de los problemas. Pero lo que no vamos a dejar en un momento de dificultades es que sean los inquilinos los que vayan a una negociación bilateral inevitablemente asimétrica", sostuvo el diputado, al tiempo que recordó que el proyecto de derogación "no tiene dictamen".
La moción requería una mayoría de tres cuartos de los presentes para ser aprobada, por lo que el voto en contra del oficialismo determinó su rechazo. Sin embargo, la discusión siguió. El diputado Luis Di Giacomo (Juntos Somos Río Negro) acusó a la oposición de realizar una "burda maniobra electoral" y Myriam Bregman (Frente de Izquierda) de querer "dejarle las manos libres al mercado inmobiliario".
Fue entonces cuando Negri propuso dar "una señal fuerte" a quienes esperan una solución para el tema de los alquileres y propuso que la Cámara vote "la convocatoria a una sesión especial para el día 23 de agosto, o sea una semana posterior a las PASO, a los efectos de considerar" todos los proyectos vinculados a la Ley de Alquileres.
La presión de Juntos por el Cambio para una nueva sesión
Sin embargo, Martínez le recordó que de acuerdo al reglamento de la Cámara baja la convocatoria a una sesión especial se puede hacer con la firma de 10 diputados. "El diputado Negri puede hoy mismo presentar un pedido de sesión especial", agregó.
Se abrió entonces una discusión sobre la interpretación del reglamento, ajena al problema de fondo y relacionada más con las diferencias entre ambos espacios y el clima beligerante de la campaña electoral. La oficialista Paula Penacca sostuvo que "el único objetivo" de la oposición es "poder blandir luego quiénes votaron a favor y quiénes en contra de la moción" para llamar a una sesión.
La diputada Silvia Lospennato, una de las espadas parlamentarias más afiladas de Juntos por el Cambio, propuso entonces una discusión fuera del recinto entre los presidentes de bloque para buscar un acuerdo para llamar a una sesión especial. Con esa negociación abierta, Negri postergó la votación de su moción por unas horas.
Sin embargo, no hubo acuerdo con el oficialismo y Juntos por el Cambio consiguió el apoyo de otras bancadas para llamar a sesión especial para el 23 de agosto, sin la anuencia del Frente de Todos.
"Invitamos al Frente de Todos si quieren firmar la nota así todos los argentinos saben que ese día vamos a estar tratando este tema", chuicaneó Negri.