El FMI monitorea el conflictivo escenario político y pone la lupa sobre Massa: por qué es clave la definición de su candidatura
Funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) siguen con suma atención la dinámica política en Argentina, que en las últimas horas se ha recalentado en medio de las tensiones en la provincia de Jujuy que terminaron involucrando a las máximas autoridades del oficialismo y de la oposición.
Desde Washington, además, están muy atentos a las candidaturas que se oficialicen en las próximas horas en el peronismo. Sobre todo, la posibilidad de que Sergio Massa sea el precandidato presidencial nominado por la vicepresidenta Cristina Kirchner. Algo que, a menos de 72 horas de la inscripción formal de las fórmulas, seguía siendo la principal incógnita.
Una fuente inobjetable, con llegada al staff del organismo, cuenta a iProfesional que "el FMI va a tomar nota de los últimos sucesos del conflicto político en Jujuy", en donde el protagonista es Gerardo Morales, muy probablemente el precandidato a vicepresidente de Horacio Rodríguez Larreta.
El hecho de que tanto Cristina Kirchner como el propio Alberto Fernández se hayan involucrado en la pelea política, por las responsabilidades del intento de ataque a la Legislatura provincial y la represión policial, le dio a la cuestión un impacto especial. De ahí que desde Washington tienen su mirada puesta en esa dinámica, que se da en la previa a las definiciones de las candidaturas rumbo a las PASO de agosto, y a las presidenciales de octubre.
A la espera de la definición de Massa
La decisión sobre la posible candidatura del ministro de Economía se lleva toda la atención en el edificio del FMI. Y no solamente ahí. También entre los bancos y los principales fondos de Wall Street que operan con los bonos de la deuda argentinos.
La posibilidad de que el ministro sea el precandidato del oficialismo, en competencia con Daniel Scioli, recién se conocerá en las próximas horas.
La expectativa es lógica: en la plana mayor del Fondo quieren saber si el actual negociador y referente del país se convertirá, también, en el principal precandidato presidencial por el oficialismo.
"Si Massa no es el candidato elegido por Cristina, no habría con quién hablar. ¿Acaso el ministro tendría la capacidad de dirigir la transición hasta el próximo 10 de diciembre?", se pregunta la fuente que acepta el diálogo con iProfesional.
Eso no quita que le reste todo el respaldo en lo inmediato, aclara el mismo interlocutor. Lo más probable, lo que incluso aguarda gran parte del mercado financiero, es que el Fondo Monetario acceda a refinanciar una parte de los próximos vencimientos, a pesar del incumplimiento de las metas firmadas.
La chance más probable es que el Gobierno acceda a unos u$s7.000 millones, que corresponden a los vencimientos entre este mes y septiembre. Lo que se desconoce, además, es si ese dinero llegaría ahora -todo junto- o si a medida que caigan los vencimientos. La lógica es que sea en cómodas cuotas, dicen los analistas.
¿Habrá desembolso adicional para intervenir en el mercado?
Lo que hasta hace algunos meses aparecía como una probabilidad -que el FMI flexibilice su postura por el grave impacto de la sequía y envíe a la Argentina recursos adicionales para compensar la pérdida de u$s20.000 millones por el shock climático-, ahora quedó prácticamente descartado. Lo admiten incluso en el equipo económico.
Héctor Torres, ex representante de la Argentina ante el FMI, un conocedor de los pasillos del organismo, es tajante en su opinión: "Así Massa sea candidato o no, no creo que el Directorio del Fondo desembolse fondos frescos", dice ante una consulta de iProfesional.
"Si adelanta dinero, seguramente será menos de lo que le pidió el Gobierno. No van a dar plata para evitar devaluación, sino a lo sumo para controlar la situación, que de por sí ya es muy complicada", concluyó.
Hay una cuestión clave: de ninguna manera el Fondo Monetario incrementará su exposición en el país, que es la más elevada del mundo, y excede su cuota como socio del organismo. De hecho, Argentina abona una sobretasa en sus cuotas por culpa de ese exceso.
Lo más complicado, visto desde Washington, es que el staff del organismo apruebe una operación de ese tipo cuando la Argentina llega a esta instancia con todos los objetivos incumplidos.
Tampoco el FMI le otorgará al Gobierno dólares frescos para intervenir en el mercado ni para importar mercadería. La postura más probable es que la Argentina siga con un plan propio para conseguir divisas.
La duda persiste: ¿alcanzan los dólares?
La refinanciación automática de los vencimientos de la deuda con el Fondo no le asegura al país que los dólares que quedan en el Banco Central alcancen para evitar una devaluación disruptiva.
El acuerdo con China, para ampliar el swap de monedas, le permite al Gobierno un mayor caudal de importaciones desde ese país. Pero nada más.