Cristina Kirchner moldea la campaña oficialista con Jujuy en la mira y el fantasma de 2001 como consigna
El grave conflicto por la reforma constitucional de Jujuy se nacionalizó por efecto de la propia dinámica de la campaña electoral y Cristina Kirchner se metió a jugar de lleno con fuertes críticas al gobernador radical Gerardo Morales que evocan la trágica represión durante la crisis de 2001 y adelantan la estrategia del oficialismo contra una oposición que parece mejor parada de cara a las elecciones presidenciales.
Antes del acto que cerró en Santa Cruz la semana pasada, la vicepresidenta había optado por las publicaciones esporádicas en Twitter, pero los enfrentamientos entre policía y manifestantes en Jujuy y la acusación de Morales y de todo Juntos por el Cambio contra el kirchnerismo por las protestas y piquetes la llevaron a tomar un rol más activo.
Durante dos días seguidos Cristina Kirchner arremetió contra el mandatario jujeño, figura nacional de la alianza opositora, y además de defender a su espacio político de las acusaciones aprovechó para comparar el conflicto de la provincia con la crisis de 2001 que derrumbó al gobierno de la Alianza.
La dirigente ya había hecho comparaciones de ese tipo en apariciones anteriores pero ahora, cuando el conflicto en la provincia gobernada por la oposición se cuela en la definición de candidaturas y el inicio formal de la campaña para las PASO, la idea se extiende a distintas terminales del frente Unión por la Patria y le da forma a un discurso de campaña.
Cristina Kirchner mira Jujuy y orienta la campaña del oficialismo bajo el fantasma de 2001
"Las escenas de la represión en la provincia de Jujuy, transmitidas en vivo por la televisión, nos remitieron por instantes a las que vivimos en aquel diciembre del 2001", afirmó Cristina Kirchner el martes por la noche, luego de los episodios de violencia por los que oficialismo y oposición se cruzan acusaciones.
La dirigente también señaló que "el mismo gobernador que hoy ordenaba la represión en Jujuy era un alto funcionario de aquel Gobierno de la primera Alianza que establecía el Estado de Sitio y fue responsable de aquellas muertes".
El señalamiento hace juego con otros que viene repitiendo desde el acto que encabezó en abril en el Teatro Argentino de La Plata, donde también recordó al gobierno del ex presidente Fernando de la Rúa y apuntó a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, los presidenciables con más chances de la oposición, por su paso por el PAMI y el Ministerio de Trabajo de aquella gestión.
La nueva comparación de Cristina Kirchner, con las imágenes del conflicto que se desarrolla en Jujuy como telón de fondo, le da al oficialismo una oportunidad de unificar un discurso en medio de la interna que los divide en las horas previas al cierre de listas, bajo una consigna que fue de alguna manera resumida por el dirigente Juan Grabois: "Vuelve la Alianza".
Partido por su interna, Unión por la Patria ensaya un discurso común
Grabois se expresó así en las redes sociales, donde también mezcló la comparación entre Juntos por el Cambio y la Alianza con un vaticinio electoral al afirmar que "la verdadera disputa va a ser entre la alianza que hambreó al pueblo, cambió democracia por estado de sitio y asesinó compatriotas; y la generación que nació luchando contra ellos, unió su destino a los excluidos y siempre militó para reconstruir el país roto que nos dejaron".
Por la ventana que poco a poco fue abriendo Cristina Kirchner con sus alusiones también entró el diputado Eduardo Valdés al advertir que si la oposición gana las elecciones podría haber "convulsión social" como la que se da en Jujuy, contra la cual solo el peronismo ofrece garantías, según deslizó.
Y mientras el ministro de Economía, Sergio Massa, se mantiene distante del conflicto que involucra a un viejo conocido como es Morales, su esposa y titular de AySA, Malena Galmarini, también se plegó a la línea discursiva general al afirmar: "Te ofrecen orden y te dan represión. Te ofrecen libertad y te dan ajuste. Esto son de verdad".
Pero si algo terminó de confirmar que el oficialista Unión por la Patria (ex Frente de Todos) moldea su discurso para la campaña nacional con el caso de Jujuy, fue la palabra del presidente Alberto Fernández, que le pidió a Morales "que no utilice al pueblo jujeño como el banco de prueba de la represión y el saqueo que determinados sectores políticos pretenden llevar adelante".
Cristina Kirchner sube el tono contra Morales: ¿en qué se apoyan sus críticas?
