Nuevo proyecto para emitir billetes de $5.000 y $10.000: qué dicen desde el Gobierno
Mientras el Gobierno se prepara para poner en circulación los nuevos billetes de $2.000, un grupo de diputados del radicalismo presentó un nuevo proyecto para emitir papeles de $5.000 y $10.000 debido a la "altísima inflación" y reemplazar los de más baja denominación por monedas, una alternativa que es muy resistida por la Casa Rosada.
La iniciativa fue presentada por el entrerriano Pedro Galimberti y acompañada por sus compañeros de bloque Fabio Quetglas, Jorge Vara, Juan Martín y Fernando Carbajal. Además de la impresión de billetes de más alta denominación, el proyecto plantea retirar de circulación los billetes de $10, $20 y $50, y acuñar monedas de $25 y $50.
Galimberti reconoció que "el problema de la inflación no se resuelve con la emisión de billetes de mayor denominación" pero remarcó que mientras el índice de precios continúe subiendo "algo hay que hacer", y esgrimió como argumentos centrales la pérdida de valor adquisitivo del billete de $1.000 -hasta ahora el de más alta denominación- y la alta demanda que obligó a la Casa de la Moneda a realizar contrataciones en otros países para importar billetes.
El diputado de Juntos por el Cambio recordó que la primera emisión del billete de $1.000 fue en diciembre de 2017 y que en ese entonces tenía "un valor equivalente a u$s51,87", al tiempo que subrayó que "el nivel de inflación acumulado desde diciembre de 2019 hasta los últimos datos publicados, correspondientes a marzo de 2023, es de 387%".
En el Banco Central esperan que el envío de la primera tanda de billetes de $2.000 se concrete a mediados de este año. Mientras tanto, el de más alta denominación sigue siendo el de $1.000 que, según subrayó Galimberti, "no acompaña el marco inflacionario". En ese contexto, el diputado remarcó que el Banco Central tiene que disponer "en lo inmediato" la impresión de billetes que se adecúen "al volumen de circulación monetaria existente en la actualidad".
Billetes de $5.000 y $10.000: los argumentos del nuevo proyecto de la oposición
Los diputados del radicalismo señalaron "para representar una actualización del poder de compra similar al valor original del billete de $1.000 se requerirían $11.067 actuales". Ese es uno de los motivos que remarcaron al solicitar la emisión de billetes de $10.000 pesos.
El otro argumento a favor de la iniciativa es que desde 2020 aumentó la proporción de billetes de $1.000 en circulación. en comparación con los de menor denominación. Sobre esto, Galimberti indicó que "según datos del Banco Central, de los billetes en circulación, 3.086,5 millones son de $1.000, el 38,3% del total de billetes".
Si se compara esa cantidad con un año antes, "había 1.667,9 millones de billetes de $1.000, es decir, que salieron a la calle un 85% más de papeles de la más alta denominación", indicó el legislador entrerriano.
El autor del proyecto señaló que, además, la demanda de estos billetes fue tan grande que "en 2020 y 2022 la Casa de la Moneda tuvo que realizar contrataciones a la Casa de Moneda de Brasil y a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España para importar billetes", a lo que se suman licitaciones para traslados aéreos y marítimos desde Malta, París y Brasil de "un total de 710 millones de billetes".
"De esta manera, el exceso de demanda para la impresión de billetes con bajo poder adquisitivo no solo genera problemas para la realización de operaciones rutinarias para la ciudadanía, sino que además genera un gasto adicional al necesitar importar billetes", subrayó el diputado nacional, quien consideró que "ambas problemáticas disminuirían en caso de emitirse billetes de mayor denominación".
¿A qué se debe el rechazo del Gobierno?
En el Gobierno hay una fuerte resistencia a imprimir billetes de más alta denominación. De hecho, la decisión de lanzar los de $2.000, que tendrán la efigie de Ramón Carrillo, primer ministro de Salud del país, y de Cecilia Grierson, la primera médica argentina, fue casi un exceso para los estándares que maneja el oficialismo.
Como contó iProfesional, en la Secretaría de Finanzas y en algunos despachos de la Casa Rosada consideran que la emisión de un billete $5.000 o de $10.000 tendría un impacto psicológico en los consumidores y pondría mayor presión sobre los precios de alimentos, indumentaria y alquileres.
Por esa razón, deslizan que recién podrían pensar en un billete de $5.000 después de las elecciones -en caso de que el Frente de Todos continúe en el Gobierno- y descartan por completo la eventual impresión de papel moneda de más alta denominación.
Mientras tanto, la oposición amontona proyectos en el Congreso para avanzar en una medida de ese tipo. Además del que impulsó el diputado Galimberti, el año pasado el senador de Juntos por el Cambio Pablo Blanco presentó una iniciativa similar para imprimir billetes de $5.000 y de $10.000.
Por su parte, la senadora Beatriz Ávila, de la misma bancada, presentó otro proyecto que establece la emisión de billetes de hasta $20.000. Todas las iniciativas que van en ese sentido permanecen frenadas en el Congreso, sin pasar siquiera por un debate en comisiones.