CONGRESO

Debate caliente por el FMI: el mensaje de Guzmán y Manzur a la interna oficialista y la advertencia de la oposición

El Gobierno salió con todo en el inicio del debate sobre el acuerdo con el FMI. El fuerte mensaje para oficialistas y opositores.
POLÍTICA - 07 de Marzo, 2022

El jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, defendieron el acuerdo con el FMI ante la Cámara de Diputados en la largada del debate y lo hicieron con un contundente mensaje para los diputados oficialistas que lo rechazan y también para la bancada de Juntos por el Cambio, que condiciona su apoyo.

Manzur fue el primero en exponer ante los diputados de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas y, en un tramo del discurso que leyó, subrayó que tener "una mirada crítica" sobre el Fondo Monetario Internacional "no es razón para alentar el voto en contra en esta particular coyuntura".

El jefe de Gabinete aludió así a la división que sufre el bloque oficialista por la resistencia de los diputados alineados con Máximo Kirchner a votar el acuerdo con el FMI, al tiempo que subrayó que el Gobierno alcanzó "el mejor acuerdo posible" y pidió "evitar con el diálogo constructivo un escenario de default".

Por su parte, Guzmán dejó el mismo mensaje pero desde el punto de vista económico y fue categórico: "Es nuestra responsabilidad marcar lo desestabilizante que significa para la economía argentina en caso de no contar con las condiciones para poder refinanciar la deuda de 2018".

El ministro advirtió que "la alternativa" a la aprobación del acuerdo en el Congreso es "un crecimiento de la incertidumbre que no puede redundar en nada mejor, por el contrario va a generar un profundo estrés cambiario con consecuencias inflacionarias y negativas sobre la actividad económica, sobre el empleo y la pobreza".

Guzmán y Manzur advirtieron sobre las consecuencias de un posible rechazo del acuerdo y le hablaron al oficialismo 

¿Cuál fue la advertencia de la oposición y la crítica más dura del PRO a Guzmán?

La alarma que plantearon los representantes del Gobierno a los diputados sobre un hipotético rechazo del acuerdo con el FMI se dirigió no solo a los propios, sino también a Juntos por el Cambio, que insistió en su postura de votar a favor del refinanciamiento de la deuda pero no del programa económico.

Este punto central en la negociación entre el Frente de Todos (que no tiene mayoría en la Cámara baja y aún no cuenta con los votos) y el principal interbloque opositor fue expuesto por el santafesino Luciano Laspina, la voz cantante en materia económica.

Con tono de chicana, el diputado del PRO habló de "la doctrina Guzmán" para criticar la redacción del proyecto porque "establece que el Congreso debe votar programas económicos, algo contrario incluso a la Constitución Nacional, porque es facultad exclusiva del Poder Ejecutivo".

"Es inaceptable sentar el precedente de que el Congreso aprueba o rechaza atribuciones que son de otro poder (…) Viene al Congreso con un enlatado donde nos quieren hacer socios del ajuste inevitable porque en los últimos dos años se quedó sin recursos", lanzó Laspina.

Esa postura de la oposición, que condiciona el apoyo de Juntos por el Cambio, fue reforzada luego por el radical Martín Tetaz, quien le pidió a Guzmán que "retiren de su proyecto la parte de la política económica".

Juntos por el Cambio insistió en que no votará el programa económico que envió el Gobierno

Por otro lado, Laspina criticó con dureza el discurso que desplegó el oficialismo en los últimos días. Al respecto, recordó que el oficialismo "no tiene los votos" para aprobar el acuerdo, y criticó que en ese contexto el Gobierno "querella, agravia, insulta y después pide el voto" a la oposición.

Tras considerar que el programa económico es "regresivo", Laspina reclamó a Guzmán que se "haga cargo" del acuerdo que firmó y lo acusó de desplegar una "retórica sanatera de pasarle la pelota al próximo gobierno para que le estalle como ya lo hicieron muchas veces".

La respuesta de Guzmán a las condiciones de la oposición

Al momento de responder las preguntas, el ministro de Economía aceptó el argumento de la oposición al señalar que "la responsabilidad de la aplicación de las políticas económicas efectivamente es del Poder Ejecutivo Nacional", pero agregó: "Lo que me compete a mí es aclarar que lo que se está buscando es que la Argentina actúe como Estado nación".

