Larreta y Bullrich dan una señal de unidad y ordenan la interna para evitar sorpresas: ¿qué hay detrás del acuerdo?
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El acuerdo de los precandidatos presidenciales de Juntos por el Cambio Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich sobre las candidaturas en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires se plasmó en un comunicado que dice más que lo que está escrito y donde el objetivo central fue enviar una señal clara de unidad frente al estancamiento que empezaron a ver en algunas encuestas.
La decisión se tomó durante una nueva reunión que mantuvieron ambos junto al ex presidente Mauricio Macri y la diputada María Eugenial Vidal. Estos encuentros se volvieron más periódicos por la necesidad de ordenar la estrategia del PRO, cuya interna arrastra directa o indirectamente a toda la alianza opositora.
El anuncio de que las dos figuras centrales del PRO acordaron definir por una encuesta al candidato único del partido para jefe de Gobierno porteño y llevar ambos un postulante propio a gobernador bonaerense para las PASO de agosto es un claro ordenador, principalmente por ser dos distritos estratégicos para la carrera nacional.
Pero el aspecto más importante fue que el comunicado salió con las únicas firmas de ellos dos. Solo Larreta y Bullrich, ni Macri ni Vidal. Fuentes del partido confirmaron a iProfesional que se buscó enviar una señal contundente de unidad que "se ponga por arriba del ruido político" generado por la interna que mantiene en vilo a la alianza opositora, pero también sirva para clarificarle el panorama al electorado.
Larreta, Bullrich y una unidad más concreta para recuperar terreno
Por si ese gesto no fuera suficiente, en el primer ítem del comunicado conjunto Larreta y Bullrich señalaron que sus equipos de campaña "avanzarán juntos en temas operativos como fiscalización de la elección y boletas". Es otro aspecto central porque implica que, a pesar de la competencia en las PASO, no trabajarán cada cual por su lado.
El mensaje no es solo hacia adentro de la coalición sino también hacia afuera. Distintas consultoras empezaron a mostrar un estancamiento e incluso un retroceso en la intención de voto de Juntos por el Cambio a partir de las dificultades para contener la tensión entre el sector del jefe de Gobierno porteño y el de la ex ministra de Seguridad que, combinado con el crecimiento del libertario Javier Milei, se tornó peligroso de cara a las elecciones.
Por ello se presentó como un acuerdo, esencialmente, entre los dos precandidatos presidenciales, más que de todo el partido. Larreta y Bullrich dan así la señal de que el PRO jugará en equipo más allá de la pulseada electoral que los divide y de que el armado pasará por ellos dos por ser las figuras excluyentes, algo que les da cierta independencia respecto de Macri.
La foto del beso de Larreta a Bullrich en el lanzamiento de la campaña de Juntos por el Cambio en Córdoba intentó ser un gesto de distensión, pero sin un acuerdo en torno a la estrategia para encarar una elección nacional que se estima "de tercios" -entre la alianza opositora, el Gobierno y Milei como figura disruptiva- solo era una foto. Ambos pasan ahora a lo más concreto: la parte operativa de una campaña electoral.
El acuerdo del PRO para la Ciudad: Vidal queda afuera
La Ciudad es el corazón de la interna del PRO, por ser el único distrito que gobierna, por ser la cuna del partido y por tener hoy al frente a uno de los precandidatos presidenciales. El apoyo de Macri y Bullrich en conjunto a Jorge Macri y el de Larreta a su ministro de Salud, Fernán Quirós, era uno de los requisitos principales para ordenar la interna a nivel nacional.
Al comunicar que "tanto Jorge Macri como Fernan Quirós están de acuerdo" con elegir al precandidato del PRO mediante encuestas la cúpula del partido confirmó que será uno de ellos dos y canceló, implícitamente, la posibilidad de que surja Vidal como figura de consenso.
Así lo señalaron a iProfesional fuentes del PRO porteño que remarcaron, además, que hay confianza en la metodología que se usará y en el resultado de esos sondeos. Y es que con esto se evita una competencia abierta que divida el voto amarillo frente al radical Martín Lousteau sin que ninguno de los dos sectores tenga que bajar a su alfil, lo que sería leído como una señal de debilidad. A fin de mes se develará el nombre.
