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Pelea entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner: "la maldición" entre los presidentes y vicepresidentes del país

Durante las últimas décadas, la relación entre ambos cargos políticos estuvo marcada por fuertes tensiones, que llevaron al quiebre.
22/03/2022 - 17:18hs
Pelea entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner: "la maldición" entre los presidentes y vicepresidentes del país

La portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, confirmó lo que era un secreto a voces: que el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner ni se hablan. "El presidente se comunicó, sin tener respuesta, con la vicepresidenta", aseguró la funcionaria.

Si bien las diferencias entre ambos fueron evidentes al tiempo de comenzar esta administración, aparecieron nuevamente con la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En este sentido, el kirchnerismo rechazó los términos del acuerdo que firmó el presidente y que negoció el ministro de Economía, Martín Guzmán.

El 10 de marzo, en medio de protestas en la calle, se aprobó en el Congreso el acuerdo con el Fondo. En cuanto a las protestas, culminaron con manifestantes apedreando puertas y ventanas del Palacio Legislativo, incluyendo la oficina de Cristina Fernández.

La expresidenta interpretó el hecho como una agresión personal, y publicó un video al respecto. Muchos de sus seguidores condenaron al presidente por no haberla contactado pero la vocera confirmó en conferencia de prensa lque el presidente le había escrito un mensaje a la vicepresidenta al que ella ni siquiera respondió. 

El kirchnerismo rechazó los términos del acuerdo que firmó el presidente con el FMI

Alberto y Cristina: disputa de poder

Si bien los rumores de la incorformidad con la gestión presidencial y de las divisiones internas se plantean desde el principio, la tensión en el Frente de Todos se detonó por completo el año pasado, luego de las elecciones internas de candidaturas legislativas en las que el peronismo sufrió los peores resultados electorales de su historia. La derrota se repitió en las elecciones intermedias de octubre.

Tras esos resultados, Cristina Kirchner exigió cambios en el gabinete a los que el presidente se negó, aunque los funcionarios kirchneristas habían puesto sus puestos "a disposición". 

La crisis se resolvió temporalmente con cambios en el gabinete, pero recrudeció con el acuerdo con el FMI que se tradujo en la renuncia de Máximo Kirchner como presidente de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados.

Pleitos entre presidentes y vicepresidentes en la historia

Eduardo Duhalde asumió en 1989 como vicepresidente de Carlos Menem, pero dos años más tarde dejó el cargo para postularse como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Así, la vicepresidencia quedó acéfala y el distanciamiento político entre ambos líderes se intensificó.

Uno de los factores cruciales fue la intención de Menem de reelegirse en 1999, justo cuando Duhalde considerada que era su oportunidad. De hecho, el entonces presidente obstaculizó de todas las formas posibles la campaña de su expresidente, quien ese año terminó perdiendo las elecciones frente a Fernando de la Rúa.

El distanciamiento entre ambos se intensificó cuando Duhalde dejó la vicepresidencia para presentarse como gobernador

Cuatro años más tarde llegó el momento de la venganza, ya que en 2003 Duhalde, quien era presidente interino después de la crisis política de diciembre de 2001, impulsó la candidatura presidencial de Néstor Kirchner, el dirigente que le terminó ganando a Menem.

Otra pelea fue la de De la Rúa y Carlos Álvarez, su vicepresidente que renunció al puesto solo 10 meses después de haber asumido, y que al mismo tiempo denunció hechos de corrupción del Gobierno del que formaba parte.

La salida de Álvarez selló la debacle de De la Rúa, que jamás pudo recuperarse. En diciembre de 2001, renunció de manera anticipada a la presidencia en medio de una de las crisis sociales, políticas y económicas más graves de la historia argentina.

Kirchner, por su parte, tuvo en Daniel Scioli a un vicepresidente del que se alejó desde el inicio del gobierno (2003). Las críticas públicas a determinadas políticas de Gobierno, su relación con medios y empresarios opositores le valieron a Scioli un "congelamiento" político, por lo que siguió en el cargo más como una mera figura decorativa.

En 2015, con Kirchner ya fallecido, su viuda y sucesora, Cristina Fernández de Kirchner, se resignó a que Scioli fuera el candidato presidencial del oficialismo, aunque terminó perdiendo frente a Mauricio Macri.

Fernández de Kirchner tuvo sus propios y graves conflictos. A poco de asumir, enfrentó su primera crisis política al aumentar impuestos de exportación a productores agropecuarios. Su vicepresidente, Julio Cobos, terminó votando en contra del Gobierno en una sesión definitiva en el Senado.

"Mi voto es no positivo", dijo en una frase que lo convirtió en héroe temporal de la oposición. La relación jamás se recompuso y Cobos siguió ejerciendo un papel institucional mínimo, ya que ni siquiera lo invitaban a los actos oficiales.