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El kirchnerismo apuesta a cambiar el humor social con el Mundial: ¿qué pasará con la alianza Alberto - Cristina?

Después del campeonato de fútbol, llegará el momento de comenzar con el armado de listas y poner fin así a las peleas internas
06/04/2022 - 11:27hs
El kirchnerismo apuesta a cambiar el humor social con el Mundial: ¿qué pasará con la alianza Alberto - Cristina?

En el kirchnerismo hay una certeza. La alianza entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner no se quebrará, pero nadie anticipa si volverá la paz o el diálogo en el corto plazo. "En la Argentina es hacer futurismo", analizan sobre la unidad en el Frente de Todos. Desde ambos lados se preguntan hasta cuándo se mantendrá la tensión interna, pese a las menciones o pedidos de aplausos del Presidente a la Vicepresidenta. "Hay conciencia de todos que el FDT no se rompe", asegura un referente cercano a La Cámpora. 

Las diferencias en el oficialismo estallaron por las decisiones económicas del Gobierno con respecto al acuerdo con el FMI, a las medidas para combatir la inflación, a la decisión de un reajuste en las tarifas, y a la cuestionada gestión del ministro de Economía, Martín Guzmán. Todos saben que lo económico arrastra a lo político. 

Del lado de la Vicepresidenta se plantean hasta "cuando se puede seguir con este nivel de puteadas altísimo" si hay que pensar en las elecciones de 2023. Allí surgen las alarmas de una necesidad de bajar las tensiones y enfrentar la crisis. Cuando hablan de crisis, no se refieren solamente a los desencuentros internos, sino también a la situación social y económica, lo que le pasa a los trabajadores y a los sectores pobres, en especial, con los aumentos en los alimentos. 

Cerca de Cristina Kirchner ya se habla de una fecha bisagra con la que buscan dar vuelta la página para mirar hacia el calendario electoral: el Mundial de Qatar. "Hay que llegar a noviembre que empieza el Mundial", alienta un kirchnerista que apuesta a una hazaña futbolística de la selección argentina con Leonel Messi para cambiar el humor social y político.

En el kirchnerismo hay una certeza. La alianza entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner no se quebrará
En el kirchnerismo hay una certeza: la alianza entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner no se quebrará

El armado de listas

Una vez que termine el campeonato de fútbol, que está vez se jugará a fin de año, llegará el tiempo del armado de listas. Será el momento clave para terminar de dirimir las diferencias internas o no. "Después del verano, armamos las listas", anticipan en el oficialismo. En la nómina sigue firme Alberto Fernández como candidato a la reelección. Pero la organización que lidera Máximo Kirchner quiere ponerle un "sparring" al Presidente. El ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, podría subirse al ring en un combate para las PASO. Tampoco descartan el puesto de un candidato a vicepresidente. El rol de neutral del funcionario, que responde políticamente a Cristina pero que está bajo el mando de Alberto, podría evitar una disputa más profunda en el Frente de Todos.

El diálogo entre el Presidente y su compañera de fórmula sigue cortado. Nada cambió y menos después de mandarle el "Diario de una temporada en el quinto piso" de Juan Carlos Torres como obsequio de cumpleaños. En el entorno de Alberto dejaron trascender que no le cayó bien la elección del libro. El último intercambio fue hace un mes cuando el Presidente le escribió tras el ataque a piedrazos que sufrió en el despacho del Senado durante el debate en el recinto del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Cristina nunca le contestó el mensaje.

Desde el albertismo hubo ciertos intentos de lograr un acercamiento. Varios dirigentes reconocieron que "dedican varias horas" para producir una reunión entre Alberto y Cristina, que por ahora no se logró. En el kirchnerismo, reconocen que "el ánimo es muy cambiante en estos tiempos" por la situación económica y social que vive el país. Anticipan que con una "inflación en alimentos de 7 puntos, el ánimo va a cambiar para peor" y consideran que "el coletazo de la guerra no llegó en plenitud". Este sector le pide al Presidente "que se ponga las pilas con el tema" de los aumentos, en lugar de hablar de "la guerra contra la inflación". 

 Después del campeonato de fútbol, llegará el momento de comenzar con el armado de listas y poner fin así a las peleas internas
Después del campeonato de fútbol, llegará el momento de comenzar con el armado de listas y poner fin así a las peleas internas

Nuevas críticas a Alberto

Algo anticipó ayer Máximo Kirchner en un acto sindical en Merlo cuando le envió un nuevo mensaje a Alberto Fernández. El líder de La Cámpora, que había renunciado a la jefatura del bloque del Frente de Todos en Diputados, habló de la gestión económica del Gobierno y la comparó con las administraciones kirchneristas anteriores. "Sabemos que gobernar no es soplar y hacer botellas. Vi al ex presidente (Néstor) Kirchner gobernar en una situación muy difícil y lo mismo a la ex presidenta Cristina que le tocaron situaciones muy difíciles y se paró de manos. Que no nos vengan a explicar lo que son situaciones difíciles", planteó el diputado.

Otro camporista sumó más leña al fuego en las últimas horas. El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, primero dijo que "no da más la situación social" en el conurbano y en el interior de la provincia, y reclamó al Gobierno que "es momento en el que hay que adoptar medidas muy decididas, excepcionales, y no hay que tener miedo de hacerlo".  

La lectura que hacen en el kirchnerismo duro sobre la situación social es bastante desalentadora. Creen que la inflación actual "no es culpa del Gobierno", pero que "ya venía con una temperatura recalentada"  con el alza de los precios. ¿Cuál es parte de la solución para conseguir frenar parte de esta crisis?. "Hay que cobrarle a los ricos", responden desde el sector que presentó el proyecto para que se pague al FMI con los dólares fugados al exterior. Al mismo tiempo reclaman terminar con la lógica de que "suben los salarios y suben los precios". "Es como el cuento de nunca acabar", se quejan. La mayor crítica al Gobierno es que cada vez "hay más pobres, más trabajo informal y menos paritarias".