"Guerra a la inflación": qué situaciones complican el futuro y los planes de Alberto Fernández
En su primer anuncio en la "guerra contra la inflación", Alberto Fernández anunció el pasado viernes una serie de medidas para tratar de contener el aumento de los distintos precios. Pero hay una serie de situaciones que pueden "dar por tierra" con los planes de este anuncio.
El Gobierno anunció que buscará mantener precios cuidados, fijar precios máximos para artículos de primera necesidad, incrementar 2% las retenciones a la harina y aceite de soja y ampliar los fideicomisos para el trigo.
La suba de retenciones de 31% a 33% a los derivados de la soja aportará unos u$s500 millones y se utilizará para subsidiar el precio local de la harina.
Con esto se intentará frenar los fuertes incrementos de precios en productos como el pan o los fideos pero es probable que la medida genere un enfrentamiento con las entidades del agro que ya anunció protestas y medidas de fuerza para esta semana.
Al respecto un reciente estudio de la consultora Invec que dirige el economista Esteban Domec señala que: "empezar una guerra sabiendo que los primeros resultados no lo van a favorecer no parece ser la mejor estrategia". Sin embargo, es la estrategia que el gobierno decidió seguir.
Las "Guerras" a la inflación que ponen en vilo al Gobierno de Alberto Fernández
Cuatro personas obtienen el dato de inflación previo a que sea publicado: el presidente, el ministro de economía, el jefe de gabinete y el presidente del BCRA. Es decir, el anuncio de la guerra fue el anticipo de un muy mal resultado inflacionario, aunque con mal timming por lo que vendrá".
El trabajo destaca que: "analizando el dato de inflación del mes de febrero, se destaca que la inflación general fue de 4,7% y estuvo principalmente impulsada por el segmento de alimentos y bebidas".
A este le siguió la suba del rubro transporte, cuya suba fue del 4,9%, empujado por el aumento de los combustibles y el tercer lugar en el podio se lo llevó el rubro de equipamiento y mantenimiento del hogar.
De esta manera, "la inflación general acumuló en los primeros dos meses del año y en el rubro de alimentos, la suba acumulada fue del 14%. En particular, los mayores saltos del mes se dieron en los productos de mayor estacionalidad como las verduras", agrega.
Ritmo de devaluación inalterado
Lo peligroso es que, en este proceso inflacionario, el ritmo de devaluación se ha mantenido prácticamente inalterado o con leves subas respecto del movimiento de los meses previos.
Tras el cierre electoral del año 2021, el equipo económico se libró del ritmo de devaluación mensual del 1%, que significaba un permanente atraso del tipo de cambio, y empezó a acelerarlo, pero solamente hasta un 2,3% en el mes de febrero, contra una inflación de más del doble.
Es decir, desde la reconstrucción de las estadísticas oficiales a nivel nacional, nunca hubo un mes con un aumento tan elevado del rubro de alimentos y bebidas.
Y, en todos los momentos en los cuales el avance fue superior al 5% fue luego de un brusco salto cambiario.
Los factores de impacto en la suba de los precios
El ministerio de Economía puso especial énfasis en la invasión de Rusia a Ucrania como el principal factor de impacto en la suba de los precios.
Sin embargo, esto parte de una irrealidad, dado que la suba de precios comenzó el mismo 24 de febrero cuando se concretaron los primeros ataques.
Es decir que la mayor incidencia de los precios internacionales recaerá en el mes de marzo y el foco recae sobre la suba del precio del maíz y el trigo.
Desde entonces, el precio del maíz escaló 13% hasta 292 dólares por tonelada, mientras que, en el caso del trigo la suba fue del 26% y alcanzó un valor de 390 dólares. Ambos precios, históricamente altos para ambos granos.
El caso de la soja, que también presentó una suba del 10%, al no tener prácticamente consumo interno, el impacto en precios locales es irrelevante.
Esto, que puede tener un impacto favorable en términos de entrada de divisas al país, será más que compensado por los precios de la energía.
La suba del petróleo: impacto en los combustibles
La suba en el caso del petróleo (WTI) fue del 16% desde el inicio de la invasión Rusia hasta hoy, al transaccionarse en 105 dólares por barril, aunque en su pico máximo, alcanzó 125 dólares.
En el caso del gas, la dinámica fue muy similar, en el caso del gas natural Dutch TTF la suba fue cercana al 20% y esto fue lo que motivó también los conflictos internos dentro del gobierno.
El secretario de energía sentenció al ministro de economía que solamente recibió 21% del total de fondos que necesitaba para asegurar la provisión de gas en el país, unos $66.000 millones, frente a los $310.000 que pretendía recibir.
