Cristina Kirchner busca repetir el esquema de 2019 y Alberto Fernández junta apoyos para evitar que lo marginen
El acto de reaparición de la vicepresidenta Cristina Kirchner fue el primer paso de un recorrido que la llevará en las semanas siguientes a recuperar la centralidad en el peronismo y empezar a delinear el armado electoral para 2023 con un esquema que podría repetir el que usó en 2019 para crear el Frente de Todos, aunque esta vez sin el presidente Alberto Fernández.
Cristina Kirchner encabezará otro acto el 17 de noviembre por el "Día del Militante" que, sumado a su reciente aparición en el congreso organizado por la UOM y a la defensa política que realizarán sus seguidores cuando avance en las próximas semanas la última etapa del juicio "Vialidad", la devuelve al centro de la escena. El Frente de Todos vuelve a girar a su alrededor sobre el final del año.
En paralelo, la vicepresidenta menosprecia con gestos a Fernández. El pasado viernes ante la UOM, reivindicó su decisión de armar el Frente de Todos en 2019 sin hacer la mínima mención al Presidente. Un día después, el diputado Máximo Kirchner repitió el ninguneo en una cumbre del PJ bonaerense, pero con el plus de la crítica a quienes "se valen de una construcción colectiva" para iniciar luego "una aventura personal".
De las declaraciones de ambos se desprende la intención de mantener la unidad de los distintos sectores del peronismo y agrupaciones aliadas lograda en 2019, pero sin Fernández, con quien la relación está rota. "Pareciera que lo quieren dejar afuera de todo y armar ellos con el resto del peronismo", analizó una fuente del oficialismo consultada por iProfesional.
Cristina Kirchner y la estrategia de 2019: ¿Alberto Fernández se queda afuera?
Esa hipótesis se nutre también del intento por suspender las elecciones primarias (PASO) de 2023 que abonaron gobernadores del peronismo y una parte del kirchnerismo y que, para Fernández, implicaría la cancelación de cualquier intento por buscar su reelección y lo dejaría con escasas posibilidades de poder influir en el armado de las listas.
Entre el rechazo del Presidente, la falta de consenso interno y el inminente fin del año parlamentario el próximo 30 de noviembre, ese plan parece cada vez parece más lejos de concretarse. La vicepresidenta ni siquiera mencionó el tema pero con las cosas que sí dijo y que profundizó su hijo dio a entender que la estrategia de bajar al Presidente de cualquier amague de reelección y correrlo del armado electoral está en curso.
Si lograra ese objetivo, Cristina Kirchner podría repetir el sistema que usó en 2019 para crear el Frente de Todos, ese mismo que dijo que no se arrepiente de haber adoptado: acordar ella con cada gobernador, intendente o referente territorial del peronismo los nombres que irán en las listas de diputados y senadores nacionales y provinciales.
En 2019, mientras el gobierno de Mauricio Macri se desgastaba, la entonces senadora anunció en mayo (3 meses antes de las PASO) que sería candidata a vicepresidenta, con Alberto Fernández como presidente y, tras ello, el resto del peronismo se alineó y acordó con el espacio de Cristina Kirchner las listas de cada jurisdicción.
En 2023 el esquema podría repetirse, con el ministro de Economía, Sergio Massa, incluido en la mesa de negociación. La vicepresidenta no coincide del todo con él en la orientación económica, pero evita romper esa relación y, según supo este medio, conversan seguido sobre las medidas.
Gestión y gobernabilidad: la resistencia de Alberto Fernández
Fernández no ignora los planes de su incómoda socia y por eso no dudó en salir a responder a las críticas de Máximo Kirchner, como tampoco lo hizo antes al rechazar la eliminación de las PASO. El Presidente intenta revalidar su lugar en la alianza y evitar que lo dejen afuera del futuro Frente de Todos.
Fernández cree que el kirchnerismo lo trata injustamente. Quiere que se le reconozca "la gestión" y el haber hecho frente al impredecible evento de la pandemia, algo que suelen resaltar los funcionarios y colaboradores que transitan los pasillos de la Casa Rosada ante cada consulta.
"La que le tocó a este muchacho no se la desearía a ningún presidente. Hay que gobernar cuando te sorprende una pandemia ni bien asumís y después una guerra", deslizó ante iProfesional un funcionario del sector "albertista".
En esa línea se inscribe también la dura respuesta del ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, a Máximo Kirchner al señalar que los más críticos del Presidente "hace rato que no toman una decisión" relacionada a la gestión diaria y al considerar que "el Presidente tiene que ser candidato" a la reelección sin que ello le impida a Cristina Kirchner presentarse si también quiere.
