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Los dueños de Edesur inician su retirada de la Argentina: vendieron dos de sus centrales de generación

Los conflictos con el Gobierno y las sanciones zanjaron la crisis en el sector. ¿Qué pasará con la mayor distribuidora energética del país?
POLÍTICA - 17 de Febrero, 2023

En el medio del conflicto con el Gobierno por los cortes de luz, el grupo italiano vendió dos de sus centrales energéticas a una sociedad formada por importantes empresarios locales

En medio de los problemas que trajo aparejados la estatización de Edesur y la aplicación de millonarias multas por los últimos cortes de luz, el grupo italiano Enel acaba de concretar su primera desinversión en la Argentina de todos los activos energéticos que puso en venta.

Se trata de Enel Generación Costanera que fue adquirida por Central Puerto, propiedad de Sadesa, una sociedad cuyos accionistas son Carlos Miguens Bemberg (exdueño de Quilmes); Guillermo Reca; la familia Escasany (vinculado al Banco de Galicia) y los hermanos Ruete Aguirre (tuvieron el Banco Roberts).

Hasta hace unos meses, Nicolás Caputo también había formado parte del capital de la principal generadora eléctrica del país, con una facturación anual cercana a los $100.000 millones.

Tras cortes de luz, dueños de Edesur comienzan su retirada

En ese contexto, los dueños de Edesur firmaron y cerraron este viernes 17 de febrero la venta de su participación en la exCentral Costanera, así como la cesión de la participación del 41,2% que poseen en Central Dock Sud al mismo comprador. Si bien la operación está sujeta a ciertas condiciones legales, en especial al aval del Gobierno, el cierre del deal está previsto para el primer trimestre de este año.

Según un comunicado difundido por Enel, la contraprestación total por la venta de la participación del grupo italiano en las dos empresas de generación térmica asciende a u$s102 millones. 

Por cortes de luz recurrentes, el Gobierno multó a Edesur con mil millones de pesos.

De este modo, Enel Argentina inició el plan de desinversión que su controlante puso en marcha para la Argentina y que también involucra a Edesur; Compañía de Transporte del Mercosur (CTM); Transportadora de Energía (TESA) y YACYLEC, que también se encargan de la operación y el mantenimiento de las líneas de transmisión que tienen una longitud de casi 500 kilómetros y poseen una tensión de 500 kV.

Enel Costanera está situada en la Ciudad de Buenos Aires, se ha posicionado como la planta de generación térmica más importante de Sudamérica y posee 11 unidades generadoras -de ciclos convencionales y combinados- con 2.324 MW de capacidad instalada. En el caso de Dock Sud, posee y opera una central eléctrica a gas ubicada en el distrito de Avellaneda de Buenos Aires, con una capacidad instalada de 870 MW. 

Enel había recibido cuatro propuestas por este negocio, una de parte de José Luis Manzano que habría quedado en la nada; otra de la familia Bemberg, exdueños de la cerveza Quilmes; de un grupo chino y de otro grupo de origen extranjero del cual no trascendió el nombre.

Pero optaron por los integrantes de Sadesa, que tienen un tercio de las acciones de Central Puerto, la mayor generadora eléctrica de Buenos Aires, y son dueños de Hidroeléctrica Piedra del Águila en la provincia de Neuquén.

Tienen también relación con Enel ya que son titulares de acciones de Distrilec, la sociedad que controla el 57% de Edesur y en la cual el grupo italiano posee el 72% del capital. El resto de ese paquete accionario se distribuye entre los Bemberg y las familas Reca y Escasany que juntos operan la empresa Sadesa.

Enel controla además la Central El Chocón (exHidroeléctrica El Chocón) que no formó parte de esta operación, pero que estaría también a punto de cambiar de dueños.

La secretaría de Energía cuestionó el rol de Edesur en los cortes y finalmente se decidió sancionar a la empresa.

La planta genera energía eléctrica mediante el aprovechamiento hidráulico del desnivel del curso del río Limay, en la provincia de Neuquén, tiene una capacidad instalada total de 1.328MW y comprende las centrales de El Chocón, con una potencia instalada de 1.200 MW –formada por seis generadores de 200 MW de capacidad cada uno- y Arroyito con una capacidad instalada de 128 MW –formada por tres generadores de 42.6 MW de capacidad cada uno.

