Confidencial | ¿La carrera hacia el 2023 empezó muy pronto?: los riesgos de la estrategia de desgaste
Las candidaturas para las elecciones presidenciales del 2023 se precipitaron, en un país destruido por donde se lo mire, la ansiedad por mostrarse presidenciables, hizo que todos anticiparan su juego y se expusiesen al desgaste mutuo a lo largo de los meses. Incluso, al autodesgaste, porque mantener la coherencia argumental a lo largo de tantos meses, no es fácil en estos tiempos.
Por primera vez, Alberto parece haberle ganado a Cristina. La negativa del presidente a impulsar en el Congreso la ley de derogación de las PASO, terminó por el aparente abandono de la iniciativa kirchnerista, dado que su fuerza merma innegablemente: no puede sancionar la norma si parte del peronismo se desentiende, como los legisladores del Movimiento Evita.
En el proceso de desgaste, es cierto, no requiere demasiado empeño mellar la imagen de Alberto: "No, de eso no nos vamos a calentar, él se ocupa solo (carcajada), el problema es que en una primaria, donde el espacio va a tener poco voto, ir dividido nos pone en alto riesgo de papelón", dice un estratega peronista.
No es una lectura tan errada. Si como muestran las encuestas, no más del 30% del electorado piensa inclinarse por el Frente de Todos, si hay dos o tres candidaturas, lo probable es que, incluso el ganador, no saque más del 17% o 18%. Y un resultado como ese, es sabido, genera una catástrofe electoral en la general.
"El problema es como le haces entender a este tipo (por el presidente) que no tiene ninguna chance de reelegir, él quiere probar, no tiene nada más que perder", dice la misma fuente.
También es cierto, el oficialismo no tiene un candidato, salvo que Cristina se le juegue y vaya, como insinuó en el acto de la UOM el viernes, caso en el cual su único rival sería el propio Fernández.
¿Habrá internas en el oficialismo y la oposición?
"¿Vos te imaginás una interna entre presidente y vice? Se van a matar, Cristina lo va a hacer pedazos", dice un funcionario que representa a La Cámpora. Ya lo advirtió Máximo el sábado en el Congreso del peronismo bonaerense, el espacio tiene una estructura y las "aventuras personales" no están bien vistas.
Del otro lado, en Juntos por el Cambio, la intensidad de la batalla se alcanzó mucho antes que la campaña se largase, y los enfrentamientos más duros, son entre dos precandidatos del PRO: Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.
"La Piba" esta furiosa. Dice que la operan. Que Larreta tiene un ejército de trolls que la hostiga, que además tiene un ejército de funcionarios que se articulan para salir a pegarle por los canales de televisión, y que el jefe de Gobierno porteño usa recursos del estado local para todo eso. Algo que, en la campaña de las elecciones de medio término de 2021, ya había esgrimido Facundo Manes cuando batalló contra Diego Santilli, el "pollo" de Larreta en provincia.
Hasta acá, los gestos de batalla de Bullrich parecen calculados. Incluso la amenaza de golpiza a Felipe Miguel, es parte de la composición de un personaje de dura y valerosa, que refuerza lo que el sector social que la apoya quiere escuchar de ella.
"Lo que pasa es que Patricia no tiene un núcleo duro, porque los que lo compondrían todavía dudan entre ella y (Javier) Milei. Hasta que no lo consolide, no puede aflojar en su papel, al contrario", explican en sus cercanías. Allí, también esperan que quienes integran la masa de votantes de Juntos, aunque mas moderados, la voten luego por decantación, si se impone en la primaria. "Si ella gana ¿a quien van a votar los larretistas?. No tienen donde ir que no sea Patricia".
Por otro lado, en las huestes del "Pelado", sufren horrores por los embates de la piba. Todo es muy complejo. Deben gobernar la Ciudad y hacerlo bien para no perder la base electoral porteña, y además, con el poco presupuesto que le dejaron los K, después del arrebato que todavía está en la Corte.
Crisis dirigencial y desgaste
Salir a defenderse de la acusación de Bullrich de usar fondos públicos en la campaña, es permitir que el tema se instale y eso no es conveniente. Ponerla a la "Piba" en el lugar de "salvaje irracional" tampoco parece, en este caso, una buena estrategia, porque justamente, es tiempo de preferencias por este tipo de personajes.
De modo que la situación es compleja. "Horacio no quiere la confrontación directa, no se siente cómodo con eso, y la irracionalidad que encuentra en Patricia lo saca de foco. Como que le adelantó la pelea de fondo, porque tenerla a ella enfrente en la primaria, es como tener que pelear con los K antes de tiempo, el modo de hacer política de Bullrich se parece mucho al del kirchnerismo".
Los cierto es que el proceso de desgaste de los candidatos empezó demasiado pronto, posiblemente guiado por la crisis dirigencial y la falta de rumbo económico, pero también, por las ansiedades y las ambiciones personales. La carrera está en marcha y ahora el juego, será ver a quien daña menos ese desgaste.