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Alquileres: ¿entró en crisis la estrategia opositora de reformar la ley como quería el sector inmobiliario?

El proyecto impulsado por Juntos por el Cambio atendió los pedidos del sector empresario y generó serias discrepancias. Los detalles
POLÍTICA - 01 de Julio, 2022

El interbloque de Juntos por el Cambio, junto a la "mayoría circunstancial" que aprobó la boleta única de papel, esperaba reeditar esa demostración de fuerza esta semana, para llevar al recinto el dictamen unificado que busca reformar la Ley de Alquileres. Fueron tan sensibles los cambios que le introdujeron para combinar la iniciativa que comenzaron a perder aliados y la esperada sesión que habían anunciado quedó suspendida sin fecha.

La iniciativa busca flexibilizar casi todos los aspectos de la ley 27.551 pero se enfoca en los más cuestionados por el sector inmobiliario. El dictamen que unificaron entre JxC y la diputada de Identidad Bonaerense, Graciela Camaño, reduce la duración de los contratos de tres a dos años y deja librada a "un acuerdo entre partes" la definición del monto y de los plazos de aumento que podrán ser entre "un año y tres meses". De ese modo la reforma pretendida no impone límite alguno a los precios de los alquileres y avanza en una desregulación de los aumentos que un sector de los aliados de JxC ahora rechaza.

Los alquileres, un problema que no encuentra solución en el oficialismo ni en la oposición.

Alquileres: problemas para el proyecto de JxC

El malestar ha sido silencioso pero potente. Las mayores discrepancias surgieron dentro del Interbloque Federal, que tiene ocho voluntades repartidas entre tres cordobesistas, dos socialistas y tres integrantes del bloque Identidad Bonaerense. Según supo iProfesional, los representantes del Socialismo de Santa Fe no votarán ninguno de los proyectos porque no están de acuerdo con la reducción de los plazos de actualización a tres meses. 

No es la única merma. Los dos escaños del Frente de la Concordia Misionero tampoco están de acuerdo con la reducción a tres meses y forman parte del bloque Provincias Unidas, donde conviven con los dos diputados del bloque Juntos Somos Río Negro, de donde salió uno de los proyectos que lleva la firma del exministro de Economía rionegrino Agustín Domingo. 

Son cuatro votos menos para una aritmética muy ajustada que cuenta con los 116 escaños de Juntos por el Cambio, los ocho del Interbloque Federal, cuatro de Provincias Unidas, uno del Movimiento Popular Neuquino y dos de la ultraderecha pertenecientes al bloque que lidera José Luis Espert. Al parecer, el malestar también se extiende dentro de la UCR y del PRO con diputados y diputadas que no acuerdan con avanzar en una flexibilización tan drástica de los plazos de aumento con una inflación tan alta

Sospechas sobre un empeoramiento de condiciones para los inquilinos ponen en problemas al proyecto de JxC.

Por qué hay cautela sobre el proyecto opositor

La preocupación de que la decisión empeore la situación de 9 millones de inquilinos es uno de los fantasmas que sobrevuela a la coalición opositora, que el año pasado hizo campaña con la derogación de la ley 27.551. 

Por primera vez desde el año pasado, en la coalición opositora han empezado a medir costos y beneficios de avanzar a fondo con este último dictamen ante el rechazo de aliados que podrían acompañar a JxC en otros temas. En este parecen haber llegado a un límite que desde esta semana ha comenzado a contraerse, muy a contrapelo de los planes originales. 

Dentro de la UCR hay legisladores que relatan las dificultades que tiene todo el espacio para contener el planteo de los representantes inmobiliarios que tienen vínculos directos con la Fundación Pensar, el think thank programático del PRO que estuvo monitoreando el desarrollo de los debates. Cuentan que también fue una forma de contener la insistencia del mismo sector que el año pasado los alabó por haber hecho foco en la derogación de una norma que implicó la primera regulación de los alquileres en 30 años. 

La incomodidad se haber anunciado una ofensiva que no se concretó genera incomodidad dentro del interbloque opositor. Por esa razón en cada bloque buscaron ganar tiempo y aseguraron que los problemas se debían a la cantidad de legisladores que estaban de viaje. Pasó una semana y las estimaciones siguen siendo igual de amargas: no tienen los votos para forzar una sesión especial como la que habían imaginado y que podría implicar un esfuerzo demasiado grande para un trámite que tiene altas chances de quedar varado en el Senado. 

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