Máximo Kirchner lidera el operativo "desgaste final" contra Martín Guzmán: ¿Cómo reaccionará Alberto Fernández?
La orden fue tan terminante que el economista -un conocido dirigente del kirchnerismo- se vio en la obligación de repreguntar si lo que escuchaba debía cumplirlo en forma literal: salir por los medios a contar una anécdota que dejaba mal parado a Alberto Fernández y también a Martín Guzmán.
La orden, impartida por Máximo Kirchner, incluía la manera en que el economista había sido vetado por el Presidente bajo la sugerencia de su ministro de Economía, en contra de un supuesto preacuerdo entre Alberto F. y Cristina Kirchner para que el economista en cuestión fuera nominado para una secretaría clave en el Palacio de Hacienda.
No es usual que el ex titular de la bancada de Diputados del oficialismo participe directamente de este tipo de cuestiones. Al contrario: el kirchnerismo siempre hizo gala de su bajo perfil en la toma de decisiones.
Los códigos políticos de ese grupo fueron siempre en el mismo sentido: las decisiones se toman, se cumplen, pero las razones no trascienden a los medios. El secretismo fue, desde el vamos, uno de los activos que mejor administró el kirchnerismo tanto dentro como fuera del poder.
Las voces que se alzaron contra Guzmán
Durante los últimos días fueron varios los dirigentes cercanos a Cristina Kirchner que criticaron duramente al ministro de Economía. Desde Axel Kicillof y el ministro Wado de Pedro a Roberto Feletti, secretario de Comercio.
Máximo Kirchner fue contundente antes del fin de semana: "¿Cómo puede ser que no entiendan que está faltando la comida en la mesa de los argentinos y argentinas? Hay que hacerse cargo de la gestión, de la comida, del trabajo, de la seguridad. Hay que cortarla con las pendejadas de la televisión y solucionar este complejo momento", dijo durante un acto en el conurbano.
También fue muy duro Axel Kicillof, cuando diagnosticó que la situación social "no da para más" en el conurbano.
Roberto Feletti fue lapidario cuando dijo directamente que el acuerdo con el FMI es "letra muerta", y volvió a reclamar la implementación de las retenciones móviles para desacoplar los precios internacionales de los internos, en relación a los alimentos. Una medida rechazada por la Casa Rosada.
"El Ministerio de Economía tiene que bajar líneas claras de política económica que reduzcan la volatilidad y preserven ingresos populares, si no esto se va a poner feo", dijo el secretario de Comercio.
¿Qué puede pasar después del miércoles?
Esta semana será caliente: pasado mañana se conocerá el índice de inflación de marzo y el Gobierno estará obligado a absorber el "mal dato", tal cual ya fue adelantado por distintos funcionarios.
Más allá del IPC -al que las consultoras perciben cerca del 6%-, todos los focos estarán puestos en lo que dé la inflación de alimentos en el conurbano bonaerense.
Febrero marcó un récord del 7,5% en ese rubro en el distrito más sensible para el kirchnerismo. Algunos consultores estimaban, antes del fin de semana, que la suba promedio de los alimentos en el GBA podría superar aquel nivel. Está claro que es una dinámica política y socialmente irrespirable.
La grieta entre la Casa Rosada y el kirchnerismo sobre la política económica pareciera no tener vuelta atrás.