Renta inesperada: Argentina es uno de los 10 países que más impuestos cobra a las empresas
La Argentina es uno de los 10 países con el mayor impuesto a las Ganancias sobre las empresas. Mientras el proyecto del Gobierno de gravar la renta inesperada levanta polémica en la oposición y rechazo entre los empresarios, un informe de la Fundación Libertad y Progreso también demuestra que es el país con mayor presión impositiva sobre las empresas en toda la región.
En comparación, el impuesto a las Ganancias de las empresas en Chile es de 10%, en Uruguay del 25% y en Perú del 29%, en base a la American Tax Foundation. Según el reporte, el 'nuevo impuesto' que planea el Gobierno -renta inesperada o extraordinaria- podría llevar a Argentina al primer lugar en ese ranking de 180 países".
Se estima que entre 50 y 100 empresas van a aportar parte de los $ 200.000 millones por renta inesperada para financiar el IFE 4.
De acuerdo a un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), en Argentina se pagan actualmente 165 impuestos: 41 nacionales, 26 provinciales y 98 municipales. Aun así, sólo 12 tributos significan el 91% de la recaudación del país.
Son varios los impuestos que Alberto Fernández creó o modificó desde 2019, cuando asumió como presidente. La iniciativa para que empresas con ganancias netas imponibles en términos absolutos superiores a los $1000 millones en el año paguen para subsidiar este nuevo IFE 4, sumaría otro a la cuenta.
Renta inesperada: Argentina, entre los que más impuestos cobra
"Los economistas explican que en el resto de los países de América Latina, y en buena parte del mundo, tienen niveles de inflación significativamente más bajos, por lo que las distorsiones económicas y contables que enfrentan las empresas son sustancialmente menores que en Argentina", cita el reporte de la Fundación Libertad y Progreso.
Y cita, como ejemplo: desde octubre de 2021, cuando se fijaron los nuevos pisos de ganancias mínimas imponibles para las empresas, los mismos perdieron 23% de su valor real, según la inflación informada por INDEC hasta marzo 2022.
Para el director de la Fundación, Aldo Abram, "esto es parte del círculo vicioso que mantiene a Argentina en una tendencia de decadencia y crisis recurrentes. El gobierno gasta más, exprime al sector productivo desincentivándolo a invertir y generar empleo productivo formal; por lo que la gente termina con empleos precarios o desocupada".
"Así que desde el Estado aumentan las erogaciones creando empleo público innecesario y subsidios que son pagados con más presión tributaria sobre el sector productivo que entonces invierte y genera menos puestos de trabajo y, nuevamente, aparece el Estado asistencialista que crece a costa del sector privado", agregó.
Abram remarcó que "la idea no es no ayudar a quien coyunturalmente lo necesita; pero hacerlo redirigiendo el gasto público con ese fin. Hoy, la mayor parte de los subsidios van a quienes no lo necesitan, como los de las tarifas de servicios públicos".
Argentina: el impacto de la alta presión impositiva
Diego Piccardo, Economista de la Fundación Libertad y Progreso, señala que "dada la alta presión impositiva de Argentina, seguir subiendo impuestos para financiar el enorme gasto público perjudica a todos. No solamente a las empresas que paga definitivamente el impuesto, sino que también lo sufren los trabajadores desempleados que no encuentran oportunidades por la baja rentabilidad que hay nuestro país. De esta manera, terminan consiguiendo empleos informales, con pocas horas de trabajo y mal pago".
En este sentido, el economista agrega que "la única forma de sacar al 40% de los argentinos de la pobreza es creando empleo de calidad. Para ello es necesario una reforma tributaria que alivie tanto a consumidores como a las empresas para que la economía arranque definitivamente y no transitemos otra década de crisis en crisis".
Eugenio Marí, Economista, Jefe de la Fundación Libertad y Progreso, dijo que "en Argentina ya existen 165 impuestos y tasas, que no son sino 165 obstáculos al desarrollo de las empresas y de los emprendedores. La intención de seguir creando impuestos solo agrega incertidumbre y aleja las inversiones que tanto necesita el país para empezar a crecer y reducir la pobreza".
Además agrego que "el impuesto a las ganancias en Argentina, al tener una estructura del tipo ad-valorem, ya es capaz de capturar los mayores ingresos de las empresas. En ese sentido la recaudación del impuesto a las Ganancias es procíclica, cuando los ingresos de las empresas aumentan también lo hace la recaudación y viceversa".