Improvisación energética y escalada de precios internacionales
Indefectiblemente la improvisación del gobierno en materia energética y la escalada de los precios a nivel internacional, serán el principal problema para poder cumplir la meta fiscal con el Fondo Monetario Internacional.
Con respecto a la declaración de guerra contra la inflación el estudio concluye afirmando que: "podemos asegurar con firmeza que los primeros números no podrán convalidar una victoria del gobierno por varias cuestiones".
"La primera es todo lo previamente mencionado con relación a los precios de commodities agrícolas. La segunda, es que se concretaron a comienzos de mes dos subas de precios de las facturas de energía y gas por un total de 20%, que impactarán en 0,5 puntos porcentuales en el índice de manera directa y conllevarán además un impacto indirecto aún mayor".
Por su parte, la suba de los combustibles, cercana al 10% que se produjo a mediados de mes repercutirá directamente en los costos logísticos de las compañías y del transporte. Por último, el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial se acelera levemente y los primeros 15 días de marzo reflejaron un 2,6% de aumento respecto el mismo período del mes anterior.
De esta manera, los indicadores de alta frecuencia demuestran que, en estos 15 días, la inflación muestra un avance del 5,0%, muy por encima del ya mal dato de febrero, con principal incidencia en la segunda semana".
Suba de retenciones: impacto
En relación con la suba de retenciones anunciada un reciente informe del IERAL de la Fundación Mediterránea explica que: "el aumento de las retenciones, supuestamente para beneficiar a los consumidores, es un error basado en un diagnóstico que sólo mira la foto y no tiene en cuenta la dinámica.
Al tener Argentina el potencial de producir alimentos y energía, en un escenario en el que se eviten las crónicas distorsiones de precios relativos y aun con alimentos y energía más caros, los habitantes contarían con mayores ingresos, tal como ocurre en Canadá, Australia y Estados Unidos"
El escenario inflacionario significa una especie de "tormenta perfecta" para la economía argentina.
El pico de inflación de marzo probablemente marque un valor máximo a partir del cual se empiece a ver un descenso gradual del índice. Es lo que sucedió justamente en marzo del año pasado, cuando marcó 4,7% y a partir de allí descendió pero muy gradualmente y con altibajos.
Controles de precios: nunca funcionaron
Con respecto a los controles de precios un trabajo de la consultora Consultatio Plus expresa que "Argentina cuenta con un largo historial de controles de precios. En total, se pueden contabilizar 8 períodos en los cuales fueron implementados.
La conclusión obvia es que jamás en la historia un programa de mero control de precios fue efectivo para reducir la inflación.
De los 8 programas, 3 empeoraron sustancialmente la situación (con el "Rodrigazo" siendo el caso más emblemático), 3 fueron insuficientes y otros 2 fueron efectivos, aunque debido a que fueron acompañados por un programa integral.
El impacto de la guerra en la economía argentina
El impacto, directo del shock de la guerra sobre la economía de Argentina pasa por el nuevo conjunto de precios internacionales más altos con impactos a favor e impactos en contra.
A favor del Gobierno juega el alto precio de la soja porque genera más dólares para el mercado cambiario y más pesos para el fisco. Pero juega en forma negativa el alto precio del gas porque se requerirán muchos más dólares para importar y muchos más pesos para subsidiar la demanda residencial".
El gas en 2022 puede ser en el mundo un bien tan escaso y demandado como lo fueron las vacunas contra el COVID en 2021 por lo tanto aparece el problema de la provisión importada de gas licuado por barco y desde Bolivia por cañerías que podría reducirse.
El fideicomiso es una especie de retención encubierta en la medida que los exportadores le trasladan el porcentaje aportado al fondo al monto pagado a los productores. El fideicomiso tiene el fin de financiar un subsidio para desacoplar indirectamente precios internos de externos mientras que la retención recauda y desacopla simultáneamente los precios. Pero la disparada de los precios internacionales deshilachó el esquema de fideicomisos.
Montos insuficientes para afrontar los subsidios
A los actuales precios, el monto previsto de los mismos ya no alcanza para financiar el subsidio a lo largo del año. El único objetivo al que apunta el gobierno es que la inflación no se dispare por encima del 2021, algo que parece imposible en este escenario.
Hoy, el mercado asume una inflación promedio del 3,6% todos los meses para llegar a una inflación del 55% hacia fin de año.
Escenario que, con los últimos datos, cada vez queda más lejano en particular si se observa que la mayoría de las consultoras locales proyecta un aumento promedio del 5,5 por ciento de la inflación de este mes impactada muy fuerte por los aumentos de precios en el rubro Alimentos y Bebidas.