Confidencial | Presidenciales 2023: este es el combo electoral peronista, en un escenario cada vez más complejo
La complejidad de la situación en la que se encuentra el Peronismo, especialmente en materia de potencial pérdida de poder, exige una ingeniería compleja para minimizar los daños.
Si cada una de las diferentes estrategias que el Movimiento elucubra para las elecciones de 2023, consiguen combinarse y articularse, explicarle al ciudadano el desarrollo de los comicios del año próximo, será al menos complejo.
Como es clásico cuando no hay tracción desde el primer paño de la boleta, la que lleva el candidato a presidente, los gobernadores peronistas piensan en desdoblar las elecciones, básicamente, adelantarlas, para que el desafío sea propio y no quedar atados a la mala fortuna del candidato fallido al Sillón de Rivadavia. Por lo tanto, habrá elecciones todo el año.
Por otro lado, algunas provincias que habían incorporado el sistema de primarias, lo derogaron o suspendieron o piensan hacerlo. Y otras que, además, habían dejado de lado el sistema de "lemas", lo retomarán.
Un sistema electoral que promete mayor complejidad
De modo que, si bien los sistemas electorales de cada Estado siempre han sido diferentes, ahora esas diferencias van a complicarse más.
Todo ello sin contar que algunos distritos, como Córdoba y Santa Fe, mantendrán un esquema diferente de modo de emisión del sufragio: los dos tienen boleta única, pero con diferentes características.
"Acá es sálvese quien pueda, esto a nivel nacional va ser un desastre, una masacre, hay que salvar el mayor porcentaje de poder posible y eso está relacionado con el Congreso, pero especialmente, con las provincias, no es personal es por futuro del peronismo", se excusa un líder provincial que proclama que primero está el Movimiento, pero que en realidad observa su "belleza" en los espejos de agua, cual Narciso.
No es lo único que temen en el peronismo
Una de las bases del Movimiento es el poder sindical, apalancado principalmente en el sistema electoral interno que hace que cada gremio sea una suerte de reinado inalterable y hasta sucesorio: los hijos se quedan con el poder de los padres cuando estos se retiran.
"Si la que gana es la (Patricia) Bullrich nos va a hacer mierda, va a cambiar la ley y nos va a armar elecciones en todos los gremios, nos desarma todo. Por eso, no se si está bien que desgasten al Pelado (Horacio Rodríguez Larreta), el no nos va a tocar, va a tranzar" dice un sindicalista que teme que "la Piba", que siempre tuvo entre ceja y ceja la democracia sindical, impulse un proyecto del estilo de la "ley Mucci" del gobierno de Raúl Alfonsín, pero en este caso éxito.
Por entonces, la iniciativa del viejo líder radical, ganó en Diputados y perdió por un voto en el Senado. Pero si Juntos se impone en la próxima elección, dadas las mayorías como están hoy en ambas Cámaras, por primera vez en la historia, el no peronismo tendrá el control del Congreso, tanto en el Senado como en Diputados. Cualquier ley enviada por el Ejecutivo, sería aprobada.
Dentro del peronismo también, se ve la movida de la toma de los colegios en la Ciudad, como un operativo de desgaste a Rodríguez Larreta. "Es el kirchnerismo, que cree que le conviene confrontar con una extremista como Patricia y no con un moderado como Horacio. Pero es un error, vamos a perder con cualquiera, mejor que sea el Pelado que es conversable", explica el referente sindical.
La posible derogación de las PASO suma otra complicación
Pero volviendo al barullo electoral que vamos a vivir el año próximo, la posible derogación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, suma otra complicación. Si así ocurriese, Juntos tiene casi decidido que irá a internas de otro modo, por fuera del sistema electoral regulado, como lo hizo la Alianza en 1999, cuando Fernando De la Rúa derrotó a Graciela Fernández Meijide, o, yendo más atrás, como cuando en el peronismo, Carlos Menem le ganó la postulación presidencial a Antonio Cafiero.
Con lo cual habrá una interna no regulada por la Justicia que requerirá de una capacidad organizativa fabulosa y de la voluntad del elector de ir a votar, lo que le da ventaja a los aparatos partidarios. Cuando el voto no es obligatorio, los grupos de gente que los dirigentes conducen a piacere, cobran una relevancia que no tienen cuando todos deben votar. Eso claro, le da una ventaja al radicalismo, en especial en el interior.
"Va a ser el momento de aceitar el aparato a full, si no le ganamos la interna al PRO en esta, no se la ganamos nunca más. Y si se la ganamos, tenemos presidente radical y los absorbemos definitivamente", se emociona un operador del Comité Nacional, cercano a Gerardo Morales.
En definitiva, será un rompecabezas. Para esa gran interna opositora, las partes deberán ponerse de acuerdo en un Reglamento Electoral complejo qué conforme a todas las partes, un primer paso nada sencillo.
Habrá que prepararse para un año electoral intenso, con el peronismo sintiéndose derrotado y temeroso de que se desarmen todas sus estructuras de poder, y esa sensación, siempre, puede deparar sorpresas complicadas.