Semana decisiva para las ambiciones de Massa: inflación, dólar y FMI condicionarán su futuro político
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Este miércoles que viene será un día muy especial para Sergio Massa. Una jornada que, cuando asumió en el Palacio de Hacienda allá por agosto del año pasado, la pensó bien diferente. Acaso como un protagonista indiscutido dentro del peronismo rumbo a las presidenciales. Ya está visto que no se dio así. Ahora, llegó el momento de las definiciones en el nuevo escenario.
Lo que está claro es que el ministro jugará a fondo. Con audacia, especialmente tras el día sábado, en el que confirmó que dará pelea en las próximas elecciones presidenciales. En ese sentido, él mismo se considera como el mejor aprendiz de Néstor Kirchner, a quien rara vez invoca, al contrario de sus dos socios en la coalición gobernante: Cristina Kirchner y Alberto Fernández.
Esta misma semana empezará a jugarse ese futuro que Massa imaginó más allanado, no sin los cuestionamientos no sólo de una parte del peronismo -encarnado por Daniel Scioli-, sino de una porción importante de la sociedad, que sufre la aceleración inflacionaria y la incertidumbre por la situación cambiaria.
El ministro viene trabajando arduamente en la construcción de una candidatura presidencial, que sólo puede marchitarse a causa de que la inflación se empecinó en consolidarse arriba del 8% mensual, el doble de lo que imaginó a fines del año pasado.
Súper miércoles: llega el dato de inflación
A las cuatro de la tarde, este miércoles el INDEC dará a conocer la inflación de mayo. Gracias a la estabilidad del precio de la carne vacuna y del pollo, el índice podría dar por detrás del 8,4% de abril. En ese sentido, desde el entorno del ministro se entusiasman con poder anunciar una cifra que arranque con "7".
Sería un pequeño aliciente para el ministro en un contexto económico muy complicado, con la falta de dólares sin poder resolverse y una negociación con el Fondo Monetario que se viene extendiendo más allá de lo que quisiera.
A esta altura, que el IPC quede unas décimas por debajo del récord de abril será apenas un alivio para una gestión económica muy presionada por la falta de divisas. Por delante, no hay mucho por mejorar: la semana pasada quedó expuesto que, en términos de oferta de dólares, se aproximan meses muy complicados, como suele suceder en la Argentina.
Lo diferente, esta vez, es que el Banco Central no logró atesorar billetes verdes durante los meses "de oro". La sequía, implacable, dejó a la Argentina sin u$s20.000 millones que son imposibles de compensar.
De todas formas, si finalmente el IPC da más cerca de 8% que del 9% que pronosticaron las consultoras, para Massa sería un paso adelante. Por primera vez en el año.
Massa y su definición política
Este miércoles, a su vez, también habrá definiciones sobre el próximo escenario electoral. Cierra el plazo para inscribir a los frentes políticos. Serán momentos de suma tensión en el oficialismo y también en la oposición.
Antes del fin de semana, la jefa de Diputados, Cecilia Moreau, acaso la dirigente más cercana al ministro, dejó trascender en una entrevista radial el "hartazgo" de Massa por las tensiones políticas en el oficialismo y no descartó una renuncia al Ministerio.
Sin embargo, este sábado, el propio Massa volvió a insistir con la necesidad de que haya "un candidato de unidad" en el Frente de Todos, pero advirtió que "si se decide que haya PASO" su espacio político va "a estar".
"Creo que lo mejor para la Argentina y el Frente de Todos es la unidad, pero si se decide que haya PASO anótennos en las PASO. Ahí vamos a estar", desafió Massa al cerrar el Congreso del Frente Renovador en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas.
A cuatro día de que se cumpla la fecha límite para la presentación de las alianzas electorales, el funcionario nacional le envió un mensaje a sus compañeros del Frente de Todos: "Nosotros no extorsionamos, no presionamos, nosotros damos nuestra opinión como dirigentes políticos".
En el mientras tanto, el ministro está urgido a llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario. No es que no lo quiera; al contrario. Es el staff del FMI quien ha decidido enfriar las negociaciones.
Las indefiniciones del FMI
Mientras aún permanecía en China, en el equipo económico estaban convencidos que los aguardaba un urgente viaje a Washington. No fue así.
El staff del Fondo Monetario decidió enlentecer las negociaciones. Tanto Massa como Alberto Fernández hicieron gestiones ante la Casa Blanca en un intento por abrochar un nuevo acuerdo de manera urgente.
No hay demasiado tiempo. En diez días, la Argentina debería transferirle al organismo u$s2.700 millones por un par de vencimientos.
El ministro intentará cerrar un acuerdo para que el FMI adelante los desembolsos previstos para el segundo semestre del año, por más de u$s10.000 millones. Lo complicado es que el staff del organismo apruebe una operación de ese tipo cuando la Argentina llega a esta instancia con todos los objetivos incumplidos.
En bancos y fondos de inversión que siguen de cerca estas negociaciones también admiten las dificultades.
La refinanciación automática de los vencimientos de la deuda con el Fondo no le asegura al país que los dólares que quedan en el Banco Central alcancen para evitar una devaluación disruptiva.
El acuerdo con China, para ampliar el swap de monedas, le permite al Gobierno un mayor caudal de importaciones desde ese país. Pero nada más.