Reservas, inflación y déficit: Wall Street pone la lupa en los desvíos del "Plan Massa" y espera señales decisivas del FMI
Gabriel Rubinstein espera que el Fondo Monetario envíe una señal de respaldo al esfuerzo que hace el Gobierno para cumplir con las metas firmadas el año pasado con el organismo. El viceministro de Economía continúa las negociaciones con el staff del organismo, en Washington. Sin embargo, desde los principales bancos y fondos de Wall Street que monitorean la economía argentina a diario hay preocupación.
Algunos analistas del "caso argentino" intentarán contactar a Rubinstein en las próximas horas. Quieren que el funcionario, a quienes conocen desde hace décadas por su trabajo de consultor, les abra los números de la economía argentina.
Wall Street pone la mira en Massa, mientras espera una señal del FM
Y, más que eso, pretenden saber si Massa podrá sacar un nuevo "conejo de la galera" para evitar fuertes turbulencias en las próximas semanas, a medida que la Argentina se encamine a las próximas elecciones presidenciales.
Esos analistas de Wall Street temen que al ministro, la economía se le vaya de las manos. Observan que hay serios desvíos en las cuentas públicas -tanto en pesos como en dólares-, y temen que el Fondo Monetario le suelte la mano a la Argentina. El escenario más temido es que suceda algo similar a 2011, cuando el FMI le cortó el crédito a Domingo Cavallo en medio del hundimiento de la convertibilidad.
Está claro que este 2023 no adolece de los mismos problemas que hace dos décadas -de hecho hoy ni siquiera existe un tipo de cambio fijo-, pero los traumas de los inversores permanecen. Ya vieron a la Argentina rompiendo contratos por culpa de llevar al extremo un modelo que enferma su estructura, y evitar un "sinceramiento".
Los tres desvíos del "Plan Massa"
Hay tres variables que los inversores siguen con obsesión: las reservas del Banco Central, la inflación y el resultado fiscal.
Hoy por hoy, la evolución de las reservas es la principal preocupación. La semana posterior al feriado XXL comenzó con una compra por u$s3 millones. Un monto ínfimo, pero que al menos le puso un freno a la ola de ventas netas consecutivas. La gran pregunta es cómo sigue la película, obviamente.
En las 23 ruedas anteriores -desde enero-, el Banco Central se vio obligado a desprenderse de u$s1.380 millones. Un equivalente al 55% de las reservas netas que le quedan a la autoridad monetaria. Nada menos. La situación luce muy complicada, a la hora de hablar del sistema cambiario.
Al día de hoy, las reservas netas del BCRA se encuentran en un piso de u$s2.500 millones. La situación luce muy complicada, incluso para cumplir con la meta firmada con el FMI. Para hacerlo, necesita comprar nada menos que u$s3.000 millones en los próximos 27 días hábiles. A razón de u$s111 millones diarios.
Lo dicho más arriba: el viceministro Rubinstein y otros funcionarios del equipo económico viajaron en las últimas horas a Washington para revisar junto a técnicos del FMI la evolución del acuerdo. Bajo la lupa está la cuarta revisión de ese acuerdo, que hasta ahora el Gobierno vino cumpliendo.
Inflación: precios a los saltos
Los últimos registros de las consultoras privadas dan cuenta de que la aceleración de los precios continúa vigente en lo que va de febrero, sobre todo en el rubro de los alimentos, el más sensible a nivel social y político.
La consultora LCG, por caso, midió que la inflación de los alimentos fue del 7,2% en las últimas cuatro semanas. Bien por encima del 3,2% que Massa negoció con los principales fabricantes de alimentos para el programa de "Precios Justos".
Una de las principales razones del recalentamiento de los precios se vincula con la escasez de dólares en el BCRA. Sin dólares asegurados para importar insumos o bienes terminados, los ejecutivos de empresas razonan que esa incertidumbre tiene un costo, que debe cargarse a los precios.
Se trata de una práctica que fue común a lo largo del año pasado, pero que había menguado tras la llegada de Massa al ministerio de Economía.
La falta de divisas y la inflación acelerada pegarán en la actividad de la economía. Es lo que viene sucediendo, pero la preocupación oficial y en las empresas es que esa tendencia negativa también se profundice.
La previsión de las consultoras es que la inflación de este mes, otra vez, se acerque al 6%. Febrero del año pasado había dado 4,7%.
Las cuentas fiscales, en riesgo
Lo ocurrido en enero con las cuentas públicas puede convertirse en tendencia, temen en Wall Street. El déficit fiscal creció 10 veces respecto al año pasado, por culpa de los menos ingresos en concepto de retenciones en medio de la sequía.
Las retenciones a las exportaciones crecieron apenas 41,1% en enero, contra una inflación de casi el 100%. El impacto fue determinante.
El dato del incremento de los subsidios, del 111%, también es seguido de cerca en Wall Street, y seguramente serán eje del debate con los técnicos del Fondo Monetario.
A tener en cuenta en el futuro inmediato: la magnitud del impacto negativo del enfriamiento económico en las cuentas fiscales. El FMI también mira con lupa la asignación de recursos a las provincias. En Nueva York sospechan que Massa no transparentó en las cuentas públicas algunos gastos que se "pisaron" antes de fin de año y que ahora están surgiendo.