El acuerdo para la Provincia tiene sus propias particularidades, aunque la decisión de que Larreta y Bullrich lleven cada uno un precandidato a gobernador simplifica el armado de Juntos por el Cambio en el distrito que concentra el 37% del electorado nacional.
El acuerdo en la Provincia: ¿qué pasará en los municipios y como queda la UCR?
Larreta se presentará a las PASO con Diego Santilli como precandidato a gobernador, en tanto que Bullrich deberá elegir entre Cristian Ritondo, Joaquín de la Torre y Javier Iguacel.
En ese esquema, la UCR necesitaría mantener a Gerardo Morales en la carrera por la candidatura presidencial para presentar un postulante bonaerense con chances de dar pelea en las PASO a los contendientes del PRO, que contarán con el arrastre de los dos presidenciables.
De no darse esa situación, al radicalismo le quedaría como alternativa acordar con Bullrich para enganchar a un candidato a gobernador de su boleta. Las fuentes consultadas aclaran que por ahora no hay nada conversado en ese sentido aunque repiten que "falta mucho". En la Provincia hoy corren por la UCR el diputado Martín Tetaz y el líder del partido, Maximiliano Abad.
Además, el acuerdo bonaerense alcanza a los municipios. Durante la reunión de los jerarcas del PRO se decidió evitar que haya PASO en los distritos donde el intendente es de Juntos por el Cambio y limitarse, si se puede, a dos precandidatos en los lugares donde son oposición.
Las encuestas y el temor a una caída, detrás de la tregua
En las últimas semanas todos los dirigentes de Juntos por el Cambio tomaron nota de las encuestas que les muestran un estancamiento de su potencia electoral desde diciembre de 2022 hasta hoy, algo que se dio en medio de la aguda crisis económica que complica las chances del Frente de Todos. La alarma obligó a encontrar un acuerdo y empezar a mostrar unidad aunque la interna sea más dura por lo bajo.
Una reciente encuesta de la consultora Fixer indicó que "Juntos por el Cambio bajó de 38% en marzo a 32% en abril en intención de voto" y evaluó que los motivos son "las internas de público conocimiento, la falta de reciprocidad con el votante duro y blando de JxC que ‘sólo’ reclama mayor unidad, la ausencia de una estrategia política en común y la nula responsabilidad de sus líderes frente a un escenario económico muy complejo".
El acuerdo comunicado por Larreta y Bullrich parece querer dar respuesta a varias de esas alertas. Además, la consultora señaló que "la caída de Juntos por el Cambio es capitalizada en un 100% por el espacio La Libertad Avanza, representado por Javier Milei", que creció de marzo a abril 7 puntos al pasar "del 15% al 22% en intención de voto".
Otro sondeo, esta vez de Opinaia, mostró que el techo electoral (esto es la combinación entre quienes "seguramente" lo votarían y quienes "podrían llegar a votarlo") de Juntos por el Cambio cayó del 54% en febrero al 51% en abril, mientras que el de Milei saltó del 58% al 62% en el mismo período.
Lo que el acuerdo dejó pendiente
En el comunicado, Larreta y Bullrich adelantaron también que el PRO fijará "una posición única en relación a la incorporación de nuevas fuerzas políticas a Juntos por el Cambio". Esto puso puntos suspensivos a la eventual incorporación del economista José Luis Espert, de Avanza Libertad, a la coalición opositora.
El larretismo empuja desde hace días ese desembarco pero Espert, que ya se había lanzado como precandidato a gobernador bonaerense, se anotó ahora entre los presidenciales y eso hace ruido en el búnker de Bullrich, donde temen que el jefe de Gobierno esté buscando sacarles votos "por derecha". Este es uno de los temas por definir.
Otro es el plan económico. Días atrás hubo un encuentro con los economistas que asesoran a todos los precandidatos presidenciales de Juntos por el Cambio donde hubo un acercamiento de posiciones. No obstante, fue un acuerdo demasiado general y se comunicó de forma lavada. Larreta y Bullrich siguen teniendo miradas económicas que por momentos se contraponen.
De un lado creen que el cepo debe ser levantado progresivamente, del otro sostienen que debe ser rápido. De un lado rechazan de plano cualquier maniobra similar a una dolarización, del otro se muestran proclives a un sistema monetario mixto. La necesidad de mostrar una unidad que fortalezca al espacio a pesar de la interna por la candidatura presidencial incluye a la economía, cuya crisis atravesará las elecciones.