"El FMI no es cualquier acreedor. Se supone que da apoyo a un país cuando está con problemas de estabilidad en la balanza de pagos. Apoyo a un país, no a un gobierno", subrayó el funcionario.

Al respecto, señaló que "para que ese apoyo exista el país debe acordar con el Fondo Monetario un conjunto de políticas, es decir, no hay en el menú del Fondo la opción ‘aquí están los desembolsos y nos vemos en unos años’, no funciona así".

Guzmán tuvo un duro debate con la oposición al pedir la aprobación del acuerdo con el FMI 

En este sentido, remarcó que el objetivo del proyecto del Gobierno es que "la Argentina actúe como Estado nación, que no ocurra nunca más que un gobierno lleva llega a un acuerdo que tiene consecuencias para varias generaciones y que los representantes del pueblo y de las Provincias no tengan posibilidad siquiera de considerarlo".

De esta manera, aludió al préstamo que contrajo el ex presidente Mauricio Macri por u$s44.000 millones sin pasar por el Congreso, que ahora se intenta refinanciar.

Los detalles del acuerdo con el FMI, según Guzmán

En su extensa ponencia ante el plenario de comisiones, el ministro de Economía detalló que, por el acuerdo pactado con el FMI en 2018, este año el país debería afrontar un "monto de intereses de 19 mil millones de dólares" y "no cuenta con reservas en disponibilidad".

"La única alternativa para hacer frente a esos vencimientos es con la obtención de nuevo financiamiento y la única forma para ello es mediante un programa con el Fondo Monetario Internacional", indicó el funcionario.

Al respecto precisó que se definió junto el staff del organismo un "perímetro de financiamiento equivalente a la deuda del programa stand by de 2018, es decir, un financiamiento convertido a dólares de 44.500 millones", al tiempo que señaló que "no se está agregando nueva deuda".

Guzmán subrayó que el FMI "a diferencia de un bonista, no es que simplemente presta", sino que "hace falta tener un programa de préstamos" que incluye "compromisos y condiciones que, desde la perspectiva del Gobierno, son coincidentes con los objetivos de generación de empleo, ayudar a fortalecer la estabilidad económica y poder atacar la inflación".

El ministro destacó que se plantea una "reducción de la emisión monetaria" como parte del programa

Entre los detalles, señaló que "se continúa expandiendo la inversión en infraestructura pública con el objetivo de superar los dos puntos del PBI" y señaló que "es importante seguir bajando el déficit fiscal de modo de depender menos del financiamiento y de la emisión monetaria" para fortalecer "el crédito" y la moneda.

El sendero de reducción del déficit será de "2,5% del PBI para el año 2022, 1,9 para 2023, y 0,9 para 2024", al tiempo que "se plantea una reducción de la emisión monetaria", lo cual calificó como "un camino necesario" y explicó: "Los números definidos en el acuerdo es que el financiamiento del Banco Central al Tesoro sea de 1% en 2022, en 2023 de 0,6 y convergiendo a 0% en 2024".

El financiamiento

Guzmán también subrayó que "para atacar la inflación es necesario no entrar en situaciones de crisis de balanza de pagos".

El ministro señaló que el programa de Facilidades Extendidas que el Gobierno cerró con el FMI "tiene una duración de dos años y medio, quiere decir que los compromisos desde el punto de vista del esquema de políticas económicas rige por ese período".

"Se programan 11 desembolsos a lo largo de este programa, el primero ocurre apenas el directorio del FMI apruebe el programa y cada uno de los 10 que siguen ocurren cuando se completa cada revisión del programa, que serán cada tres meses", señaló Guzmán.

Al respecto, precisó que "en caso de que se apruebe el acuerdo en marzo, la primera revisión ocurriría en junio de este año y la última en septiembre de 2024".

"En este acuerdo no hay ninguna reforma que implique quita de derechos. No hay reforma previsional ni laboral", subrayó Guzmán y agregó: "Se negoció defendiendo los intereses de la patria y condiciones cumplibles, porque este programa consideramos que es para la recuperación, para reducir la inflación".

Y finalizó: "El acompañamiento del Congreso de la Nación va a ser decisivo para actuar de una forma que fortalezca a nuestra República".

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