Cristina, cada vez más separada de Alberto: estrategia de condicionar a Guzmán y rescatar su sello propio
La interna del Gobierno se profundiza. La vicepresidenta Cristina Kirchner empezó a marcar más claramente su independencia respecto del presidente Alberto Fernández con un acto en Chaco que fue promocionado bajo el sello de Unidad Ciudadana que creó en 2017 como opositora al tiempo que impulsa una agenda económica propia que desafía al ministro de Economía, Martín Guzmán.
Cristina Kirchner recibió el doctorado Honoris Causa en la Universidad Nacional del Chaco Austral, donde brindó una charla magistral bajo el título "Estado, Poder y Sociedad: la insatisfacción democrática". Allí hizo hizo una referencia a la interna con Alberto Fernández, aunque sostuvo que no hay una "disputa de poder" sino un "debate de ideas".
No obstante, sí apuntó contundentemente y de varias formas contra la política económica del Gobierno. No mencionó a Guzmán pero sí puso de relieve la responsabilidad del Presidente sobre la tarea del ministro.
En este sentido, Cristina Kirchner recordó que ella eligió a Fernández como candidato presidencial porque "no representaba a ninguna fuerza política" y señaló: "La decisión no la considero errónea y generosa como dicen algunos. Fue un acto inteligente. Sí fue una acción generosa, creo, que quien resultó electo Presidente pudiera decidir libremente quién era su gabinete económico, todos los hombres y mujeres de ese gabinete".
Esa frase tiene un sentido político que refiere a su disconformidad con Guzmán porque, minutos antes, indicó que la situación económica actual demuestra que "alguien, algo o algunos están fallando".
Cristina Kirchner contra la política económica de Guzmán
"Hoy a la gente la plata no le alcanza, no llega a fin de mes", subrayó la vicepresidenta, al tiempo que señaló el fenómeno de los "trabajadores en relación de independencia pobres" y agregó: "Esto es producto de dos políticas: la concentración de los ingresos, distintos métodos de apropiación de rentabilidades y una política de salarios bajos".
En la misma línea, mencionó el bajo nivel de reservas del Banco Central y subrayó: "Si soy de exportación y producción, tengo bajos salarios y además me faltan dólares, hay que revisar algunas cosas porque alguien, algo o algunos están fallando, esta es una de las claves hoy de la insatisfacción democrática".
La vicepresidenta se expresó así al mismo tiempo que defendió el proyecto que presentaron los senadores del Frente de Todos para establecer una nueva moratoria previsional, el cual no fue consultado con el Ministerio de Economía. De esta manera, refirmó la independencia de su mirada sobre la economía en medio de un acto convocado bajo el sello Unidad Ciudadana. Un mensaje en sí mismo.
La estrategia de Cristina Kirchner: sello propio y condicionamientos a Guzmán
Uno de los datos destacados del evento fueron los flyer que se usaron para promocionarlo, que incluyeron el logotipo de Unidad Ciudadana, el sello que fundó Cristina Kircner para enfrentar en 2017 al gobierno de Mauricio Macri.
Es el mismo nombre que se usó para el bloque que armaron los senadores que le responden dentro del Frente de Todos. La convocatoria bajo esa misma marca coincide con la decisión del kirchnerismo de impulsar una agenda económica propia en el Congreso.
El interbloque de senadores del Frente de Todos presentó un proyecto de moratoria que apunta a que las personas que no tienen los 30 años de aportes requeridos por la ley puedan jubilarse. Está orientado a quienes en 2022 y en 2023 cumplirán la edad jubilatoria (60 años las mujeres, 65 años los hombres), para que puedan cubrir la deuda previsional con un plan de pagos.
La presentación de este proyecto en una conferencia de prensa en el Senado estuvo encabezada por el jefe del interbloque Frente de Todos, José Mayans, y su vice, Anabel Fernández Sagasti, principal espada parlamentaria de Cristina. La mendocina confirmó que fue conversado con la Anses, organismo que encabeza la camporista Fernanda Raverta, pero no con Guzmán.
El anuncio de este proyecto que, según deslizaron fuentes del oficialismo a iProfesional podría empezar a tratarse el martes 10 de mayo en comisiones, se dio casi al mismo tiempo que la presentación de otra iniciativa, por parte de Máximo Kirchner en la Cámara de Diputados, para pedirle al Gobierno adelantar el aumento del 45% del salario mínimo vital y móvil para que se cobre en agosto y no en enero de 2023, como estaba previsto.
De esta manera, la estrategia del kirchnerismo pasa por condicionar desde el Congreso la política económica que le critican a Guzmán, ante la negativa de Alberto Fernández de desplazarlo del cargo. El discurso de Cristina Kirchner en Chaco lo ratificó.
