Quién es el "Moyano del neumático" que lidera la guerra sindical contra Fate, Pirelli y Bridgestone
"Somos un gremio nacional en el que hay un amplio espectro político. Pero si tenemos que definirnos de alguna forma, somos clasistas: cuando vamos a un conflicto, lo hacemos hasta que conseguimos lo que reclamamos", afirmó Alejandro Crespo, el líder del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (Sutna). Y vaya si lo hace: Hace unos cuatro meses la actividad de la industria de las cubiertas vive una progresiva paralización por la falta de acuerdo de la paritaria 2021-2022 y el reclamo de un aumento del 200 por ciento de los sábados y domingos.
El conflicto tuvo su punto cúlmine a mediados de la semana pasada, cuando Crespo y otros ochos dirigentes rechazaron la repetida oferta empresaria y decidieron ocupar las oficinas de la sede del ministerio de Trabajo, ubicada en Callao al 100, hasta donde habían llegado trabajadores de las plantas de Bridgestone, Fate y Pirelli. Los sindicalistas estuvieron casi tres días en las oficinas de la cartera laboral, en una medida que generó interrogantes sobre quién es Alejandro Crespo.
El secretario General del Sutna nació el 12 de noviembre de 1975 y en 2004, a los 29 años, empezó a trabajar en Fate, en la fábrica de San Fernando, donde ingresó gracias a su padre. Afiliado al Partido Obrero, no tardó en sobresalir entre sus compañeros y comenzó a participar activamente en asambleas como así también en plenarios y congresos partidarios en los que citaban textos como el Manifiesto Comunista de Karl Marx y La Revolución Permanente de León Trotsky, libros de cabecera dentro del PO.
Desde la Izquierda a la conducción nacional del gremio
En 2007 encabezó la recuperación de la seccional de San Fernando del gremio. Al año siguiente, en Fate se desató un conflicto cuando un grupo de operarios, al revisar sus recibos de sueldo, descubrieron descuentos que les aplicaban por el impuesto a las Ganancias.
Crespo fue el principal impulsor de esas demandas. En 2012, la Lista Negra ganó la conducción de la seccional San Fernando y, cuatro años después, derrotó por casi el 60 por ciento de los votos, al secretario General Pedro Wasiejko -referente de la CTA de los Trabajadores que encabeza Hugo Yasky-. Con el apoyo de sectores peronistas del sindicato, el año pasado fue reelecto con más del 73% de los votos, imponerse en todas las seccionales.
De buena relación con el camionero Pablo Moyano, Crespo tiene como aliados a dirigentes Néstor Pitrola, Romina Del Pla (enfrentada al docente Roberto Baradel), Eduardo Belliboni y el ferroviario "Pollo" Sobrero. Por el peso que tiene, el Sutna hoy es uno de los principales sindicatos que conduce la izquierda. Sus críticas a la "burocracia sindical" generan el rechazo de dirigentes como Héctor Daer, Carlos Acuña, José Luis Lingeri o Gerardo Martínez.
El sindicato de neumáticos comenzó sus actividades en 1952 y, actualmente, cuenta con alrededor de 5.000 afiliados en todo el país. La mayor parte de sus trabajadores son empleados de las empresas Fate, Bridgestone y Pirelli, principales marcas fabricantes de cubiertas en Argentina.
Asegura que "no queremos cooperativas"
Crespo sostiene que "los obreros dentro de su ADN tienen el Cordobazo, la experiencia de lucha que puede desatar una gran reacción de los trabajadores en defensa de sus intereses". Para algunos observadores, el líder del Sutna cuenta con un discurso combativo que, hasta el momento, le venía dando resultados en las negociaciones paritarias.
Su llegada a la secretaría General se dio en coincidencia con el arribo de Mauricio Macri a la Casa y con un kirchnerismo cuestionado. Como en todos los ámbitos, los seguidores lo alientan y sostienen que cada medida de fuerza es decidida por el conjunto de los trabajadores en las asambleas que se realizan por turno y en cada fábrica. De la vereda de enfrente, le critican su postura poco dialoguista y hasta "extremista".
Por las dudas, Crespo aclara: "No queremos cooperativas, solo las entendemos como una herramienta válida cuando los empresarios se van y dejan librados al azar a los trabadores y se pierden los empleos; nosotros entendemos el rol capital-trabajo y vemos", y remarca: "Por otra parte, está la pelea política para que la clase trabajadora legue al poder, pero esa es otra discusión".