En el sector del oficialismo más cercano a Alberto Fernández consideran que sostener la expectativa sobre la reelección es necesario para la gobernabilidad. Por otra parte, también es útil para resistir las embestidas internas y defender su lugar en la alianza.
Apoyo se busca: un gobernador y una foto sugestiva
En esa puja, el mandatario también recolecta algunos apoyos que trasciende a los ministros del Gabinete más leales, como Aníbal Fernández. Uno de ellos provino este lunes del gobernador de San Juan, Sergio Uñac, con quien compartió un acto de entrega de viviendas en esa provincia.
"Yo estoy dispuesto a que trabajemos codo a codo en lo institucional y lo político para que cada uno de los hechos que han transformado la vida de los sanjuaninos empiecen a ser un motivo de agradecimiento de San Juan para un presidente que se la jugó por todos los sanjuaninos, pero especialmente por los que más necesitan", le dijo Uñac a Fernández.
Ante ese respaldo, el Presidente respondió: "Con Sergio hablamos un mismo idioma y tenemos las mismas preocupaciones", indicó. Además, volvió a poner el acento en su gestión: "Tengo la tranquilidad de la tarea cumplida".
En tanto, el viernes pasado el mandatario estuvo en el partido bonaerense de Esteban Echeverría con el intendente Fernando Gray, donde también entregaron viviendas. Si bien no fue una reunión trascendente, sí tiene un fuerte simbolismo en el marco de la interna que libra con el kirchnerismo al igual que los dichos de Uñac.
Gray fue el único de los intendentes del conurbano que integran el Frente de Todos que se opuso públicamente al desembarco de Máximo Kirchner en la presidencia del PJ bonaerense. Con campaña en redes sociales y varias presentaciones judiciales, el jefe comunal llevó a cabo una rebelión unipersonal contra el líder de La Cámpora y la distancia se mantiene.
Alberto Fernández y Cristina Kirchner: ¿pueden ser ambos candidatos?
En medio de la pelea, Alberto Fernández y Cristina Kirchner coinciden en una cosa: ambos quedaron anotados como posibles candidatos presidenciales para 2023 sin que ello implique que tengan una aspiración real.
A pesar de su coqueteo con la reelección Fernández ya avisó: "Si para ganar me tengo que excluir, me excluyo, lo hago, soy parte de un proyecto político". Lo expresó en medio de la presión del kirchnerismo, en declaraciones a una radio afín a ese espacio político.
Por ello en la Casa Rosada hay quienes consideran que alentar una posible candidatura tiene que ver más con una necesidad política de cuidar la gobernabilidad y evitar que su gente sea marginada del armado electoral, que con una aspiración real que no tiene apoyatura en ninguna encuesta ni en una estructura fuerte más allá de la que le proporciona el Movimiento Evita y parte de la CGT.
En tanto, el juego del misterio que inauguró Cristina Kirchner el pasado viernes sobre su propia candidatura al afirmar que ella va a "hacer lo que tenga que hacer" en 2023 para tratar de ganar las elecciones es funcional al intento de volver a ubicarse en el escenario principal del peronismo para avanzar en el armado político para 2023.
El propio Máximo Kirchner le había bajado el tono a una eventual candidatura presidencial de su madre apenas dos semanas atrás. La opción de que sea finalmente candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires -donde el kirchnerismo aspira a blindarse- en la cual coincidían incluso dentro de su propio espacio hasta hace muy poco no dejó de estar sobre la mesa.
Pero el aviso que dejó la vicepresidenta entusiasma a su militancia y obliga al resto de los dirigentes del Frente de Todos (gobernadores, intendentes y hasta al propio Massa) a estar atentos a sus movimientos. Nadie espera una definición el próximo 17 de noviembre. Pero la expectativa sirve para construir poder dentro de la alianza.
Un dato sobresaliente es que el año pasado Cristina Kirchner le cedió a Fernández el protagonismo en el acto por el "Día del Militante" en Plaza de Mayo y allí el Presidente mencionó por primera vez su idea de que todos los candidatos del Frente de Todos para 2023 surjan de las PASO. Ahí empezó la disputa actual.
Entre los amagues de Alberto Fernández y el misterio de Cristina Kirchner lo que se desarrolla es en definitiva es una pulseada por el control de la lapicera que anotará los nombres en las listas de 2023.