Defensa de la agenda económica propia y críticas a un proyecto de la oposición
La vicepresidenta aprovechó la ocasión para apuntar contra el impulso que le dieron los diputados de Juntos por el Cambio y de otros bloques opositores al debate sobre la Boleta Única en Papel, que empezará a debatirse la semana próxima.
"Votamos con boleta de papel desde Sáenz Peña a la fecha y han ganado todos los partidos políticos, hemos perdido todas las fuerzas también", apuntó Cristina Kirchner en un tramo de su extenso discurso en la Universidad Nacional del Chaco Austral.
El cuestionamiento a esa iniciativa le sirvió para contrastarla con el proyecto que impulsa su espacio en el Senado, al indicar que "en el parlamento también se presentan otras: hoy un grupo de senadores del Frente de Todos presentó un proyecto de ley sobre pago de haberes previsionales para que la situación tan angustiante de millones de argentinos, que sujetos a los avatares de la cuestión económica, no han podido acreditar los aportes".
"No es regalo de nada, hay que pagar. Es pago de deuda previsional", subrayó la presidenta del Senado y, en defensa del proyecto, advirtió: "Si esto no se aprobara, a partir de julio, de las mujeres que tienen 60 años solamente una podría jubilarse y de los hombres con 65 años, solamente tres podrían jubilarse".
Las "infidencias" y un dardo por el "off"
Durante su discurso la ex mandataria se permitió cometer algunas "infidencias" sobre cuestiones internas del Gobierno y dirigentes que en los últimos días fueron protagonistas de los cruces públicos.
Según relató, cuando Daniel Arroyo se disponía a renunciar al Ministerio de Desarrollo Social para ser candidato a diputado nacional, Fernández llamó a Máximo Kirchner, para decirle que quería a Andrés "Cuervo" Larroque, secretario general de La Cámpora, para ocupar ese lugar que quedaría vacante en el Gabinete. La mención no pareció casual, dado que Larroque fue uno de los protagonistas de los fuertes cruces que hubo en los últimos días.
El hijo de la vicepresidenta le dijo que no y que era mejor que siguiera en el Gobierno bonaerense de Axel Kicillof al tiempo que le sugirió poner en el Ministerio de Desarrollo Social al actual titular de esa cartera, Juan Zabaleta, de acuerdo al relato de la dirigente.
Cristina Kirchner contó ese episodio en medio de un cuestionamiento a funcionarios que dejan trascender su deseo de que La Cámpora deje los lugares que ocupa en "las cajas" del Gobierno. "Cuánta mediocridad, cuánta chatura hay", se quejó.
A modo de remate, criticó a los funcionarios del Gobierno que deslizan críticas y versiones en "off the record" a la prensa. "Yo hablo y vivo en on: lo que digo lo sostengo, le pongo la cara, el cuero y la firma".
Distanciado de Cristina, Alberto Fernández habló en la otra punta del país
La tensión entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner se hizo sentir en sus apariciones públicas. Y es que, horas antes del discurso de la vicepresidenta -por el cual había cierto nerviosismo en la Casa Rosada- el Presidente encabezó su propio acto en la otra punta del país y dejó algunos de mensajes alusivos.
Al encabezar en Tierra del Fuego la entrega del crédito 50 mil y la firma de convenios para el financiamiento y construcción de obras en la provincia junto al gobernador, Gustavo Melella, Fernández señaló: "Veo con mucha felicidad el modo como trabajan acá en Tierra del Fuego los intendentes y el gobernador, unidos".
"Trabajar juntos y unidos rinde sus frutos. Si al trabajo de todos ustedes sumamos el del Gobierno nacional va a ser todo mucho mejor y mucho más fácil", sostuvo el Presidente y, sobre el final de su discurso, exclamó: "¡Que nadie nos desuna, trabajemos juntos, eso es lo que hace falta!".
De esta manera, el mandatario intenta poner de relieve su postura de que todo el espacio oficialista debe alinearse detrás de las decisiones presidenciales (algo que señalaron, más o menos directamente, Guzmán y otros funcionarios en varias oportunidades) sin ir al choque ni responder a las críticas que le hace el kirchnerismo, como ocurrió en los últimos días.
Según supo este medio, Alberto Fernández les pidió a sus ministros que se enfoquen en la gestión y no sigan respondiendo a esos cuestionamientos públicos. Fue luego de los cruces que protagonizaron en los últimos días con referentes de La Cámpora como Andrés "Cuervo" Larroque, quien expresó: "El Gobierno es nuestro".
"Nadie es dueño del Gobierno. El dueño es el pueblo, nosotros sólo representamos a ese pueblo", fue la respuesta de Fernández, antes de bajar la nueva directiva de no confrontar.