Massa vuelve de EE.UU.: ¿alcanzará el apoyo del FMI para pasar los 4 desafíos que le esperan en una semana caliente?
En su paso por Estados Unidos el ministro de Economía, Sergio Massa, consiguió la pre aprobación de la segunda revisión del acuerdo con el FMI y el apoyo político a su plan que fue a buscar, pero en el frente interno le queda todavía un largo recorrido donde la inflación y el clima político del Congreso pueden dejar rápidamente atrás sus primeros logros.
La presentación del jefe de Gabinete, Juan Manzur, en la Cámara de Diputados el próximo miércoles al mismo tiempo que se dará conocer el índice de inflación de agosto (estimado alrededor del 6%); el ingreso del proyecto de Presupuesto 2023 al Congreso y el debate sobre el Consenso Fiscal son los cuatro desafíos que le esperan a Massa a su regreso al país y se darán en apenas dos días.
En las horas previas a emprender el regreso a la Argentina, en el Ministerio de Economía había optimismo de cara a este escenario y no lo dramatizaban, según supo iProfesional. El balance que hacen de la gira es positivo y entienden que les da espalda para encarar lo que viene.
Sin embargo, el resultado de la ronda de reuniones que Massa mantuvo en Washington con el FMI, el Tesoro e inversores sirvió para enviar señales de calma financiera tras la tormenta de los últimos meses, mientras que la agitada agenda local que lo mantendrá ocupado esta semana está atada a la economía doméstica y enroscada en la pulseada política entre el Gobierno y Juntos por el Cambio.
Y así como el acuerdo entre la Argentina y el FMI alcanzado a principios del año no le aseguró un tránsito sencillo al ex ministro de Economía Martín Guzmán ni al Gobierno del presidente Alberto Fernández, el nuevo apoyo del organismo y del establishment político-económico de Estados Unidos a Massa tampoco son garantía para Massa de cara a lo que viene.
Massa y el apoyo del FMI: ¿puede influir en el debate del Presupuesto?
Al desembolso por más u$s3.000 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Massa le sumó el apoyo político que implicó su reunión fuera de agenda con la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, y su asesor David Lipton, minutos antes de su encuentro con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
Con ese empujón, el ministro y tercer socio del Frente de Todos se dirigió a la reunión de poco más de dos horas que mantuvo con Georgieva y salió de allí con la aprobación preliminar de la revisión sobre la metas del segundo trimestre, que le habilita al país un desembolso de alrededor de u$s4.000 millones para pagar los próximos vencimientos.
Además de dejar encaminado el acuerdo que resta por parte del staff del FMI para cerrar formalmente el trámite, Georgieva también le dejó a Massa una felicitación pública por "los fuertes pasos que él y su equipo económico han tomado para estabilizar los mercados y revertir un escenario de alta volatilidad", según indicó la titular del FMI.
En un comunicado oficial, la titular del organismo destacó los "avances" de la gestión en áreas como los "parámetros fiscales" para asegurar una reducción del déficit primario al 1,9% del PBI en 2023, la "acumulación de reservas", el "marco macroeconómico" y el "marco de la política monetaria", considerado clave para "el combate contra la inflación".
La definición del organismo servirá de palanca para el proyecto de Presupuesto 2023 que ingresará el jueves a Diputados, porque el cálculo de gastos e inversión se elaboró bajo la premisa de cumplir con las metas pactadas con el FMI.
Si bien por el momento no está previsto que Massa concurra a presentar el proyecto ese mismo día (dado que habrá sesión en el recinto por el Consenso Fiscal) y es más probable que eso ocurra la próxima semana, según evaluaron fuentes parlamentarias ante iProfesional, el apoyo del FMI será el pilar sobre el cual se apoyará el oficialismo para defender el proyecto.
Los primeros números del Presupuesto: ¿cómo se para la oposición?
En el borrador del proyecto de Presupuesto 2023 figura un crecimiento económico estimado para el año próximo de 3 a 3,5%, una inflación del 60% y, en el espíritu de cumplir lo pactado con el FMI, un déficit primario de 1,9% del PBI, sensiblemente inferior al de 2,5% previsto para el año en curso, además de una reducción de la emisión monetaria del 1% actual al 0,6%.
En la oposición no ignoran la importancia que tiene el apoyo del FMI en el marco del inminente debate sobre el Presupuesto, mucho menos aquellos que trabajan por llegar al Gobierno el año próximo.
No obstante, aclaran: "Es importante pero no definitorio". Así respondió una fuente de la bancada de Juntos por el Cambio consultada por este medio. En la oposición evitarán hasta último momento anticipar su postura y no descartan negociar cambios en la letra chica, a sabiendas de que el Frente de Todos no tiene mayoría suficiente y que el ala kirchnerista también puede condicionar al ministro.
A pesar del respaldo del FMI a la gestión de Massa, sobre el debate del Presupuesto 2023 seguirá sobrevolando el fantasma del rechazo que se dio en diciembre pasado ante el Presupuesto 2022 en medio de una fuerte pelea entre oficialismo y la oposición.
