El kirchnerismo presiona otra vez a Alberto Fernández: qué exige para pelear la "guerra contra la inflación"
Apenas se enteró de que la inflación de febrero había trepado al 4,7%, superando los peores pronósticos para los precios, Alberto Fernández conformó lo que el propio Gobierno denominó -puertas adentro- el "comité de crisis".
Lo integran los ministros Martín Guzmán, Julián Domínguez, Matías Kulfas, y el secretario de Comercio, Roberto Feletti.
Tienen la tarea, bajo presión, de definir las medidas que el Presidente anunciará mañana viernes, bajo la consigna de convertirse en las armas en la "guerra contra la inflación", como el mismo Fernández llamó.
El tono épico, sin dudas, puede jugar en contra de las expectativas si los funcionarios no aplican medidas fuertes, contundentes y exitosas, para enfriar una dinámica de precios a todas luces se ha complicado tras la invasión rusa a Ucrania.
Los alimentos se encarecieron nada menos que 7,5% el mes pasado, con un pico del 8,6% en el conurbano bonaerense, donde el índice de pobreza es superior al promedio nacional.
Precios: el kirchnerismo plantea exigencias
El ala kirchnerista de la coalición gobernante quiere que Alberto Fernández sea audaz con el paquete anti inflación. Que no se limite a iniciativas que ya han demostrado sus limitaciones, como el fondo fiduciario del trigo y del aceite, que no pudieron impedir un brusco salto de los precios en las góndolas de los productos farináceos ni de los aceites.
Referentes del kirchnerismo consultados por iProfesional dan respuestas en "off the record" para evitar un mayor condicionamiento del jefe de Estado, a pocas horas de que el Congreso sancione la ley que le da marco al acuerdo con el Fondo Monetario.
Esas fuentes, no obstante, cuentan que la manera más eficaz de pelear a un shock externo, que elevó los precios internacionales de las materias primas, sería con una suba sensible de las retenciones a las exportaciones. Tanto de maíz como de trigo. También a las ventas de carnes como a las de leche en polvo.
Tanto en carnes como leche en polvo, las alícuotas de las retenciones se encuentran en el 9%, y el Gobierno podría subirlas al 15% sin pasar por el Congreso; a través de un simple DNU.
Los lácteos y la carne fueron de los rubros que más aumentaron en los últimos tiempos. También figuran en el ranking de mayores alzas en el último año: hasta 80% en los lácteos y hasta 65% en el caso de los cortes populares de carne, de acuerdo al último informe del INDEC.
Sube la tensión por la exportación de carne
Las tensiones con los exportadores de carne recrudecieron en las últimas horas. Fue después de que el consorcio ABC (frigoríficos) se bajara del acuerdo firmado con el Gobierno para entregar 6.000 toneladas mensuales para vender carne más barata en los supermercados.
Los advirtió el ministro de Agricultura: "Acabo de terminar la reunión con el Consorcio ABC. Les informé que quienes no cumplan con los compromisos asumidos con las y los argentinos, no podrán continuar exportando carne", dijo Domínguez.
"Tomé esta decisión en el marco del conflicto bélico que impulsó subas a nivel global en el precio de los alimentos, situación que se suma a la crisis que atraviesa nuestra ganadería por la sequía, los incendios en Corrientes y el faltante de 1 millón y medio de cabezas", completó.
La advertencia de Domínguez fue por la desautorización que profesaron los empresarios en público. Pero la respuesta oficial bien puede ser interpretada como un adelanto del tono que tendrán los funcionarios para intentar aplacar la dinámica inflacionaria.
La pulseada interna por las retenciones
Desde el kirchnerismo alientan además que la suba de las retenciones abarque también al trigo y al maíz, aun cuando ya se hayan vendido la producción de la última campaña. "Sería clave para marca el precio tope para el mercado interno de la próxima cosecha", razona un referente económico de ese espacio ante la consulta de iProfesional.
A sabiendas de que ni Domínguez ni Kulfas ni Guzmán están de acuerdo con esta vía, referentes del kirchnerismo piden que esa medida sea temporal. Entre 90 días y 180 días. El argumento se basa en que hay una disparada de precios a nivel global que podría aflojar cuando se distienda el escenario de la guerra. Y que el Congreso podría autorizar esa medida transitoria sin mayores resistencias.
De otra forma, advierten los seguidores de CFK, el shock de precios podría continuar horadando el nivel de ingresos de la población y poniendo en riesgo la recuperación lograda, tras lo peor de la pandemia.
Acuerdos de precios, parte del esquema
Otra iniciativa se vincula con la posibilidad de volver a tener precios máximos (congelados) por los próximos meses. Una iniciativa lanzada por la ex secretaria de Comercio, Paula Español, y que se extendió durante la primera parte de la pandemia.
Ahora, el escenario es bien distinto: en aquel momento -durante el año 2020- no había un shock de precios local ni internacional, la inflación era más acotada, y las empresas pudieron cumplir.
El equipo económico, ahora, intentará otro camino. Los funcionarios analizan acuerdos puntuales con el sector lácteo, con el objetivo de que el precio récord de la leche en polvo en los mercados internacionales (y que ya se evidencia en el mercado interno) no se contagie al precio de la leche fluida, en toda su magnitud.
Entre las medidas podría incluirse una lista acotada de Precios Máximos para los comercios de cercanía (autoservicios "chinos" y almacenes).
También se analiza una ampliación del lote de Precios Cuidados, pero con la mira puesta en los productos lácteos y otros frescos, como las carnes, frutas y verduras.
Feletti viene trabajando en un mecanismo para intervenir el mercado de frutas y verduras a través de un "fideicomiso para productos frescos", con el objetivo de evitar la brusca volatilidad de los productos más consumidos por los argentinos: tomate, lechuga, cebolla y papa, que son los que más aumentaron en los últimos meses.
Ayer por la tarde, Sergio Massa dio indicios de diálogo hacia los empresarios. "Tenemos que construir un nuevo acuerdo económico y social para derrotar a la inflación", dijo.
Como está claro, una parte de la administración tira para un lado y la facción kirchnerista reclama medidas más duras.
El Gobierno está en problemas: el acuerdo con el FMI le pone límites estrictos a la asistencia fiscal que pueda otorgar para aliviar el shock inflacionario por la disparada de las materias primas.