Alberto Fernández quiere calmar la interna pero Cristina va por más: ¿qué pide la vice antes de firmar una tregua?
¿Será éste el último intento de Alberto Fernández por sostener a Martín Guzmán? ¿El nuevo anuncio soluciona la crisis política entre el Presidente y Cristina Kirchner? ¿Qué pasará si el flamante bono no pasa por el Congreso y debe financiarse con pura emisión monetaria?
A ambos lados de la grieta del oficialismo coincidían en que el anuncio para compensar por la inflación -por única vez- a 13 millones de personas acercará a Cristina Kirchner con Alberto Fernández. Sin embargo, desde el kirchnerismo creían que, más temprano que tarde, el ministro de Economía debería dar un paso al costado si no aplica "medidas de fondo" que eviten las "políticas de ajuste" que reclama el FMI.
De acuerdo con la visión del Instituto Patria, la clave estará en el inminente viaje que emprenderá Guzmán a Washington. Desde el kirchnerismo quieren que el ministro vuelva con una flexibilización del acuerdo alcanzado hace algunas semanas.
El FMI le dio la derecha a la Casa Rosada con la implementación de una ayuda para los más impactados por el shock inflacionario en los alimentos. Según el organismo, los países podrían aplicar un impuesto "temporal" a las empresas que se han beneficiado con los altos precios de las materias primas.
"Esto es algo que ya se ha hecho en otras ocasiones en el pasado, como por ejemplo después de guerras, y es una forma de redistribución", argumentó el economista del Fondo Monetario Jean-Marc Natal, uno de los autores del informe en el que se argumenta a favor de un gravamen adicional a las rentas extraordinarias.
El FMI, clave para lo que viene
La propuesta del nuevo impuesto planteada por Guzmán fue criticada de antemano por la oposición de Juntos por el Cambio, lo que hace prever que la idea no pasará por el Congreso.
En tanto, economistas de distintas orientaciones ya advirtieron que el Gobierno no tiene margen para que la ayuda a los sectores más golpeados por la aceleración inflacionaria sea financiada por una mayor emisión monetaria a través del Banco Central.
Por ese motivo, desde el kirchnerismo le reclaman al ministro que en su viaje a los Estados Unidos convenza a los técnicos del FMI para una flexibilización de las metas fiscales acordadas recientemente.
El Fondo Monetario ya adelantó que sería necesaria una "recalibración" de algunos objetivos -sobre todo a lo referente a los subsidios-, dada la suba de los costos en la energía. En principio, la idea era que el ahorro en subsidios alcanzara al 0,6% del PIB, algo que será imposible por el shock provocado por la guerra.
De todas maneras, la idea del FMI es que se pueden ajustar las metas de los subsidios pero siempre y cuando el Gobierno muestre algún recorte en otras partidas. Lo contrario a lo que sucederá si el Congreso traba la idea de un nuevo impuesto para financiar un bono para jubilados, pensionados, trabajadores informales y monotributistas de las categorías más bajas.
Alberto Fernández y la fórmula para una tregua con Cristina Kirchner
El Presidente, después del fin de semana extra largo, tomó una doble decisión: avanzar con el anuncio de un bono al sector de la sociedad más golpeado por la inflación y, en el terreno político, evitar un choque con Cristina Kirchner.
No habrá una desautorización ni expulsión de los funcionarios que han puesto en entredicho a los ministros de Economía, Guzmán, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Roberto Feletti y los funcionarios de segunda línea del área energética mantendrán sus puestos, al menos en el corto plazo.
La decisión de fondo es mostrar que el acuerdo con el FMI es más digerible que lo expuesto por el kirchnerismo.
Sin embargo, Cristina Kirchner quiere ir por más. Pretende una flexibilización del acuerdo. Por eso, desde el ala dura del kirchnerismo seguían mencionando, anoche, y a pesar de los anuncios, que la estabilidad del ministro de Economía "pende de un hilo".
"Hay que ver si trae buenas noticias al regreso de Washington", mencionó una alta fuente del kirchnerismo a iProfesional.
Qué señal espera Cristina Kirchner del FMI
Cristina Kirchner quedó a la espera de un gesto del FMI, tras el mega préstamo que el organismo le dio a Mauricio Macri en 2018.
Guzmán le había prometido que el Fondo accedería a una rebaja del costo de su crédito y un alargamiento, a 20 años, del financiamiento. Nada de eso sucedió, y de ahí la ofuscación de la vicepresidenta hacia el ministro de Economía.
Nada de esto saldrá de la reunión de primavera que organizó el organismo para esta semana en Washington. En cambio, desde el propio Gobierno alimentaron la versión de que Guzmán podría conseguir que la Argentina perciba una porción del fondo de resiliencia que el organismo viene preparando desde el estallido de la pandemia.
Si fuera así, creen en Economía, la Argentina percibiría alrededor de u$s1.300 millones adicionales.
En simultáneo, Cristina Kirchner quiere que Fernández y Guzmán avancen con otras medidas a favor de la redistribución de los ingresos.
Las medidas que pide Cristina Kirchner
La semana pasada, el Gobierno anunció una mejora del 50% para la Tarjeta Alimentar, que alcanza a cuatro millones de personas. Fue una actualización por la inflación del último año. Esa tarjeta sirve exclusivamente para comprar alimentos.
Sin embargo, la AUH quedó fuera de esa mejora. El beneficio, como las jubilaciones, se actualiza cada trimestre. La última vez fue en marzo, el 12,3%. Hasta junio no habrá otra suba.
El kirchnerismo también propone que haya más acuerdos de precios y, si hace falta, la fijación de "Precios Máximos" en el rubro alimenticio.
Kicillof marcó el camino días pasados, con un anuncio en la localidad de Ensenada, junto al secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti. Además de la construcción de mercados comunitarios, el gobernador dijo que se potenciará el relevamiento y fiscalización de precios de las canastas que establezca el Gobierno nacional. "Son ley y la vamos a hacer cumplir", prometió.
También propuso que se deje de lado la imposición del Fondo Monetario y haya una mayor emisión de pesos para financiar ayuda social.
Los economistas kirchneristas sostienen que, en medio de la incertidumbre y el salto de los precios internacionales por la guerra, el acuerdo con el FMI es incumplible. De hecho, lo dijo el propio Feletti cuando directamente manifestó que era "letra muerta".
En ese contexto, la salida es que el Gobierno no puede cumplir con el mandato de emisión de apenas 1% del PIB. Y que el financiamiento de parte del paquete debería ser a través de una mayor emisión monetaria.