Precios: cómo es la "estrategia gradual de desinflación" que defiende el Gobierno y los riesgos que enfrenta
En el Gobierno admiten que "la inflación es el principal problema" que deben atender en lo que le queda de mandato al presidente Alberto Fernández, y todas las fichas están puestas en una "estrategia gradual" basada principalmente en la reducción del déficit, pero reconocen que ese proceso será "muy paulatino" y que se le suma un escenario muy complejo por el precio y la importación de combustibles.
Así lo indicó el jefe de Gabinete, Juan Manzur, durante el informe que brindó al Senado y donde la inflación fue un un tema central, a dos semanas de que se publique el índice de mayo. El ministro coordinador insistió en el impacto de la suba de "los precios de combustibles y alimentos en todo el mundo", pero aseguró que el Gobierno confía en su plan.
"No hay dudas, nos tenemos que hacer cargo, es el principal tema que tenemos que atender y es un fenómeno propio de larga data", aseguró Manzur ante los senadores y bajo la mirada de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien se retiró del recinto minutos después y poco antes de que el funcionario defendiera el acuerdo con el FMI que irrita al kirchnerismo.
Al respecto, señaló: "Los pilares de esta estrategia gradual de desinflación tienen que ver con una paulatina y muy, muy progresiva reducción del déficit fiscal, junto a la reducción gradual y muy progresiva del financiamiento del Banco Central al Tesoro, reconstrucción del mercado de deuda en moneda doméstica y el fortalecimiento de la producción de todos los bienes transables".
El énfasis que puso el jefe de Gabinete en el carácter "paulatino" de esa hoja de ruta da cuenta de los cortocircuitos que genera con el ala kirchnerista del Gobierno, donde la reducción del déficit y del financiamiento al Tesoro (lo que supone un recorte de la emisión) no son consideradas medidas viables en un escenario político adverso para el oficialismo.
La estrategia contra la inflación y los riesgos: el factor combustible
"Ahora tenemos que afianzar la recuperación de los ingresos reales de los trabajadores", remarcó Manzur durante su exposición y confirmó así que el otro pilar de la estrategia no es solo la búsqueda del descenso de la inflación, sino también que la reapertura de "paritarias que superen la inflación".
No obstante, a través de Manzur el Gobierno reconoció que esa voluntad gradualista para la reducción del déficit y la emisión tiene que ver también con la incertidumbre generada por la guerra entre Rusia y Ucrania, que empieza a tener impacto en la balanza comercial y la generación de divisas.
"Somos productores de alimentos e importadores netos de combustibles", inició el jefe de Gabinete. Si bien reconoció que la suba de precios internacionales de alimentos puede tener "algún efecto positivo" para las exportaciones argentinas, también "hay un mayor gasto en importacion de energía".
Según informó el funcionario, "en 2021, tres de los primeros cinco productos importados fueron gasoil, por u$s2.047 millones; gas natural licuado (GNL) u$s1.178 millones y gas en estado gaseoso u$s965 millones de dólares y la situación empeoró.
"En el primer trimestre de este año las importaciones de gasoil tuvieron un incremento interanual de 416%, lo que significó un aporte adicional de u$s1.709 millones", agregó Manzur.
Escasez de gasoil: la oposición reclamó explicaciones
La escasez de gasoil que se agravó en los últimos días se coló en la sesión y varios de los senadores de la oposición le reclamaron explicaciones al jefe de Gabinete sobre el tema.
El chaqueño Víctor Zimmermann (Juntos por el Cambio) remarcó que "hay nueve provincias sin gasoil, con todo lo que eso significa para el campo y el transporte" y advirtió que "los transportistas están revisando las tarifas, porque consiguen gasoil en algunas provincias pero a 150 pesos el litro".
Tras acusar al Gobierno de "falta de previsión" frente a la escasez que, como señaló iProfesional, fue advertida por la oposición a fines de marzo pasado, Zimmermann y la tucumana Beatriz Ávila (Juntos por el Cambio) le reclamaron a Manzur "fecha cierta y concreta de cuándo se van a resolver estos problemas".
Sin embargo, el jefe de Gabinete no pudo dar precisiones. Al rechazar que haya existido "falta de previsibiliad", remarcó que el crecimiento de la demanda de combustibles fue exponencial y lo vinculó con "el momento de expansión" de la economía, pero no dio fechas de solución al problema.
En cambio, subrayó que "YPF se ha comprometido y va a duplicar la importación de combustible, de gasoil puntualmente, para dar respuesta". Y remarcó que el problema "Se va a resolver".
¿Habrá acuerdo con el Club de París?
Por otra parte, el jefe de Gabinete destacó la importancia que tuvo el acuerdo con el FMI para alejar al "fantasma del default" y lograr "un marco macroeconómico que permita un crecimiento sostenible". En ese marco, destacó que "el próximo paso, acordar con el Club de París, tiene que ver con seguir ordenando las cuentas".
Sin Cristina Kirchner en el recinto, Manzur sostuvo que los acuerdos con los acreedores internacionales son fundamentales para el "fortalecimiento de reservas" que, según afirmó, coadyuva al objetivo de que "la inflación se desacelere".
Al respecto, puso de relieve que el Gobierno "llegó a un acuerdo con el Club de París para prorrogar los pagos" y que "se avanza en un entendimiento que seguramente será en los próximos meses".
Un debut sin sobresaltos
Manzur no había concurrido nunca a brindar informes al Congreso desde que asumió el cargo, el 20 de septiembre pasado, a pesar de que el artículo 101 de la Constitución establece que el jefe de Gabinete debe asistir una vez por mes a cada cámara.
Para su presentación, recibió 915 preguntas por escrito de las cuales más de 230 apuntaron a la economía.
El desafío del jefe de Gabinete era defender a la gestión que encabeza el ministro de Economía, Martín Guzmán, en un escenario dominado por el kirchherismo, acérrimo rival interno del titular del Palacio de Hacienda.
No obstante, antes de la sesión Manzur tuvo un encuentro a solas con Cristina Kirchner, en su despacho del primer piso del Senado. Esa reunión influyó en el clima distendido que hubo entre el funcionario alineado con Alberto Fernández y el ala kirchnerista, pese a la puja interna que tiene al Presidente y su vice sin hablar desde hace tres meses.