Sostener al "fenómeno": la afanosa búsqueda de que Milei no se salga de control
Cuando Cristina Kirchner lo mencionó en su última "Clase Magistral" reiteradamente y lo puso como objetivo de sus ataques, Javier Milei había llegado a su cenit. Una serie de fenómenos sociales y políticos sumados a aciertos discursivos, lo habían llevado a su mejor momento: como candidato individual lideraba todas las encuestas. Y su curioso crisol de votantes incluye extrañamente, muchos kirchneristas desilusionados en el conurbano bonaerense.
Los punteros peronistas de los municipios de más pura cepa peronista, donde los planes arrecian y el control social es altamente férreo, como La Matanza o Almirante Brown, están profundamente preocupados: más de un tercio de sus tradicionales votantes pretenden hoy sufragar por el furibundo economista que anuncia que va a terminar con los planes. Nadie entiende qué pasa.
Milei también comparte electorado con Patricia Bullrich, la candidata de Juntos que se muestra más combativa a la hora de confrontar al oficialismo, la encarnación viva del "halconismo" en el espacio opositor.
Es decir, la figura del libertario convoca el electorado más heterogéneo que se haya conocido.
El fenómeno Milei y un freno a su crecimiento
Pero en los últimos 10 días su crecimiento empezó a detenerse primero y a mermar después. En su entorno buscan explicaciones y una de las que encuentran, son ciertas falencias en el discurso de su candidato. El lanzamiento de la palabra dolarización como un slogan de campaña, fue su punto de crecimiento más alto, pero a medida que la idea se fue desarticulando y el mismo debió retroceder en su propuesta, la intención de voto empezó a caer.
"La porción del electorado más reflexiva, la que la secamos al PRO, primero se entusiasmó, porque tiene raigambre menemista, recordó el bienestar inicial de la convertibilidad. Pero cuando los economistas también de derecha, empezaron a explicar los problemas que eso acarrearía y que la cosa no era tan fácil, se produjo un efecto inverso: la sensación de que su plan económico no es tan consistente como parece. Su fuerte es la economía, pero cuando tira una propuesta no la puede sostener, eso se sintió", explica uno de sus estrategas de campaña.
No es que ya se haya diluido el escenario de tercios que plantean muchos encuestadores, ni que Milei se haya desmoronado, pero hay previsiones de quienes lo siguen y más saben de política, que arrojan una sombra sobre el fenómeno que creó el economista: "Tenemos que evitar que sea una burbuja. Hay cosas que van a pasar de acá a la elección. Una es que el peronismo va a hacer la de siempre: repartir heladeras, chapas y bolsones de comida en el conurbano antes de la elección y allí, van a recuperar un montón de votos de gente que hoy dice que vota a Javier", explica la misma fuente.
"Y otra importante, es que empiezan a debatirse las ideas con algo más de detalle. Algunos candidatos como (Patricia) Bullrich empiezan a esbozar sus planes de gobierno y nos acercamos a los debates. Javier tiene puntos muy débiles de los que no podemos salir, por ejemplo, esto de que a todo le encuentra soluciones del mercado. Lo de la venta de chicos y de órganos es un problemón, porque él está convencido de jugar ese rol y a la gente le cae muy mal", desarrolla el hombre que más sabe de campañas electorales en el entorno del economista.
Mieli y sus puntos flojos
Y sigue: "Hay un punto flojísimo que todavía no se expuso pero que ya va a salir y es el narcotráfico. Nuestro electorado no es liberal a la inglesa, es criollito, es decir, conservador. Cuando Javier diga que la compra y venta de drogas tiene que regular el mercado, cagamos", se espanta el experto. "Ahí es cuando Patricia nos come la gente. Ella tiene una posición dura como Javier, no es estatista, pero hay cosas que como las de los órganos que no va a decir y por otro lado, su fuerte es perseguir y condenar a los narcos, muchos que están con nosotros se van a ir con ella, si esto pasa", completa la fuente mileista.
Por otra parte, fue una desilusión en su círculo íntimo, la designación de la candidata a vicepresidente, no porque no sea sólida Victoria Villarruel en sus ideas o propuestas, sino porque se esperaba la aparición de un candidato fantasma que revolucionara el mundillo político, un anuncio a la altura del misterio que el propio economista había planteado, y en definitiva decidió hacer dupla con la misma persona que lo acompaña desde el principio: "no pudimos salir de nuestro cerrado círculo, es lo mismo que si fuera solo, no agrega nada", dicen en su mesa chica.
Tampoco encuentra, el candidato de la melena abultada, un postulante a gobernador bonaerense con posibilidades ciertas de hacer un papel digno. "Si (Axel) Kicillof desdobla, vamos a llegar a la presidencia habiendo sacado casi cero en la elección de gobernador, es un antecedente de mierd…" dicen en el búnker de la Libertad Avanza.
Por otro lado, entraron en debate público algunas cuestiones personales del candidato como sus preferencias sexuales y características de su modo de vivir que tampoco lo favorecen demasiado. La periodista de La Nación, Pola Oloixarac, ha mostrado la fragilidad de una personalidad que va a ser cada vez más debatida, "porque así como su extravagancia lo hizo crecer, pasarse de rosca en la extravagancia lo puede complicar mucho. A la gente le gustan raros, pero no tan raros", dicen en un búnker que no sabe bien cómo blindarlo.
Milei, ¿el Ross Perrot argentino?
"Tenemos que evitar que se transforme en Ross Perrot" agregan en sus cercanías, en referencia al candidato independiente que rompió el bipartidismo en los Estados Unidos, en la elección entre Bill Clinton y George Bush padre, que sorprendió, pero apenas superó el 10% de los votos.
En los otros centros de campaña, los dos que comparten electores con Milei, hacen cuentas de cuantas preferencias pueden recuperar si el economista se desploma. La estrategia de Bullrich es dejarlo tranquilo, no atacarlo, porque cuando se caiga solo, sus potenciales votantes no tienen que ver en ella a alguien que lo "bombardeó" sino alguien que lo respeta. Del lado del kirchnerismo hacen lo que saben hacer: lo confrontan y degradan buscando influir en el electorado de más bajos recursos.
En definitiva, es todo prospectiva electoral y trazado de escenarios, nadie sabe cómo fluctuará la cosa de aquí a agosto, pero lo cierto es que la trayectoria en las encuestas del libertario, desde hace unos 10 días, empieza a ser preocupante.