La línea argumental del oficialismo es que la reforma que se aprobó en Jujuy limita el derecho a peticionar y manifestarse con el fin de imponer un modelo económico -en el que la explotación del litio juega un papel central- que solo puede llevarse a cabo con represión, como infinidad de veces sostuvo Cristina Kirchner.
Para el oficialismo, Jujuy sería lo que le espera al país si gana las elecciones Juntos por el Cambio, que hoy parte como favorito en todas las encuestas. Las comparaciones y los señalamientos que surgen de Unión por la Patria perfilan una especie de "nuevo 2001".
Sin embargo, el discurso se apoya en los planteos que empezaron a realizar organismos internacionales. Este miércoles, Cristina Kirchner volvió a la carga contra Morales al citar la carta que le fue enviada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El organismo expresó su "preocupación" por "la gestión de las recientes manifestaciones por parte de las fuerzas de seguridad, así como por algunas de las disposiciones del texto de reforma constitucional provincial aprobado".
Esto se sumó al comunicado que emitió Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y que señaló que "Argentina debe respetar estándares de uso de la fuerza provincial durante las protestas en Jujuy", algo que también fue remarcado por la vicepresidenta.
"¿Qué más necesita para admitir su responsabilidad y actuar en consecuencia?", le lanzó Cristina Kirchner a Morales y, tras remarcar el pedido de "hacer un llamado al diálogo constructivo" del Alto Comisionado, agregó: "Deje de hacer el ridículo echándole la culpa a los demás de lo que sucede en Jujuy. Usted es el primer y gran responsable".
En espejo, Juntos por el Cambio también cierra filas: el inicio de una campaña caliente
La crisis en Jujuy también unifica el discurso de Juntos por el Cambio, el cual además de defender la gestión de Morales y el accionar de la policía provincial frente a los cortes de ruta y las protestas refuerza la advertencia que repiten hace meses sobre la "conflictividad" que, según ellos, generará el kirchnerismo si el frente opositor pasa a ser Gobierno.
Morales se brinda a la coalición como ejemplo de la "resistencia" a la "violencia política" que todos los referentes nacionales de la coalición empezaron a atribuirle al kirchnerismo y que se repetirá "a partir del 10 de diciembre", como señalaron tanto Rodríguez Larreta como Bullrich.
El gobernador dejó trascender que entre los más de 50 detenidos en los incidentes del pasado martes había gente "de Buenos Aires" y varios con antecedentes penales. "Muchos venidos de afuera", afirmó Morales al tiempo que criticó al oficialismo porque "están desacreditando el accionar de la Policía cuando están intentando quemar la Legislatura".
"El gobierno nacional está agitando. Los responsabilizo a Alberto Fernández y a Cristina Fernández. Les reparten plata", lanzó el jujeño, al tiempo que los acusó a ambos de "avalar la toma de la Legislatura" como "hicieron Trump y Bolsonaro".
Así, entre comparaciones ingratas y acusaciones cruzadas, Unión por la Patria y Juntos por el Cambio suben la temperatura de la disputa política en las horas previas al inicio oficial de la campaña para las elecciones primarias (PASO) nacionales de agosto.
Un conflicto nacional: la advertencia de Fernández y la respuesta de Morales
El carácter nacional que adquirió el conflicto en Jujuy se vio también en las movilizaciones que gremios cercanos al kirchnerismo como la CTA realizaron en la Ciudad de Buenos Aires este miércoles para repudiar la reforma de la Constitución provincial y la represión.
La CGT y los gobernadores del PJ también se metieron en la discusión. Así, a pesar de las pulseadas internas por la estrategia electoral y las candidaturas, el peronismo se muestra alineado en un momento clave como es el inicio de la campaña al tiempo que se despega de los convencionales constituyentes del PJ jujeño que votaron a favor de la reforma. Empezaron a pedir que sean expulsados del partido.
Alberto Fernández aportó lo que faltaba a la nacionalizacion de la pelea al condenar públicamente "la violencia estatal sucedida en Jujuy es inadmisible" y anunciar que instruyó al Ministerio de Justicia para que "analice y eventualmente promueva las acciones de inconstitucionalidad de los artículos de la reforma" de la carta magna de Jujuy que "violan la Constitución Nacional y los tratados internacionales".
Morales no se quedó callado y lanzó: "Presidente Alberto Fernández, sus mentiras son groseras". Tras copiar el texto de la nueva Constitución provincial, remarcó: "Nadie que se manifieste y proteste pacíficamente está en problemas en Jujuy. Solo los violentos y los delincuentes se tienen que preocupar. El pueblo jujeño le dijo basta a la violencia en 2015".