Cristina Kirchner posterga pistas sobre una candidatura pero le marca la cancha a Massa y lima a Fernández
A pesar del "operativo clamor" que prepara su espacio, la vicepresidenta Cristina Kirchner esquiva por ahora cualquier guiño a una candidatura, aunque no por ello desatiende la interna con el presidente Alberto Fernández. En su reaparición pública en Río Negro, con infidencias y gráficos, deslizó reflexiones filosas sobre la autoridad presidencial y tomó de la gestión, al tiempo que hizo correcciones al programa económico de Sergio Massa, que sigue en la grilla de posibles candidatos.
Tras recibir el Doctorado Honoris Causa en la Universidad Nacional de Río Negro, la vicepresidenta realizó una exposición en la que dejó claro que su preocupación y objetivo central de sus críticas más fuertes es el Poder Judicial, al punto que afirmó que hoy "no estamos ante un Estado democrático constitucional".
Las críticas a la Justicia eran esperables. Un día antes el Tribunal Oral Federal N°2 dio a conocer los fundamentos de su condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Si bien llegó a desconocer al Poder Judicial, esta vez no mencionó el término "proscripción" ni tampoco los pormenores de aquella causa.
En cambio, enmarcó su lectura sobre la supuesta ausencia de un Estado democrático en una comparación con la crisis de 2001 y la llegada posterior de Néstor Kirchner al gobierno, y apuntó: "Néstor en 2003 reconstruye esto, primero colocando a la Casa Rosada como gravedad del poder político. Las decisiones las toma el presidente".
El comentario puede ser leído a la luz a la pelea casi sin retorno que sostiene con Fernández y en particular luego de los trascendidos sobre un supuesto chat en el que el Presidente habría dicho que podía "terminar con 20 años de peronismo". También puede ser una forma de despegarse de la toma de decisiones de un Gobierno al que cuestiona a pesar de integrar. Pero no fue el único comentario de ese tenor.
A lo largo de su exposición Cristina Kirchner hizo varias alusiones a la "autoridad" del Poder Ejecutivo y la toma de decisiones y contó una anécdota sobre el Banco Central y el acuerdo con el FMI que la coloca en un lugar de liderazgo, una situación que tiene mucho que ver con la interna que se desarrolla en el Frente de Todos.
Cristina Kirchner y una anécdota que dejó mal parado a Fernández
Mientras exponía nuevamente sus críticas al acuerdo que cerró el Gobierno con el FMI durante la gestión del ex ministro de Economía Martín Guzmán y advertía que "se va a tener que revisar", la vicepresidenta aprovechó para "contar una infidencia" que, de alguna manera, hace una mella indirecta en Alberto Fernández.
La vicepresidenta relató que en 2021 el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, la llamó y fue a verla a su casa porque "estaba álgida la negociación entre el FMI y el ministro de Economía". Según contó, Pese le transmitió que "estaban dispuestos desde el Fondo a entrevistarse" con ella porque pensaban que "iba a solucionar" la negociación "porque el ministro estaba muy terco, era muy caprichoso".
La infidencia siguió. Según la vicepresidenta, ella rechazó meterse y le sugirió a Pesce que hablara con el Presidente si tenía "diferencias con el ministro" y continuó: "Me dice que el Presidente le decía que sí a uno, que no a otro, bueno… no importa". Así, como al pasar, cortó la anécdota de la cual se desprende no solo que el responsable del Banco Central y el FMI la buscaron para hablar sino que además había reservas sobre la forma de conducción de Alberto Fernández.
El comentario no pareció elegido al azar, especialmente luego de haber hablado previamente sobre la crisis de "autoridad" que había en la Argentina en 2001, haber mencionado a Néstor Kirchner que es una figura a la que apela recurrentemente Fernández como una especie de faro político y haber elogiado ese empoderamiento por el que "las decisiones las toma el Presidente".
Al mismo tiempo, a su forma también se distancia de las decisiones que adopta el Gobierno. Lo hizo al revelar que no quiso meterse en la negociación con el FMI y al contar que durante su gestión y la de su esposo "fue la única época en la que un oficialismo estaba orgulloso de las leyes que le tocaba votar", una forma sutil de defender su rechazo al rumbo de la gestión.
El mensaje a Massa sobre la caída de los salarios
La mayor parte del discurso de la vicepresidenta se enfocó en la economía. La charla magistral por el recibimiento del título honorífico fue precisamente convocada bajo el título "Ruptura del pacto democrático en una economía bimonetaria: inflación y FMI, crisis de deuda y fragmentación política".