Este complejo representa una capacidad de generación media anual de 3.600 GWh, lo que equivale aproximadamente al 3,2% de la generación del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), según los valores registrados en 2010.

En el caso de Central Puerto es el segundo generador de energía más grande de Argentina, con casi 5 GW de capacidad instalada, cotiza en la Bolsa de Valores de Buenos Aires y Nueva York (NYSE). 

Edesur, "la figurita difícil" por los cortes de luz

En el caso de Edesur, la venta será más lenta y complicada ya que el reciente conflicto con el Gobierno por los cortes de luz de la última semana recrudecieron los reclamos de un sector del oficialista Frente de Todos para estatizar la distribuidora.

La embestida parece haber quedado en la nada luego de las reuniones que los ejecutivos de Enel mantuvieron con el ministro de Economía, Sergio Massa, y todo quedaría en la designación de veedores y la aplicación de una nueva multa por la deficiente prestación del servicio.

Además, el grupo italiano no tiene apuro para desprenderse de la mayor distribuidora de electricidad de la Argentina, con más de 2,5 millones de clientes, llegando a más de dos millones de hogares y abasteciendo a comercios y a grandes empresas en un área de concesión de 3.300 km2 que abarca la zona sur de Capital Federal y 12 partidos de la provincia de Buenos Aires.

Enel comenzaría en marzo el proceso de selección de un posible comprador de la empresa Edesur.

¿Cuánto se concretaría la venta de Edesur?

De hecho, Enel recién a fines de marzo próximo iniciará el proceso de selección del candidato. Antes, deberá elegir el banco de inversión al que le otorgará el mandato de venta de Edesur que puede o no ser el mismo que salió a ofrecer el negocio de transporte del holding europeo.

En este sentido, también jugará un rol fundamental el partido político que, en el momento de la operación se encuentre en el poder en Argentina.

Sea el presidente Alberto Fernández si consigue ser reelecto; la rama kirchnerista del Frente de Todos o un presidente que surja del opositor Juntos por el Cambio, el traspaso de activos en distribución necesita de la aprobación del Poder Ejecutivo nacional.

Así pasó con Edenor, cuando Marcelo Mindlin decidió poner en venta la compañía y se la cedió a una sociedad controlada por José Luis Manzano; Mauricio Filiberti y Daniel Vila, todos con buena relación con coalición de gobierno y, en especial, con el ministro de Economía, Sergio Massa.

Otro factor clave para el éxito o fracaso de esta venta será el marco regulatorio para el sector y el esquema tarifario que lleve a cabo el Gobierno de ese momento. Dos condimentos necesarios para cualquier inversor local o internacional que también analizan las variables legales y la estabilidad de las normas de juego a la hora de enterrar fondos en cualquier negocio local.

Enel y el Gobierno: una relación de conflicto

En este sentido, la relación de Enel con la administración del kirchnerismo y del Frente de Todos siempre fue conflictiva. En especial porque todos los presidentes surgidos de esta ala política mantuvieron frenadas las tarifas a partir de doctrinas populistas que llevaron a la distribuidora a una situación casi terminal, con la necesidad de recibir fondos de su dueño para poder sobrevivir.

La segmentación tarifaria anunciada por Massa profundizó parte de la tensión que el Gobierno mantiene con Edesur.

Ni siquiera los últimos anuncios sobre incrementos en los precios de las facturas y de la segmentación tarifaria lograron cambiar esa ruinosa ecuación, ya que los mayores ingresos que ambas medidas suponen que no irán a parar a las arcas de la distribuidora sino a reducir el nivel de subsidios que el Estado gasta para sostener tarifas que, en algunos casos, no alcanzan ni para comprar una pizza.

De hecho, el llamado Valor Agregado de Distribución (VAD), el margen que se le reconoce a las distribuidoras en el precio que pagan los consumidores finales, no fue modificado por las últimas medidas y tampoco lo será en el 2023.

Este escenario forma parte de las razones de esta desinversión que se resumen en un combo formado por el cansancio de Enel por tener que batallar de manera permanente con regulaciones cambiantes y con la inestabilidad de la economía del país, junto con una estrategia global adoptada por la casa matriz para concentrarse en los mercados más rentables como son Italia; España; Estados Unidos; Brasil; Chile y Colombia.

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