Fernández y Massa cierran filas en plena disparada del dólar: una cumbre para acallar rumores y apelar al FMI
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El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, mantuvieron una reunión en la quinta de Olivos cuya foto dio cuenta por sí misma de que el Gobierno atraviesa un momento tan sensible en lo económico como en lo político por la escalada del dólar blue y las versiones de pelea entre ambos, que los obliga a cerrar filas.
El encuentro se produjo a media mañana de este jueves, mientras la cotización del dólar blue trepaba hasta los $440 y poco antes de que el Presidente partiera rumbo al partido bonaerense de Ensenada para encabezar un acto de gestión junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
La foto en la que se los ve juntos y sonrientes fue difundida por la Casa Rosada y por el Ministerio de Economía con un objetivo político y obvio: acallar las versiones sobre una fuerte pelea entre ambos por los rumores sobre cambios en el Palacio de Hacienda y en la política económica que fueron atribuidos al ahora renunciado asesor presidencial Antonio Aracre.
En Economía atribuyen la inestabilidad cambiaria a esos rumores, como una de las causas del parate en la liquidación de exportaciones bajo el nuevo "dólar agro", pero a eso se le sumó con el correr de las horas los trascendidos sobre una pelea entre el jefe de Estado y el ministro, con supuestas amenazas incluidas.
Alberto Fernández y Massa, entre la disparada del dólar y el auxilio del FMI
Mientras que la foto de Fernández y Massa fue para contrarrestar esas versiones -como lo demostró la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, con la irónica frase "encarnizada interna" para acompañar la imagen en Twitter- el contenido de la reunión trató sobre temas clave para el complejo contexto económico.
Según supo iProfesional de fuentes oficialistas, el tema central fue el acuerdo con el FMI. Massa puso al tanto al mandatario sobre la nueva negociación que abrió con el organismo durante la última ronda de reuniones que mantuvo en Washington y la evolución de esas conversaciones.
Las gestiones ante los técnicos del FMI están ahora a cargo del viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, y del jefe de asesores, Leonardo Madcur. El objetivo de Massa, conversado con el Presidente, es lograr una revisión de los objetivos económicos contemplados en el acuerdo más amplia que el último cambio en la meta de acumulación de reservas.
En los últimos días trascendió que el Gobierno busca, además de esa revisión, que el FMI adelante los desembolsos previstos para fin de año en atención al golpe que sufrieron las reservas del Banco Central por efecto de la sequía.
Fernández y Massa también habrían conversado sobre el panorama para el nuevo "dólar agro" tras la falta de resultados en los primeros días de su implementación, la hoja de ruta para contener la caída de las reservas y la nueva suba de la tasa por parte del Banco Central.
Una foto política como señal de distensión
La reunión se dio en medio de una interna política que dejó a Massa envuelto en especulaciones luego de que el índice de inflación de marzo alcanzara el 7,7%, muy lejos del 3% que el ministro había pronosticado para abril. A eso le siguió la escalada del dólar blue que empezó esta semana y podría continuar.
En ese contexto, las versiones sobre una supuesta salida de Massa del Ministerio de Economía y medidas como una devaluación inminente -finalmente desmentida- cayeron muy mal en su entorno y volvieron más espeso el clima político en el Gobierno.
La situación llegó a un punto en que el tuit del economista Alejandro Kowalczuk, con la frase "Massa se queda hasta el final, porque el final es cuando se vaya Massa", fue reproducido por la esposa del ministro y titular de AySA, Malena Galmarini, aunque poco después lo borró.
La renuncia de Aracre se dio en ese contexto. Si bien esto fue una forma de respaldar a Massa, el efecto inmediato fue el contrario: las versiones sobre una pelea entre el ministro y el Presidente crecieron. El encuentro entre ambos pretendió reforzar ese apoyo a quien todos los socios de la alianza oficialista consideran el último dique para contener la crisis económica.
Poco después de la reunión, durante el acto que encabezó en Ensenada para anunciar el llamado a licitación del Canal Magdalena, Fernández remarcó: "En estos tiempos en que se aproximan elecciones y tenemos mucho barullo en la política, que haya todo el barullo que quiera haber pero nunca nos olvidemos que tenemos que estar más unidos que nunca".
A pesar de la foto, la interna grande continúa
El intento por acallar los trascendidos sobre las diferencias entre Fernández y Massa no silencia la interna grande del Frente de Todos que tiene como principales protagonistas al Presidente y a la vicepresidenta Cristina Kirchner y como horizonte las elecciones. Esa disputa continúa y tendrá un capítulo clave este viernes cuando se reúna el Consejo Nacional del Partido Justicialista (PJ).
El objetivo del encuentro, que se acordó en las conversaciones que mantuvieron los últimos días representantes de ambos sectores, se convocó con el fin de empezar a delinear las reglas para el armado electoral y llamar al Congreso Nacional del PJ, el órgano que debe aprobar las alianzas del partido que es la columna vertebral del Gobierno.
No obstante, el kirchnerismo irá a la reunión con la idea de volver a presionar a Fernández para que confirme que no será candidato a la reelección, un elemento que casi todos los sectores del Frente de Todos consideran clave para ordenar la estrategia electoral y empezar a definir las candidaturas, con PASO o sin ellas.
Algo de esto adelantó ya el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, quien asistirá a la reunión como representante del kirchnerismo y que este jueves subrayó que el objetivo es encontrar "una solución, una definición y empezar a ordenar" el Frente de Todos para las elecciones. La "definición" que esperan en La Cámpora es la de Fernández, quien por el momento mantiene el suspenso.
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El Presidente irá al encuentro en calidad de titular del PJ nacional, pero no se prevé que asistan Cristina Kirchner ni tampoco Massa, que tendrá el 5 de mayo cumbre de su Frente Renovador, donde podría recibir el pedido de lanzarse como candidato presidencial. El ministro, por el momento, modera esas expectativas ante la compleja situación económica.