Nueva cumbre de Alberto, Cristina y Massa: ¿cuál es la clave del encuentro que intentó mantenerse en secreto?
El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner volvieron a verse las caras junto al titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, en el marco de la tregua forzada por la crisis y el encuentro fortalece la versión sobre el apoyo de común acuerdo que tendrían los anuncios económicos que incomodan a la tropa kirchnerista por el posible ajuste en el Estado.
La reunión se llevó a cabo en la quinta de Olivos el último miércoles e intentó mantenerse en secreto, pero trascendió un día después por un medio de comunicación y fue la propia Cristina Kirchner la que confirmó el encuentro al ordenar que la cuenta oficial de Twitter del Senado saliera a desmentir el contenido de aquella noticia.
A pesar del hermetismo en el que se maneja la nueva relación entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, que se vieron tres veces en una semana luego de meses de distanciamiento y pelea pública, la sola confirmación de este encuentro es un dato político.
Y es que la reunión se dio a dos días de que la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, diera a conocer los lineamientos principales de su gestión: cumplimiento del acuerdo con el FMI y una iniciativa para centralizar el control del gasto de todos los organismos y empresas del Estado, que preanuncia un ajuste a contramano de las ideas del kirchnerismo.
Una fuente del oficialismo consultada por iProfesional analizó que, a la vista de estos hechos, "es posible que Cristina esté negociando con Alberto y Massa las medidas y el plan económico" y que tanto su silencio como esta nueva reunión con sus socios sean una muestra de que en efecto hay un "aval al menos parcial" al plan de Batakis.
Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Massa, juntos otra vez: ¿qué implica el encuentro?
Los detalles de la charla entre Fernández, Cristina Kirchner y Massa se mantienn bajo estricta reserva. Sin embargo, el contexto en el que se dio fue singular: dos días después del plan anunciado por Batakis y el mismo día en que la AFIP anunció la suba del impuesto sobre el "dólar turista", del 35% al 45%.
Fue la tercera reunión entre el Presidente y la vice tras los recurrentes reproches cruzados públicamente, que tensionaron el clima en el Gobierno hasta la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía, presionado por las críticas del kirchnerismo desde la firma del acuerdo con el FMI. Esa salida, sin embargo, aceleró la crisis inflacionaria y cambiaria y obligó a ambos a una tregua.
Por ello, este encuentro termina de confirmar la existencia de un armisticio entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner que, como anticipó iProfesional, no fue impulsado por las ganas de recomponer su vínculo sino por el miedo compartido al agravamiento de la crisis económica, en una situación de debilidad del Gobierno.
También fue la segunda reunión en la que participó Massa, tercer socio de la alianza oficialista. Massa insistió hasta el hartazgo en la necesidad de conformar una mesa nacional de coordinación política del Frente de Todos con el fin de manejar las diferencias internas "puertas adentro" y consensuar decisiones. Fernández nunca accedió a esa opción.
Sin embargo, el hecho de que las reuniones del trío que encabeza el Frente de Todos se estén dando de manera más frecuente permite ver un esquema que se asemeja bastante a esa "mesa nacional" que imaginaba el tigrense.
La diferencia sería que, en lugar de conformarse con los representantes de cada sector que integra el Frente de Todos, la "mesa" reúne a los tres dirigentes centrales de la alianza, y bajo la regla de evitar las filtraciones a la prensa sobre el contenido de sus conversaciones, incluso (como ocurrió en esta oportunidad) sobre la reunión misma.
El secreto: ¿condición para la nueva "mesa chica" del Gobierno?
Fernández, Cristina Kirchner y Massa intentaron mantener el encuentro en estricta reserva. Ese plan se frustró al trascender en un medio de comunicación que el Presidente y la vicepresidenta se había reunido para acordar el aumento del "dólar turista", una "desaceleración" de las metas acordadas con el FMI y el avance del Salario Básico Universal.
Ante ello, la cuenta oficial de Twitter del Senado que depende de la Dirección de Comunicación de la Cámara que preside Cristina Kirchner calificó la noticia como "fake news total" y aseguró: "No se abordaron ninguno de esos temas".
Pero al mismo tiempo, en el mismo tuit, se confirmó que la reunión existió y que, además, había participado Massa. Esto obligó a levantar el secretismo sobre el encuentro, aunque manteniendo en reserva su contenido.
En su conferencia de prensa matutina de este jueves, la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti, había respondido que no le constaba la reunión hubiera existido, pero tras el tuit del Senado, utilizó su cuenta en la red social para replicar la aclaración: hubo encuentro tripartito, pero no se habló de lo que trascendió.
Señales políticas: de los anuncios de Batakis al silencio de Cristina Kirchner
La llegada de Batakis al Ministerio de Economía tras la traumática renuncia de Guzmán, asediado por Cristina Kirchner y su tropa política, se dio como parte de un acuerdo entre Fernández y la vicepresidenta, urgidos por confirmar un nombre para la cartera más caliente del Ejecutivo, en medio de un fin de semana de máxima tensión política en el Gobierno.
A pesar de las versiones que hablaban de una "imposición" de Cristina Kirchner a Fernández, Batakis era realmente una figura de consenso: había sido ministra de Economía bonaerense durante la gestión de Daniel Scioli, se desempeñaba ahora como funcionaria del Ministerio del Interior que encabeza el camporista Eduardo "Wado" de Pedro y, por esa tarea, exhibía un muy buen vínculo con todos los gobernadores peronistas.
Una semana después de asumir, anunció que seguiría la misma línea "fiscalista" que había trazado Guzmán e incluso fue un paso más allá al comunicar su intención de establecer un sistema de "cuenta única" para controlar las erogaciones de todos los organismos y empresas del Estado. Esta decisión fue saludada por el FMI, que entiende que por ese camino la Argentina podrá cumplir las metas del acuerdo. Dos días después se confirmó a través de la AFIP el aumento del impuesto sobre el "dólar turista".
Así, el plan económico muestra hasta el momento una mirada que molesta al kirchnerismo -la misma por la que criticaban a Guzmán- y contradice la idea de que Batakis fue "impuesta" por Cristina, pero al mismo tiempo pone en marcha una medida que para el arco opositor es bastante más "típica del kirchnerismo" y su forma de administrar del Estado.
Frente a esas señales que confunden a más de uno en el plano político, Cristina Kirchner mantiene el silencio. En el oficialismo consideran que, luego de las furibundas e insistentes críticas contra Guzmán, esta nueva postura de la vicepresidenta puede considerarse un apoyo a la nueva ministra, con quien ya mantuvo una charla.
Su reunión con Fernández y Massa le da más sentido a esa posibilidad. También el hecho de que la vicepresidenta prefiriera confirmar el encuentro pero desmentir rápidamente que se hubiera hablado del FMI y del Salario Universal que promueve parte del kirchnerismo, temas ambos que pueden recalentar otra vez la interna.
No obstante, si Batakis avanza con el ajuste que sugirió en sus anuncios -y que va en línea con el objetivo de cumplir las metas con el FMI- habrá que ver qué ocurre si la tijera llega a los organismos y empresas que maneja La Cámpora, donde intentan por ahora imitar a su jefa política con el silencio.