Alberto Fernández buscará el apoyo de Biden: ¿lo acompañará Batakis a Estados Unidos?
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El viaje del presidente Alberto Fernández para reunirse con su par de Estados Unidos, Joe Biden, el 26 de julio cobró una importancia mayor a la que ya tenía debido a la difícil situación política y económica que atraviesa el Gobierno, razón por la cual la ministra de Economía, Silvina Batakis, podría sumarse a la comitiva.
Batakis participaría de la gira oficial por Estados Unidos según indicaron fuentes gubernamentales a iProfesional, aunque se terminará de definir en el transcurso de esta semana, según cómo evolucione la crisis cambiaria que disparó las cotizaciones del dólar.
La posibilidad de que la nueva ministra acompañe a Fernández a Washington es una señal de la importancia que tomó el encuentro con Biden desde que se confirmó, el 1 de junio pasado, hasta hoy, cuando el Presidente atraviesa el momento más difícil de su mandato por la crisis política y económica que detonó su pelea con la vicepresidenta Cristina Kirchner.
En el Gobierno consideran que la foto en el Salón Oval de la Casa Blanca junto a Biden será un espaldarazo político importante para Fernández, que tendrá la oportunidad de plantear lo que llaman la "agenda positiva" con Estados Unidos, que contempla temas como energía y cambio climático, centrales para la administración del presidente demócrata.
Además, la visita se dará en medio de una crisis económica que no es ajena al acuerdo que firmó la Argentina con el FMI, debido a las dudas del mercado financiero sobre la capacidad del Gobierno de cumplir con las metas de reducción del déficit. El tema no formaría parte de la agenda oficial, pero orbitará en el encuentro debido al peso determinante de Estados Unidos en el organismo de crédito internacional.
Alberto Fernández en Estados Unidos: ¿por qué iría Batakis?
Según trascendió en las últimas horas, Batakis tiene previsto reunirse en Washington con la directora gerenta del FMI, Kristalina Goergieva. En la cartera económica no confirman todavía el encuentro, pero no descartan que pueda producirse dado el complejo panorama con el que se encontró la nueva ministra.
Tras los anuncios que realizó en los últimos días referidos al objetivo de cumplir con el acuerdo y la idea de ejercer un mayor control sobre el gasto público para avanzar en la reducción del déficit fiscal comprometida con el Fondo Monetario, el mercado financiero local y el de Wall Street no le dieron tregua a Batakis.
Un encuentro mano a mano con la titular del FMI y un eventual respaldo de Georgieva a su plan -más allá del que ya le expresó días atrás- sería una señal más concreta para los actores del mercado que, en función de lo que se vio en los últimos días, todavía son escépticos frente al plan trazado por la nueva ministra.
Además, Batakis podría iniciar allí gestiones para contar con línea de financiamiento en dólares por parte de los organismos internacionales de crédito, otro elemento que el Gobierno necesita más que nunca dada la presión a la que se ven sometidas las reservas del Banco Central con una brecha entre el dólar oficial y el "blue" cada vez más amplia.
Alberto Fernández y Biden: "agenda positiva" y apoyo político
La reunión con Biden, que iba a realizarse el 25 de julio y se pasó para el martes 26 por cuestiones de agenda del mandatario norteamericano, será importante para Fernández por varios motivos.
El primero de ellos es la delicada situación política en la que quedó tras el cimbronazo de la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía, detonada por la prolongada pelea con la vicepresidenta Cristina Kirchner. Ahora, la obligada "tregua" entre ambos los tiene compenetrados en encarrilar la gestión, pero el daño está hecho y lo sienten.
Con una fuerte caída en las encuestas, una crisis económica que se profundiza y la repetición de protestas por parte de movimientos sociales y sectores sindicales, Fernández necesita un respaldo político que su reunión con Biden podría proporcionarle aunque más no sea por el simbolismo ineludible que tiene una imagen junto al presidente de un país central.
Por otro lado, el Presidente viene insistiendo -y lo hizo también durante su reciente participación en la Cumbre de las Américas- en la necesidad de encontrar mecanismos para que los países sudamericanos que son "proveedores de oxígeno", según el mandatario, puedan acceder a algún mecanismo que permita una suerte de canje de acciones climáticas por financiamiento.
El tema volvería a estar presente en la reunión bilateral con Biden, porque la cuestión del cambio climático forma parte de la "agenda positiva" que ambos países comparten. Se trata de una oportunidad para acercar posiciones y, tal vez, conseguir algún tipo de respaldo económico.
Allí figura también la cuestión energética. La guerra entre Rusia y Ucrania generó problemas en la distribución de gas y combustibles en todo el mundo y el Gobierno considera que puede haber allí una oportunidad de negocio para la Argentina. En paralelo, la posibilidad de atraer inversiones en materia de "energías renovables", otro punto de interés común entre Fernández y Biden.
La posición geopolítica de Argentina: ítem central de la agenda
Más allá de los puntos de contacto entre la administración de Fernández y la de Biden, la cuestión geopolítica es central para Estados Unidos y en este tema la Argentina cumple un rol que no pasa desapercibido para Washington.
Estados Unidos quiere bloquear la expansión de China en la región y busca ayuda de la Argentina en ese sentido. Para Fernández no es un tema fácil, debido a la gran cantidad de inversiones que el gigante asiático tiene en el país.
No obstante, el Gobierno podría aprovechar la ventaja comparativa que le da la reciente decisión del presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, de avanzar en un tratado de libre comercio entre ese país y China que es resistido tanto por la Argentina, como por Brasil y Paraguay, sus socios del Mercosur.
La posición de la Argentina frente a la invasión de Rusia a Ucrania también está en el menú de temas geopolíticos de Estados Unidos. El Gobierno ya condenó la acción militar de Vladimir Putin y, en principio, no tendría grandes dificultades en ese tema. Por el contrario, el pedido de paz es funcional a los reclamos argentinos por la situación económica global, que impactan doblemente en la frágil economía argentina.
Además, se trata de un tema que el canciller Santiago Cafiero, hombre de máxima confianza de Fernández, trata con cierta regularidad en conversaciones con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken. Ambos fueron dos de los actores centrales en el acercamiento entre Estados Unidos y Argentina.
La tarea previa -y más intensa- la llevaron a cabo el embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, quienes desde 2020 trabajan para conseguir una reunión bilateral que la Argentina no consigue desde la presidencia de Néstor Kirchner.
Por su parte, el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, Marc Stanley, jugó otro rol central. Desde que asumió a principios de este año, mantuvo reuniones con toda la dirigencia política de la Argentina, incluida Cristina Kirchner. La vicepresidenta también empezó a cultivar las relaciones con la potencia norteamericana después de los profundos desencuentros que protagonizó durante su gestión entre 2007 y 2015, a tal punto que, además de Stanley, tuvo en encuentro con Laura Richardson, comandante del Comando Sur de los Estados Unidos.