Al meterse en el área que hoy maneja Massa, el tercer socio de la alianza oficialista, la vicepresidenta fue crítica pero no lapidaria. Pareció querer corregir más que amonestar, marcarle la cancha a quien sigue siendo, hacia adentro del oficialismo, un posible candidato presidencial en momentos en que ella evita referirse al pedido de su tropa para que encabece la boleta.
"Sergio había pronosticado que la economía iba a crecer y yo dije que claro que iba a crecer, pero que había que nivelar precios y salarios para que el crecimiento no se lo llevaran cuatro vivos, que es lo que está pasando", indicó la dirigente mientras mostraba gráficos sobre la caída del salario, un tema que para la vicepresidenta es central de cara a las próximas elecciones nacionales.
Cristina Kirchner argumentó que los salarios altos no son una causa de la inflación. Tras destacar que bajo un período de su gobierno "la inflación fue de 24%" señaló: "Me daban lecciones todos, propios y extraños, que estaba loca, que no mande a La Cámpora a controlar precios, bueno, los que me dieron lecciones la llevaron al 54%".
Si bien se refirió así al gobierno de Mauricio Macri y a Juntos por el Cambio, en la exhibición del gráfico sobre la caída del salario mostró no solo como se empezó a derrumbar el poder adquisitivo a partir de 2015 sino también como sigue a la baja en 2023, ya bajo la gestión de Massa.
El déficit fiscal, ¿punto de desacuerdo entre Massa y Cristina?
En el mismo sentido, volvió a cuestionar que el déficit fiscal genere inflación, esta vez con una exhibición sobre los niveles de déficit de países como Estados Unidos, Canadá o Gran Bretaña. La reducción del déficit es un ítem al que se aferra el ministro de Economía y el equipo que lo rodea, en el marco del acuerdo con el FMI que la vicepresidenta ahora quiere "revisar".
"No quiero que haya déficit fiscal, lo virtuoso es no gastar más de lo que ingresa, pero evidentemente en épocas de crisis este es un instrumento que se necesita para evitar la recesión porque si no estamos en el infierno más temido: recesión con inflación y estamos al horno", advirtió.
No obstante, al mismo tiempo que señaló que estas son "las cuestiones" que se deben discutir, también dejó un reconocimiento a Massa, al incluir entre esos temas la administración del comercio exterior.
"Se enojaron algunos cuando hablé de festival de importaciones. El nuevo ministro de Economía tuvo que tomar cartas en el asunto para evitar el festival", indicó sobre las restricciones que impuso Massa a importaciones que su cartera considera no prioritarias para la economía y parte de negocios especulativos.
Sorpresivo elogio a Larreta y el pedido para revisar el acuerdo con el FMI
En sus críticas a la gestión económica Cristina Kirchner incluyó al FMI y ratificó su idea de que "se van a tener que revisar las condiciones en las cuales se firmó el acuerdo", a la vez que advirtió sobre los vencimientos por venir. "Tenemos en 2024 15.400 millones de dólares", alertó y agregó que el número sube paulatinamente y a partir de 2027 "empeizan de a 23 mil y 24 mil millones".
"Vamos a necesitar que los dirigentes estén unidos frente al principal desafío que va a ser revisar ese acuerdo con el FMI, no para no pagar, sino para que nos dejen crecer", lanzó la vicepresidenta, quien dijo estar "convencida de que es necesario acordar" la forma en la que se enfrentará esa deuda y, en ese tramo, hizo un reconocimiento a una declaración del jefe de Gobierno porteño y precandidato presidencial de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta.
"El otro día uno de los principales candidatos de la oposición dijo que el que decía que venía y sacaba el cepo era un chanta. Saludable gesto. Aclaró enseguida que en 2016 se pudo hacer porque había reservas en el Banco Central. ¡Hola, qué tal!", lanzó la dirigente al combinar una referencia elogiosa a Larreta y una defensa de su propia gestión.
Al afirmar que "se puede gobernar de dos formas: por hegemonía democrática o por consenso", Cristina Kirchner reiteró que, más allá de los desacuerdos en temas como una reforma laboral, será necesario buscar acuerdos "en esto de la economía bimonetaria, en qué patrón de acumulación vamos a hacer para tener los dólares necesarios" para afrontar los vencimientos y garantizar los dólares para importar, mientras la clase media demanda dólares para ahorro.