¿Es o se hace?: Alberto Fernández y la desafortunada comparación entre el fiscal Luciani y Nisman
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"Hasta acá Nisman se suicidó. Espero que no haga algo así el fiscal (Diego) Luciani", dijo el Presidente Alberto Fernández al ser consultado por los periodistas que lo entrevistaban y recordaban la causa del fallecido fiscal que investigaba a Cristina Kirchner, en el marco de un supuesto acuerdo con Irán para proteger a quienes estaban siendo investigados por los atentados en Argentina sobre objetivos judíos.
Recordemos que el 18 de febrero del 2015, al cumplirse un mes de la muerte de Alberto Nisman, el actual Presidente de la Nación marchó junto a quienes reclamaban el esclarecimiento de lo sucedido la noche en la que el fiscal apareció muerto, justamente el día previo a la acusación formal contra Cristina en el Congreso.
¿Alguien puede pensar que el Presidente realmente quiso comparar a Luciani con Nisman? ¿Alguien puede creer que podría convenirle al oficialismo, oposición o partido extraterrestre que el fiscal que hoy acusa a Cristina aparezca muerto?
Entonces: ¿es o se hace? ¿Cómo comparar a dos hombres que para la opinión pública, están haciendo lo mismo, que es incomodar, y mucho a Cristina?
¿Puede haber indulto para Cristina Kirchner?
El Presidente también se refirió a la posibilidad del indulto a su vice: "La que no quiere pensar en un indulto es Cristina" aseguró al ser consultado sobre el tema. Horas antes, la titular del Senado había retuiteado un comentario de la cuenta de Oscar Parrilli que decía: "Para CFK ni indulto ni amnistía: justicia".
"Ellos se sienten cómodos en la guerra y el quilombo", le dijo a esta periodista una de las personas que le queda a Alberto Fernández dentro de su círculo de protección. "Ella está en su salsa. El Presidente la va a bancar porque todo es un disparate, la acusación contra Cristina también, y porque además no le queda otra".
¿La puede llegar a indultar aunque hoy públicamente diga que no? "Hasta que no haya condena firme no se puede. Pero, de todos modos, Alberto está conceptualmente en contra del indulto. Como especialista en Derecho no encuentra en general que esa sea una opción viable para los políticos. Siempre dijo que es algo de la antigüedad, algo que parece parte de los privilegios que tenían los reyes", añadió.
La biblioteca judicial se divide en torno al indulto para los políticos acusados en causas vinculadas a hechos de esta naturaleza. El artículo 36 de la Constitución Nacional y las convenciones realizadas por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y de los Estados Americanos (OEA), ratificadas por el Estado argentino, en el marco de la lucha contra la corrupción, aseguran que los delitos de este tipo no pueden ser indultados, conmutada la pena o amnistiados.
De todos modos, Cristina en lo público lo descartó de plano. Primero acordó con el maltratado por ella Oscar Parrili, que saliera con un tweet a negar la posibilidad del perdón, y luego retuiteó el comentario en su propia cuenta.
Ahora bien; más allá de la interpretación del Derecho y de la Constitución, si nos olvidáramos del debate sobre si se puede o no perdonar en delitos vinculados a hechos corruptos, el indulto es una facultad que tiene el Presidente en el caso de que existiera una condena firme. En principio, y de acuerdo a los tiempos del proceso judicial, la condena estaría lista para fin de año. Ya en 2023 se realizaría la lectura de los fundamentos y luego la vicepresidenta puede presentar su apelación ante la Corte. Con lo cual, para la definición en este sentido, Alberto Fernández ya no sería Jefe de Estado, salvo que se presentará en las próximas elecciones y ganará la pelea.
Alberto y Cristina no piensan igual
Cristina necesita del show para pensar en una candidatura que la resguarde bajo los fueros del Senado en un próximo período. "Sin este show están condenados a la derrota", afirman los albertistas. Como todo indica que para el próximo año la condena, si es que llega, no será definitiva, si Cristina fuera elegida para ocupar una banca en la Cámara alta, replicaría el caso de Carlos Menem, cuando los fueros le dieron el paraguas que necesitaba frente a la Justicia.
Mientras en la Casa Rosada se agarran la cabeza por el traspié cometido por el Presidente los funcionarios dividen sus opiniones sobre los efectos que provoca la puesta en escena de la titular del Senado. Por un lado, en un contexto altamente inflacionario como el que atraviesa la Argentina y frente a una escalada en los precios que no encuentra freno, no es tan rechazable que se hable de otra cosa. Pero por el otro, entienden que las acusaciones cruzadas de Cristina a unas 25 personas entre empresarios, políticos, jueces y fiscales no hacen más que embarrar: "pone mucho ruido cuando lo que necesitamos es paz", afirman algunos en los pasillos de Gobierno.
Hay otra lectura que tiene que ver con el gen kirchnerista: "ellos se sienten cómodos en la guerra y el quilombo".
El discurso de Cristina no fue más que para radicalizar a los propios. Los que están en la vereda opuesta asistieron incrédulos a un show que quedó muy lejos de ser una defensa y los que dudan se quedaron con una única sensación: solo se esconde un elefante en la calle San Martín llenando la calle San Martín de elefantes.
Gestos institucionales
Alberto y Cristina hablaron varias veces por teléfono en esta semana. El Presidente no quiere dejar abierta la posibilidad de una interpretación de falta de apoyo a su vice. Así lo demostró en el programa de televisión A Dos Voces. Sus hombres cercanos aseguran que va a realizar todos los gestos institucionales que señalen un acompañamiento en este sentido, aunque le pese. Tal es así, que por apoyarla dijo una barbaridad, casi sin tomar conciencia de la gravedad de sus dichos.
Tampoco esperaba que tan rápidamente su error fuera tapa de los principales diarios. De todos modos, y ajeno al impacto que tuvieron en los medios sus palabras, el Presidente dejó en claro que va a mantener lo dicho respecto a lo que piensa sobre los indultos en la política y aquello que sostuvo siempre frente a sus alumnos de la Facultad de Derecho.
En relación a la causa Vialidad señala cuestiones legales y políticas para rechazar la facultad del indulto. Las legales son las que tienen que ver con el artículo 36 de la Constitución Nacional explicadas en esta nota. Las consecuencias políticas, las vincula al malísimo mensaje que darían otorgando un favor de este tipo a su vice frente a las urnas y que el Presidente no podría resistir frente a ningún archivo.
De todos modos no estaría siendo el único… Sergio Massa dijo el 30 de septiembre de 2018 que los fueros parlamentarios mantenían a Cristina fuera de la cárcel, porque sin ellos "debería estar presa". ¿Fue un mensaje premonitorio el del líder del Frente Renovador? ¿Pensará hoy lo mismo siendo su ministro de Economía? ¿O le pasará como a Alberto?, que habiendo concurrido a las marchas pidiendo Justicia por Nisman hoy, casi inocentemente, deseó en público que "ojalá que a Luciani no le pase lo mismo"... ¿son o se hacen?.