Tras la pelea entre Alberto y Cristina, Massa reúne a su tropa: ¿puede romper con el Frente de Todos?
Tras el duro discurso de la vicepresidenta Cristina Kirchner y la reacción molesta del presidente Alberto Fernández, el tercer socio del Frente de Todos, Sergio Massa, prepara una cumbre de su espacio en Mar del Plata que recalienta todavía más la interna oficialista, porque sus partidarios le reclaman que empiece a tomar distancia del Gobierno.
A pedido de "las bases" del Frente Renovador, el espacio que lidera dentro de la alianza oficialista, Massa convocó a un congreso partidario para el 15 de julio en esa ciudad balnearia, según confirmaron fuentes de ese sector a iProfesional. Los dirigentes del massismo están fastidiados con la interna del Gobierno y presionan por cambiar el rumbo.
El reclamo más importante que le llevarán al líder del espacio, de acuerdo a las fuentes consultadas, es que "renuncie a la presidencia de la Cámara de Diputados" para poder dedicar más tiempo a recorrer el país y sobre todo la provincia de Buenos Aires, con el fin de consolidar su estructura política propia.
"Hay presión de abajo hacia arriba, muchos dirigentes de la provincia de Buenos Aires y también nacionales están cansados de estar sometidos al desgaste de buscar la unidad y resignando el posicionamiento personal de Massa", contaron a este medio en el entorno del líder del Frente Renovador.
Arde la interna: ¿Massa puede romper con Alberto y Cristina?
El malestar en el Frente Renovador se acentuó tras el fuerte discurso que dio Cristina Kirchner el pasado lunes en Avellaneda, donde entre otras cosas dijo que hay un "Estado estúpido" y volvió a apuntar contra la política económica de Martín Guzmán y funcionarios como los titulares del Banco Central, Miguel Pesce, y de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont.
Por si esas palabras no hubieran dejado claro que la pelea no tiene solución por el momento, Alberto Fernández redobló la apuesta este martes durante el acto que encabezó en el Museo del Bicentenario junto al premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, al defender a las organizaciones sociales "aun cuando algunas hagan picardías" que él no comparte. Fue una referencia bastante directa a su vice, que cuestionó a esas agrupaciones con la mira puesta en el Movimiento Evita.
Esta situación está caldeando los ánimos entre la tropa de Massa más de la cuenta. Subrayan que el Frente Renovador siempre "marcó diferencias con respeto y sin tanto ruido mediático" pero no ven esa actitud en sus aliados, sino todo lo contrario.
No obstante, en el Frente Renovador aclaran que el reclamo que llevarán al congreso partidario de julio, en principio, no será "romper" con la coalición oficialista sino que empiece a mostrarse más independiente de Fernández y Cristina y a privilegiar su proyección nacional de cara a las elecciones de 2023. En esa línea se inscribe el debate que proponen sobre su continuidad al frente de la Cámara baja.
Una cumbre para alinear a los propios y un gesto para "apurar" a Alberto Fernández
Otro de los temas que genera urticaria en el massismo es la demora del Presidente en avanzar con la reorganización del Gobierno que Massa le pidió durante el viaje que compartieron a Estados Unidos para asistir a la Cumbre de las Américas, como una forma de relanzar la gestión y cerrar la interna al menos hasta el año próximo, como contó iProfesional.
En el massismo observan que mientras ese plan queda en la nada, la tensión entre el Presidente y la vicepresidenta vuelve a subir y Massa debe lidiar con las consecuencias de esa disputa en la Cámara baja, donde empuja tanto la agenda del Gobierno como la propia (con cambios en el Impuesto a las Ganancias y el Monotributo) pero, según analizan, se desdibuja el perfil que construyó en los años previos a 2019.
"Hay compañeros del interior de la Provincia que lo ven atrapado en la agenda parlamentaria y no camina el territorio", indicó un operador del massismo a iProfesional. Así, el temor que empezó a expandirse en el massismo es que la crisis política entre Fernández y Cristina arrastre a Massa y, junto con él, a muchos dirigentes que ven peligrar su futuro.
Esto afecta principalmente al conjunto de dirigentes massistas de la provincia de Buenos Aires, donde está su base electoral más fuerte. Por ello la cumbre en Mar del Plata reunirá a la totalidad del Frente Renovador bonaerense, además de la mesa nacional del partido. El reclamo al líder del espacio es básicamente que salga a recuperar sus votos.
Otras voces dentro del Frente Renovador presentan la convocatoria al congreso partidario como una suerte de ultimátum para Alberto Fernández tras el pedido que le hizo Massa.
¿Por qué la feroz interna del Gobierno no tiene fin?
El desgaste político del Frente de Todos está íntimamente ligado a que, precisamente, nadie tiene intención de irse. Así como en el entorno de Massa se apuran en aclarar que no están planteando una ruptura, también Cristina Kirchner ahuyentó versiones durante el acto en Avellaneda: "Que nadie se preocupe: la unidad del Frente de Todos nunca estuvo ni estará en discusión".
Alberto Fernández es el menos interesado en una división y por ello mezcla gestos de entendimiento con Cristina y límites a sus planteos. Por un lado, saca a un hombre de su confianza como Matías Kulfas del Ministerio de Desarrollo Productivo por el enojo de la vice pero, al mismo tiempo, defiende a las agrupaciones sociales que ella cuestionó al señalar que las políticas sociales "no pueden seguir tercerizadas".
"Yo les quiero agradecer a las organizaciones sociales que estuvieron al lado nuestro ayudándonos a contener a esos sectores más vulnerables", expresó Fernández este martes en respuesta a su vice y agregó: "Quiero agradecérselo aún cuando algunas hagan picardías que nosotros no convalidamos, lo que no es bueno es generalizar".
"Que nada nos confunda y nuestras diferencias no nos hagan decir cosas injustas y estemos muy unidos", agregó el Presidente luego de las críticas de Cristina Kirchner, que le apunta principalmente al Movimiento Evita de Emilio Pérsico y Fernando "Chino" Navarro, cercanos al jefe de Estado.
En ese contexto Massa tampoco quiere ser el que rompa el Frente de Todos, según afirman en su entorno, pero al mismo tiempo intenta evitar que la interna entre sus socios lo arrastre. El tigrense habla tanto con Fernández como Cristina Kirchner. Cada cual a su manera y por sus razones lo necesitan y él lo sabe, pero la situación se complica. Las bases del Frente Renovador esperan definiciones que el dirigente todavía está meditando.