Tenso 24 de marzo: ¿la movilización de La Cámpora cerrará la interna o acelerará la ruptura?
La conmemoración del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia encuentra al oficialismo nuevamente dividido y en plena pelea entre el presidente Alberto Fernández y su vice, Cristina Kirchner, pero en el Frente de Todos hay quienes creen que la movilización de La Cámpora puede ser el último desafío a la Casa Rosada y que luego podría darse una tregua.
A 46 años del golpe de Estado de 1976, Alberto Fernández y el kirchnerismo aparecen con agendas separadas en el 24 de marzo, fecha emblemática para la coalición de Gobierno, y dan una nueva muestra de la crisis política que los atraviesa.
Luego de que Alberto Fernández dijera que él no es "un títere" y que la Presidencia "no es colegiada", la tensión subió y, a pesar de su intento posterior por calmar los ánimos, quedó en el aire el temor a una respuesta de Cristina Kirchner a través de una nueva carta abierta.
Sin embargo, no todos en la alianza oficialista piensan lo mismo. "La marcha de La Cámpora va a ser ‘la carta’, la respuesta, y puede ser que después empiece la distensión", indicó a iProfesional una fuente del espacio que mantiene diálogo con los dos sectores en pugna.
El 24 de marzo para Cristina: ¿último capítulo o inicio de la ruptura total?
"A nadie le conviene la ruptura, ni a Alberto, ni a La Cámpora ni a (Sergio) Massa y todos lo saben", subrayó un operador del Frente de Todos ante la consulta de este medio.
Respecto de la movilización de La Cámpora, que se concentrará en la ex ESMA y desde allí marchará a Plaza de Mayo, consideró que no es más que la misma actividad que la agrupación liderada por el diputado Máximo Kirchner realizó todos los años hasta el inicio de la pandemia de Covid-19.
En este sentido, los más optimistas del Frente de Todos creen que después de la marcha del kirchnerismo, y a pesar de que la consigna "Primero la patria" la emparenta más con la pelea por el acuerdo con el FMI que con la defensa de los derechos humanos, "Alberto y Cristina van a tener que hablar y acomodar un poco las cosas".
"Hay tensiones por algún recambio pero se van a terminar resolviendo", indicó una de las fuentes consultadas, que dio a entender así que la posible tregua podría darse si hay algún cambio en el Gabinete. La Casa Rosada ya dejó trascender, sin embargo, que no quiere mover al ministro de Economía, Martín Guzmán, el primer apuntado por el kirchnerismo.
El clima no sugiere, por el momento, una reconciliación fácil. Después de marcarle la cancha al kirchnerismo, Fernández trató de abogar por la unidad: "Ya nos peleamos mucho, y la verdad que tanta pelea no le hace fácil la vida a la gente".
Pero Cristina Kirchner, que mantiene el silencio, se mostró con las Madres de Plaza de Mayo y Hebe de Bonafini, que disparó munición gruesa contra el Presidente al sostener que "no tiene nada que ver con el proyecto kirchnerista".
Agenda dividida: Alberto Fernández por un lado, La Cámpora por otro
A pesar del optimismo de algunos actores de la coalición de gobierno, las actividades por el 24 de marzo reflejan las diferencias internas del Frente de Todos tal vez en mayor medida que las declaraciones del Presidente y los gestos de Cristina Kirchner y de La Cámpora.
Alberto Fernández eligió tomar distancia de las movilizaciones con el argumento oficial de que nunca los presidentes participaron de ese tipo de actividades en un 24 de marzo. Por ello, optó por encabezar un homenaje a científicos desaparecidos en el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Allí, según supo este medio, habrá un nuevo llamado a la "unidad" del espacio.
Las agrupaciones del kirchnerismo duro, encabezadas por La Cámpora, marchan desde el Espacio Memoria ubicado en el predio donde funcionó el centro clandestino de detención de la ESMA hasta la Plaza de Mayo, donde se concentran desde las 15 y donde también habrá agrupaciones de izquierda y de derechos humanos.
Por otra parte, las agrupaciones sociales que respaldan al Gobierno y al Presidente en la interna oficialista, como el Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie, convocaron a una concentración desde el mediodía en el cruce de la avenida Belgrano y la 9 de Julio.
El futuro de la alianza oficialista sigue siendo, de todas formas, una incógnita, material para construir escenarios. Si bien en el Congreso confían en que la división generada en el bloque de diputados y de senadores por el acuerdo con el FMI no se repetirá, también reconocen que la única solución posible es que, finalmente, Alberto Fernández y Cristina Kirchner se sienten a conversar.