Selección y Casa Rosada, en escenarios separados: ¿qué factores complican la visita deseada por el Gobierno?
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Si la visita de la Selección nacional a la Casa Rosada que propuso la administración de Alberto Fernández estaba en duda antes de que el plantel llegara al país se complicó mucho más tras el inicio de la caravana triunfal y la masiva movilización de gente que obligó al Gobierno a enfocarse más en el operativo conjunto de seguridad que en la foto deseada.
El Gobierno buscó hasta último momento que esa visita se concretara. La propuesta que hizo llegar Fernández a la AFA fue una visita con saludo protocolar y dejarles el mítico balcón de la Rosada a los jugadores liderados por Lionel Messi. La decisión quedó en manos de los jugadores, que eligieron ir al Obelisco a festejar "con los hinchas".
En la Casa Rosada no cerraron nunca esa posibilidad. Sin embargo, con el correr de las horas y luego de que los jugadores salieran del predio que la AFA tiene en Ezeiza la visita se volvió todavía más improbable debido a la impresionante concentración de gente que se dio en el microcentro porteño, incluída la Plaza de Mayo.
"Lo único programado es intentar llegar al Obelisco", señaló a iProfesional una fuente con llegada a las autoridades de AFA, que se mantienen en permanente contacto con el dispositivo de seguridad que coordinan el Gobierno nacional, el de la Ciudad y el de la Provincia de Buenos Aires.
La posibilidad de visitar la Casa Rosada quedó casi descartada por parte de quienes coordinan la recorrida. En Balcarce 50 dejaron todo listo por si finalmente lograban que el plantel hiciera esa visita deseada por Fernández para saludar a la gente desde el balcón que da a Plaza de Mayo, pero ya reconocían que las chances eran mínimas.
¿La Selección no va a la Casa Rosada?
Ningún dirigente político despreciaría una foto con la Selección que consiguió la tercera Copa del Mundo luego de 36 años y generó furor internacional en los medios tradicional y en las redes sociales, especialmente con la figura de Messi. Cualquiera la buscaría y Alberto Fernández no fue la excepción.
En el ofrecimiento que el Gobierno le hizo llegar a la AFA a través de funcionarios como el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y el secretario general de Presidencia, Julio Vitobello, ambos cercanos al mandatario, buscó asegurarle a los jugadores que no querían hacer "uso político" del triunfo que consiguieron los jugadores.
Remarcaron que, como ocurrió en 1986, al balcón de la Casa Rosada solo saldrían los jugadores para saludar a la gente, con la Copa del Mundo en alto, sin Alberto Fernández. Todo esto, antes de que el plantel aterrizara en Ezeiza. Sin embargo, el ofrecimiento no tentó al seleccionado que, según supo iProfesional, tuvo siempre la última palabra.
Los jugadores quisieron evitar cualquier contacto con dirigentes políticos desde el inicio. Hubo una señal clara en la madrugada del martes, cuando un grupo de funcionarios encabezados por el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, fue a recibir al plantel al pie del avión que los trajo de vuelta pero no pudieron acercarse a saludarlos.
Además de De Pedro, estuvieron la directora de Migraciones, Florencia Carignano; el director de la PSA, José Glinsky; el director General de Aduanas, Guillermo Michel y el presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani. Los funcionarios solo se saludaron con el titular de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia.
La explicación oficial fue que los funcionarios se acercaron para "supervisar el arribo" pero que se manejaron con la premisa de "no demorar ni entorpecer la llegada del plantel". No obstante, en esa recepción Tapia se movió siempre muy cerca de Messi y, con sutiliza, bloqueó el acercamiento de los funcionarios al capitán.
La magnitud del festejo de este martes, con una concentración de gente nunca vista en el microcentro porteño y la Autopista 25 de Mayo que se conecta con la 9 de Julio alejó todavía más la deseada foto de los jugadores en el balcón de la Rosada. Con el correr de las horas, en el Gobierno reconocieron que la visita se volvía cada vez menos probable, aunque no la descartarán hasta último momento.
Una de las opciones que barajaron en la Rosada fue que Alberto Fernández fuera a saluda al plantel al predio de la AFA donde descansan los jugadores. Esa alternativa quedó abierta, pero a la espera de la impredecible evolución de los festejos.
La movilización de gente: uno de los factores determinantes
La concentración de gente empezó el lunes por la noche frente al predio que tiene la AFA sobre la Autopista Ricchieri, a la altura del partido bonaerense de Ezeiza y a 15 minutos del Aeropuerto Internacional. Iniciado el martes, la cantidad de gente se multiplicó significativamente tanto en esa zona, como en las autopistas rumbo a la capital y en el Obelisco.
Con la 9 de Julio convertida en una marea de personas que, hacia el mediodía, se movilizó hacia la Autopista 25 de Mayo y la tomó casi por completo. La situación puso en alerta al Gobierno nacional y al de la Ciudad de Buenos Aires.
El recorrido original que estaba previsto no incluía la Casa Rosada sino que contemplaba como epicentro de la caravana el Obelisco. Pero también ese destino entró en duda debido a la concentración de gente. La Casa de Gobierno quedó cada vez más lejos. La administración de Alberto Fernández tuvo que prestar más atención al operativo para asegurar los festejos que a la visita deseada.