La gira de Larreta en Washington: un lobby de tres días para su candidatura presidencial
Este viernes Horacio Rodríguez Larreta pudo darse el gusto de fotografiarse mientras caminaba por uno de los pasillos de la Casa Blanca.
Venía de reunirse con Juan González, asistente especial del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y director para América Latina del Consejo Nacional de Seguridad.
Fue una de las últimas reuniones que mantuvo durante los tres días que el alcalde porteño estuvo en Washington, pero posiblemente la más importante dentro de una apuesta para exhibir sus contactos con el gobierno norteamericano como parte de parte de la construcción de su candidatura presidencial para 2023.
En términos formales sólo puede explorar gestiones de cooperación bilateral como jefe de Gobierno, es decir, como uno de los 24 gobernadores argentinos. Sin embargo, en términos políticos, se trata de uno de los dirigentes más importantes de JxC que competirá el año que viene. Al igual que otros integrantes del PRO, tiene una excelente relación con el Departamento de Estado desde principios de este siglo.
Sin Cristina candidata
Cuando Rodríguez Larreta partió de Buenos Aires para Washington, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ya había anunciado su decisión de no presentarse "a nada" en las elecciones del año que viene. Fue luego de la sentencia del Tribunal Oral Federal 2 que la condenó a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ocupar cargos en la administración pública.
Con el impacto tan reciente en el escenario electoral, la decisión de Cristina reformatea la situación interna del Frente de Todos y, a la vez, dispara interrogantes sobre el futuro de algunos jugadores de Juntos por el Cambio.
Dentro de la coalición opositora cada vez eran más los que creían sobre una posible candidatura de CFK para el año que viene. Entre ellos el expresidente Mauricio Macri, cuya posibilidad de consolidarse como candidato también esta ligada al nivel de confrontación que pueda mantener con Cristina. Al menos por ahora, esa posibilidad no se profundizará con ella durante las elecciones del año que viene.
El tema aparece como algo ineludible para el radar de Washington y es posible que haya estado en las mesas que el alcalde porteño compartió con distintos funcionarios.
Un sinfín de reuniones
La reunión con González fue la más importante del road show, porque es uno de los funcionarios que ha participado en todos los encuentros que han tenido con representantes del gobierno argentino. El encuentro inclutó a Lorenzo Harris, director de Brasil y el Cono Sur del Consejo Nacional de Seguridad y al secretario general porteño y de relaciones internacionales, Fernando Straface, que armó toda la gira.
"La Argentina puede ser protagonista de desafíos globales como la seguridad alimentaria, la transición energética y el cambio climático. Nuestros motores de crecimiento tienen un potencial enorme para generar trabajo y aumentar las exportaciones. Pero para aprovechar esta oportunidad, necesitamos un plan integral de desarrollo que podamos sostener en el tiempo, y un amplio consenso para llevar adelante las reformas que nuestro país necesita", tuiteó Rodríguez Larreta cuando salió de la Casa Blanca, con un libreto discursivo que linkea con dos ejes de su campaña: definir un plan de desarrollo de mediano y largo plazo y construir un acuerdo con el 70% del sistema político.
La gira comenzó el miércoles con segundas líneas del Departamento de Estado. Los primeros en recibirlos fueron José Fernández, subsecretario de Crecimiento Económico, Energía y Ambiente de la cancillería norteamericana y con Kevin O´Reilly, que fue coordinador de la Cumbre de las Américas y organiza la próxima cumbre de Ciudades en Denver.
Luego llegó el momento de reunirse con Brian Nichols, subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental y uno de los funcionarios de la cancillería norteamericana que sigue el vínculo con Argentina.
Del lado de la Casa Blanca están González, que recibió al alcalde porteño, y Kevin Sullivan, titular del Consejo de Seguridad Nacional que sólo ha mantenido diálogos con el presidente Alberto Fernández, el canciller Santiago Cafiero y el equipo económico que conduce el ministro Sergio Massa.
La hoja de ruta también incluyó una escala habitual para los visitantes argentinos. Se reunió con la titular del Consejo de las Américas, Susan Seagal y en ese marco se encontró con algunos jugadores del cabildeo norteamericano en América Latina. Estuvo con Ian Bremmer, fundador de Eurasia Group. Según lo definieron en el gobierno porteño es "uno de los politólogos más reconocidos del mundo".
La recorrida incluyó un paso por el Pentágono. El jueves fue recibido por Dan Erikson, subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental del Departamento de Defensa. La escena configuró un dato inusual, porque se trató de un gobernador argentino recibido por un alto funcionario de la estructura de Defensa norteamericana.
Erikson es uno de los encargados de definir la estrategia del Pentágono para América Latina y está por encima de los comandos regionales, entre ellos, el Comando Sur, que ejerce la tutela y la injerencia militar norteamericana en todo el continente americano. Según explicaron en un comunicado, se reunieron "para dialogar sobre seguridad y defensa en la región y la necesidad de profundizar la cooperación en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado".
No estuvieron afuera de la gira los grupos de estudios y de cabildeo sobre la relación bilateral. Encabezó una "sesión conjunta con los think tanks Wilson Center, Inter-American Dialogue y Atlantic Council" y después visitó el Capitolio. Se encontró con el senador republicano Bill Casidy y luego con el demócrata Tim Kaine.
Otro de los hitos relevantes de la recorrida fue el encuentro con el excanciller John Kerry, enviado especial para el Clima de Biden. Fue un reencuentro porque ambos ya estuvieron juntos durante la visita anterior que Rodríguez Larreta realizó a Washington el año pasado.
Hubo un espacio para la movilidad desde la gestión y los negocios. Entre jueves y viernes se encontró con Pete Buttigieg, secretario de Transporte norteamericano y luego con Peter Yu, el accionista mayoritario de la aerolínea low cost Flybondi, una de las empresas que desembarcó en Argentina durante la era Macri.