El Monotributo Tech avanza en el Congreso: ¿cómo funcionará el nuevo régimen y cuándo se convertirá en ley?
El proyecto que establece un Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes Tecnológicos, también conocido como "Mono-Tech" o "monotributo tech", empezó a avanzar en el Congreso aunque las diferencias entre el oficialismo y la oposición sobre la conveniencia del nuevo sistema ponen en duda el plazo en el que podría convertirse en ley.
La iniciativa que busca otorgar un régimen especial de facturación para los profesionales que exportan servicios basados principalmente en la "economía del conocimiento" fue aprobada por la Cámara de Diputados con 111 votos a favor, 11 en contra y 85 abstenciones, correspondientes a Juntos por el Cambio y el Frente de Izquierda, y fue girada al Senado.
El eje central del proyecto impulsado por el Frente de Todos a instancias del ministro de Economía, Sergio Massa, es que esos profesionales podrán inscribirse en el nuevo régimen cuando perciban ingresos por hasta u$s30.000 dólares al año y pagar al fisco mediante un esquema de escalas diferenciadas, siempre que desarrollen su actividad en el país y su uso se lleve a cabo en el exterior.
Sin embargo, Juntos por el Cambio no está de acuerdo con la iniciativa. Argumentan que no se puede legislar para situaciones particulares y que con el nuevo régimen el Gobierno intenta poner otro "parche" sobre la brecha entre los distintos tipos de cambio, que hace que a quienes exportan sus servicios no les convenga ingresar las divisas.
En ese marco, la abstención de la principal bancada opositora y el rechazo del Interbloque Federal plantea dudas sobre si el oficialismo podrá aprobar la ley en el Senado y cuándo, dado que allí el Frente de Todos perdió la mayoría tras la ruptura del bloque y necesitaría del apoyo de una parte de Juntos por el Cambio o del nuevo bloque Unidad Federal.
¿Quiénes podrán adherir al nuevo Monotributo Tech?
El proyecto contempla una larga lista de actividades que podrán adherirse al nuevo Régimen Simplificado. Entre ellas se destaca todo lo relativo al desarrollo de software y servicios informáticos y digitales, desde el diseño y la codificación hasta la puesta a punto y el soporte a distancia.
También está comprendido el ejercicio de "eSports" o deportes electrónicos que llevan a cabo los llamados "gamers" y que muchas veces generan ingresos en el marco de competiciones a nivel profesional en plataformas online u offline.
Podrán adherirse al nuevo monotributo también quienes desarrollen servicios de producción y postproducción audiovisual, incluido el formato digital, y actividades como la biotecnología, bioeconomía, bioinformática, neurotecnología e ingeniería genética.
Entre las actividades alcanzadas por el nuevo régimen se encuentran la nanotecnología y nanociencia; la industria aeroespacial y satelital y la ingeniería para la industria nuclear.
La lista continúa con la fabricación, puesta a punto, mantenimiento e introducción de "bienes y servicios orientados a soluciones de automatización en la producción" tales como inteligencia artificial, robótica, internet industrial, internet de las cosas, realidad aumentada y virtual, entre otras.
Monotributo Tech: ¿cómo serían las nuevas escalas?
El proyecto busca que aquellas personas que exporten servicios vinculados a la tecnología puedan percibir sus ingresos en dólares cuando, en los 12 meses calendario inmediatos anteriores a la fecha de adhesión al "Mono-Tech", sean inferiores o iguales a u$s30.000. Para ello se establece una escala de tres categorías de facturación.
La categoría más baja dentro del nuevo régimen para servicios tecnológicos será la D, que comprenderá a quienes registren ingresos anuales de hasta u$s10.000. Quienes entren en ese límite de facturación deberan abonar como impuesto la cuota correspondiente a la categoría D del monotributo local, que hoy asciende a $9.245,06.
Quienes perciban ingresos de entre u$s10.000 y u$s20.000 anuales entrarán en la categoría F y deberán abonar la cuota correspondiente a esa misma categoría del monotributo local que actualmente es de $15.712,40.
Por último, en la escala más alta se encontrarán quienes registren ingresos por hasta u$s30.000, los cuales deberán inscriibirse en la categoría H abonar la cuota que hoy es de $31.347,16.
En tanto, quienes estén inscriptos en el monotributo local y se adhieran además al "Mono-Tech" deberán adicionar al tributo integrado por las exportaciones el monto del impuesto integrado correspondiente a la categoría H del Régimen Simplificado para la actividad de prestación de servicios.
Por otra parte, el proyecto establece un régimen cambiario especial por el cual las personas inscriptas en el monotributo tech estarán exceptuadas de la obligación de liquidar los dólares originados por su actividad en el Mercado Libre de Cambios (MLC), pero tendrán que depositar las sumas que cobren en una cuenta especial en moneda extranjera.
Diferencias entre el oficialismo y la oposición
Durante el debate quedaron expuestas las diferencias entre el oficialismo y la oposición que ponen en duda el avance del proyeco en el Senado. el oficialista Carlos Heller, presidente de la Comisión de Presupuesto, destacó que el proyecto plantea "un nuevo esquema tributario para que los profesionales que facturan en dólares en pequeñas escalas puedan cobrar en esa moneda".
En este sentido, Heller destacó que "el objetivo es incoporar al mercado laboral" a muchos profesional y especialmente a los jóvenes "que están fuera del sistema" y a la vez "evitar la fuga de talentos".
A su turno, el puntano Alejandro Cacace, de Juntos por el Cambio, criticó el proyecto al señalar que intenta cubrirse frente a las consecuencias del problema de fondo que es, según afirmó, "la legislación cambiaria que tiene la Argentina" que hace que quienes trabajan para el exterior "pierden" al ingresar sus ganancias al país.
"La verdadera medida útil es que quienes se inscriban no están obligados a liquidar en el mercado libre de cambios", sostuvo Cacace quien consideró que la iniciativa obedece a la necesidad del Gobierno de captar dólares y que la iniciativa difícilmente cumpla con los objetivos que destaca el oficialismo.
En un sentido similar se expresó Ricardo Buryaile, también de Juntos por el Cambio, al afirmar que "el problema es el atraso cambiario" y comparar los efectos que tendría el nuevo régimen con la generación del "dólar soja"
En cambio, el oficialista Daniel Arroyo reconoció que "sin dudas lo que hay que hacer es una reforma integral tributaria" pero destacó la necesidad de "muchos jóvenes" que "venden servicios al mundo" que necesitan de un nuevo régimen como el que plantea el proyecto.