Los desafíos que le esperan a Massa
Un día antes de que ingrese el Presupuesto 2023 (que siempre es enviado al Congreso el 15 de septiembre) Manzur presentará su primer informe de gestión ante la Cámara de Diputados, a casi un año de haber asumido como jefe de Gabinete y luego de su debut el 2 de junio pasado en el Senado.
La presencia del ministro coordinador ante el pleno de Diputados y en medio del desencuentro total que viven el Frente de Todos y Juntos por el Cambio forma parte de los temas que mantendrán ocupado a Massa, porque su tarea en el recinto será defender la gestión económica del Gobierno ante los cuestionamientos de la oposición.
Manzur deberá responder a las 3.926 preguntas que recibió por escrito, un "récord histórico" según calificaron fuentes de Jefatura de Gabinete consultadas por iProfesional. Entre todas esas interrogantes que los diputados le hicieron llegar al Gobierno, más de 1.000 fueron dirigidas al Ministerio de Economía.
La situación de las reservas del Banco Central, el ajuste fiscal con recortes para distintos organismos del Estado (que el Gobierno niega y afirma que se trata de una "readecuación de partidas"), el estado de la deuda en pesos y la emisión son puntos centrales de ese temario.
Manzur tendrá que dar respuestas que, más allá del nivel de aceptación o no que reúnan en el polo opositor, permitan evacuar las dudas que todavía existen en el ámbito empresarial y en el mundo financiero. El resultado de la gira de Massa por Estados Unidos estará presente en su presentación.
Pero además, la exposición del jefe de Gabinete ante los diputados tendrá un aderezo picante: en la misma tarde el INDEC dará a conocer el índice de inflación de agosto, que las consultoras privadas estiman en el orden del 6%.
Inflación: ¿cuál es la importancia política del nuevo índice?
El dato de inflación será una especie de línea de largada para una de las patas más importantes del plan de Massa: mostrar en los próximos meses una baja sensible del Índice de Precios al Consumidor y una recuperación aunque sea leve del poder adquisitivo.
Si conseguir dólares para las golpeadas reservas del Banco Central y tranquilizar el mercado cambiario fueron un objetivo central desde su asunción -que siente en parte cumplido con su gira por Estados Unidos- la baja de la inflación es la obsesión hacia adelante.
En buena medida, lograr ese descenso fue la otra razón por las que el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner le entregaron a Massa el manejo de la economía en un momento límite para el Gobierno, con la campaña electoral a la vuelta de la esquina y una percepción social muy negativa sobre la gestión según todas las encuestas.
El ministro lo entiende, según deslizan en el oficialismo, y por ello el próximo número de inflación podría marcar un antes y un después para su gestión. Más allá del respaldo por parte de todos los sectores del oficialismo, en especial de Cristina Kirchner, que logró exhibir hasta aquí y del apoyo político y económico que trajo de Estados Unidos, lo que estará bajo observación en adelante es si el índice de agosto se convierte o no un techo a los precios.
La reacción del Gobierno tras la publicación del nuevo índice de inflación tendrá un lugar de expresión en Diputados, mientras Manzur defienda la gestión en el recinto, pero principalmente pasará por el Ministerio de Economía, que deberá definir los próximos pasos para que Massa pueda mostrar si cumple o no con el mayor desafío que enfrentan él y todo el oficialismo.
Se debate el Consenso Fiscal: ¿logrará aprobarlo el Gobierno?
La semana caliente de Massa no termina ahí. El jueves, un día después del dato de inflación y de la presentación de Manzur, la Cámara de Diputados no solo recibirá el proyecto de Presupuesto 2023 sino que también debatirá el Consenso Fiscal.
La sesión especial fue convocada a pedido del Frente de Todos, que intentará convertir en ley el acuerdo firmado por Alberto Fernández y casi todos los gobernadores a fines de 2021 y que le da a las provincias la facultad de crear nuevos impuestos (como el de la herencia) y subir los que ya existen.
Si bien el tema entró al Congreso antes de que empezara la "era Massa", se trata de una pieza clave para la relación entre el Gobierno nacional y los gobernadores peronistas, en medio del ordenamiento fiscal que encara el ministro y que involucra a las transferencias para las provincias, bajo la mirada del FMI.
Y es que la posibilidad que el acuerdo le da a las provincias firmantes de subir el piso de los distintos tributos implica que los gobernadores tengan una mayor facultad para manejar sus ingresos y resguardarse del ajuste, para amortiguar así un posible impacto electoral.
El Consenso Fiscal firmado por todas las provincias salvo San Luis y la Ciudad de Buenos Aires ya fue aprobado por el Senado, en una votación que dividió a Juntos por el Cambio: buena parte de la UCR votó a favor y el PRO en contra.
Esto se debió a que las provincias gobernadas por el radicalismo (Mendoza, Jujuy y Corrientes) firmaron el Consenso Fiscal y sus gobernadores lógicamente empujaron ese voto favorable, a pesar de que sus socios del PRO no acompañaran. El oficialismo necesita que se repita ese escenario en Diputados para convertirlo en ley.
Con 118 votos propios (lejos de los 129 para abrir la sesión) el Frente de Todos confía en contar con el apoyo de los cordobeses que responden al gobernador Juan Schiaretti, pero sin los gobernadores radicales y sus diputados tendrá dificultades para lograr su objetivo.