Más presión para Massa: pese al IFE 5, el kirchnerismo insiste con un nuevo "refuerzo de ingresos"
En paralelo a la inscripción para cobrar el "bono" (popularmente conocido como "IFE 5") para personas sin ingresos, el kirchnerismo avanza en el Senado con el proyecto de ley que propone implementar un "Refuerzo de Ingresos" mensual para quienes están por debajo de la línea de indigencia y anticipa un posible cortocircuito con el plan del ministro de Economía, Sergio Massa.
La iniciativa fue presentada en agosto pasado por la senadora Juliana di Tullio, una de las más allegadas a la vicepresidenta Cristina Kirchner, como alternativa al "Salario Básico Universal" que había impulsado el sector del dirigente social Juan Grabois y que fue descartado en atención al ajuste fiscal que se propuso el Gobierno tras la fuerte crisis de julio.
De acuerdo a la agenda del Senado, el proyecto será debatido el próximo miércoles por la tarde en una reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social que encabezan Ricardo Guerra y Di Tullio, respectivamente. Fuentes parlamentarias consultadas por iProfesional señalaron que la intención del oficialismo es darle dictamen ese mismo día y dejarlo listo para su eventual votación en el recinto.
Así, la tropa legislativa de Cristina Kirchner avanzará con su propio proyecto a pesar de que el "bono" de $45.000 pesos que lanzó Massa junto con la ANSES (para el cual se inició la inscripción este lunes) intenta cumplir con la ayuda que había reclamado la vicepresidenta para el sector más vulnerable ante la inflación.
Y es que la diferencia central entre la medida adoptada por Massa y el proyecto del kirchnerismo es que el "bono" se pagará en dos cuotas en noviembre y diciembre, mientras que el "Refuerzo de Ingresos" sería una prestación mensual no contributiva equivalente al valor de la Canasta Básica Alimentaria que alcanzaría a más de 2 millones de personas, durante al menos un año.
La diferencia entre "IFE 5" y "Refuerzo de Ingresos": ¿problema para Massa?
Los matices entre proyecto del oficialismo del Senado y la nueva asistencia para personas sin ingresos podrían tener su impacto en una cuestión central para el plan económico de Massa: el cuidado de los gastos del Estado en aras de alcanzar el equilibrio fiscal comprometido con el FMI.
El llamado "IFE 5" consiste en dos pagos de $22.500 que se realizarán en noviembre y en diciembre y contempla una larga lista de requisitos excluyentes, como no tener ingresos laborales ni haber percibido depósito de dinero alguno en los últimos meses, además de carecer de bienes registrados o de cualquiera de planes sociales que ya brinda el Estado.
En tanto, el proyecto de Di Tullio plantea un pago mensual por un "monto igual al valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) de un adulto informada por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC)", estipulada al mes de septiembre de 2022 en $18.359.
Además, las condiciones excluyentes para cobrar el nuevo "bono" suponen un universo de beneficiarios más acotado en comparación con el proyecto de "Refuerzo de Ingresos", el cual intenta llegar a todas las personas que no llegan a cubrir la canasta de alimentos, consideradas "indigentes": serían 2.568.671 personas, según la última Encuesta Permanente de Hogares del INDEC.
Tanto en la Comisión de Trabajo del Senado que preside Di Tullio como en el Ministerio de Economía evitaron responder ante las consultas de este medio si el intento del oficialismo por avanzar con este proyecto fue consensuado o no por esas dos áreas, en momentos en que vuelven a surgir diferencias en el Frente de Todos sobre el rumbo de la política económica.
Bono: ¿qué dice el proyecto de "Refuerzo de Ingresos"?
Concretamente, el proyecto de Di Tullio establece "una prestación monetaria mensual no contributiva y de alcance nacional" equivalente a la Canasta Básica Alimentaria de un adulto y podrán solicitarlo "las mujeres de entre 25 y 59 años y varones de entre 25 y 64".
Algunas de las condiciones que plantea la iniciativa para acceder a ese beneficio coinciden con las del nuevo "bono", como no percibir prestación por desempleo o programas como el Progresar, el Potenciar Trabajo o la Tarjeta Alimentar, ni tampoco jubilaciones, pensiones o retiros de carácter contributivo o no contributivo.
El beneficio "será de carácter temporal" por el período de un año, durante el cual la autoridad de aplicación de la ley (que será la Anses) verificará si hubo o no cambios en las condiciones de vida de la persona que perciba el Refuerzo de Ingresos. En caso de no registrar mejoras, se podrá renovar el beneficio, según establece el proyecto.
En ese marco, la iniciativa crea el Registro Nacional del Refuerzo de Ingreso (ReNaRI), donde serán inscriptas las personas que accedan a esta prestación monetaria para que la ANSES realice el seguimiento de su situación socioeconómica. Además, en ese registro los beneficiarios deberán acreditar "la realización de consultas médicas anuales de acuerdo a su género y edad".
La iniciativa faculta también al organismo encargado de la seguridad social para actualizar "de manera trimestral, en caso de ser necesario, el importe de la prestación monetaria" con el fin de que siempre iguale al precio de la canasta alimentaria.
Los argumentos y la clave del impacto fiscal
Cuando el proyecto se presentó en agosto pasado los senadores del Frente de Todos subrayaron que el Refuerzo de Ingresos tendría un costo fiscal del 0,09% del PBI para lo que resta del 2022 y del 0,44% para el año próximo, en caso de que se apruebe la ley.
No se descarta que en la reunión de comisiones del próximo miércoles haya alguna revisión de esos números a la luz de los cálculos estipulados en el proyecto de Presupuesto 2023 que será sometido a votación este martes en la Cámara de Diputados y que no contempla, al menos hasta ahora, la implementación de un refuerzo mensual de ingresos para más de 2 millones de personas.
El objetivo central del proyecto según explicaron oportunamente los senadores del kirchnerismo es reducir la indigencia "garantizando el acceso a una adecuada alimentación de las personas que se encuentren en situación de extrema vulnerabilidad".
Respecto de los posibles beneficiarios y las condiciones, señalaron que "se busca cubrir a la franja etaria que no está alcanzada por otros programas sociales entendiendo que las personas que quedan por fuera de ese rango pueden acceder a Asignación Universal por Hijo y Progresar o ya han cumplido la edad jubilatoria y por lo tanto se presume que tienen cubierta la canasta básica alimentaria".