La CGT se movilizará el 17 de agosto por la crisis económica: ¿los gremios finalmente se enfrentarán al Gobierno?
La CGT decidió en una reunión de su mesa chica convocar a una movilización masiva para el 17 de agosto para protestar por la acelerada inflación, pero intentará que el mensaje encuentre un equilibrio entre el reclamo al Gobierno y la necesidad de canalizar el malestar que empieza a crecer en las propias bases del oficialismo.
Si bien los detalles de la marcha serán debatidos por el Consejo Directivo de la CGT el 21 de julio, la fecha se confirmó este jueves al término de una reunión en la sede de UPCN al igual que el itinerario: partirán desde Obelisco y terminarán en la Plaza del Congreso.
La elección del Congreso como escenario final de la protesta, según trascendió, no fue casual. La intención de la central obrera, en principio, es enviar un mensaje a toda la dirigencia política, oficialismo y oposición, para que trabajen en los consensos necesarios que permitan salir de la grave crisis económica que atraviesa el país.
De esta manera, la central gremial buscará que la primera protesta que llevará a cabo desde que asumió el presidente Alberto Fernández no sea leída únicamente como una muestra de malestar con el Gobierno, con el cual casi toda la cúpula sindical mantiene una buena relación.
Por ese mismo motivo, también apuntará contra los "formadores de precios", señalados en reiteradas oportunidades por el Gobierno y por referentes de la central gremial como responsables de la inflación.
La CGT vuelve a movilizarse: ¿busca canalizar el malestar de las bases?
La realización de esta marcha estuvo presente en la charla que varios popes de la CGT mantuvieron el último miércoles con la vicepresidenta Cristina Kirchner en su despacho del Senado. Participaron Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (Uocra) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias).
Si bien se habló allí de la crisis económica y los temores a una disparada aún mayor de los precios, también conversaron sobre la necesidad de ordenar la situación política del oficialismo y observaron el malestar que crece entre los movimientos sociales y sindicatos más combativos que siempre fueron cercanos al kirchnerismo.
En este sentido, la movilización que confirmó la CGT para el 17 de agosto también intenta canalizar el descontento con el rumbo económico que se empieza a manifestar en las bases de sus sindicatos y del propio kirchnerismo, como lo demuestra el MTE que lidera Juan Grabois.
La masiva marcha a Plaza de Mayo de los movimientos sociales de izquierda encabezados por el Polo Obrero, con el apoyo de agrupaciones más cercanas al oficialismo como la CCC y la UTEP, así como el anuncio de Grabois de una nueva protesta para de 20 de julio ponen en alerta tanto a Cristina Kirchner como a la CGT.
La pasividad que la central gremial mostró hasta el momento a pesar de la agudización de los problemas económicos -en parte por su apoyo a Alberto Fernández en el marco de la interna con Cristina Kirchner- amenazaba con limar su representación social y dejarle lugar a los movimientos sociales y gremios como la CTA para ubicarse como la voz del descontento.
La inflación, tema central: ¿contra el Gobierno o los "formadores de precios"?
A la reunión de este jueves no asistió el camionero Pablo Moyano, quien encabeza la CGT junto a Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) y Héctor Daer (Sanidad). En las horas previas, Moyano tomó cierta distancia del Gobierno tras los primeros anuncios de la flamante ministra de Economía, Silvina Batakis.
"Ha sido un mensaje a los mercados y bancos. Creo que le tiene que dar un mensaje al pueblo argentino y darle tranquilidad de que va a tratar de bajar la inflación", había manifestado Moyano. Esta definición también puso presión sobre los dirigentes de la CGT para ponerse en marcha.
Sin confrontar con Alberto Fernández, Moyano ya se había expresado a favor de movilizar a la CGT "para reclamarle a los formadores de precios y al Gobierno para que escuche los reclamos del movimiento obrero".
No fue el único. Acuña también había expresado que "la inflación es tremenda y hay responsables", en referencia a los llamados "formadores de precios".
Ese sector estará entre los principales apuntados de la protesta como una forma de unificar el mensaje de la central obrera y, a la vez, matizar el reclamo contra el Gobierno, al cual la CGT no quiere ponerle más presión de la que ya tiene, en un momento políticamente delicado.