La pulseada que viene por el futuro Congreso: cuántas bancas aspiran a tener el PRO y la UCR
Los resultados de las primarias alentaron a Juntos por el Cambio para lograr una victoria en las elecciones legislativas de noviembre que le permitiría robustecer su presencia en el Congreso, pero también movieron algunas de las piezas del tablero en el que el PRO, la UCR y la Coalición Cívica juegan su partida interna.
Más allá de la foto de unidad y el alineamiento de todos los dirigentes de la coalición opositora detrás del objetivo de retener los votos conseguidos en las PASO para repetir el triunfo sobre el Gobierno en las legislativas de noviembre, en el Senado y la Cámara de Diputados ya hay quienes hacen un primer "poroteo" sobre los representantes que tendrá cada sector si alcanzan esa meta.
Y es que de allí podrían surgir cambios en la conducción de la principal bancada opositora que actualmente encabezan dos radicales: el cordobés Mario Negri en Diputados y el formoseño Luis Naidenoff en el Senado. Las ambiciones del PRO en ese sentido se mantienen lógicamente contenidas porque primero deben pasar las elecciones de noviembre, pero están allí.
En ese contexto, se hacen cálculos sobre cuánta influencia tendrían figuras como Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Mauricio Macri, por el PRO, o Gerardo Morales y Martín Lousteau por la UCR, más el arbitraje de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, en la nueva conformación parlamentaria.
Si repitiera los resultados de las PASO en las legislativas del 14 de noviembre Juntos por el Cambio se quedaría en la Cámara de Diputados con 117 legisladores y, en el balance interno, el PRO tendría más bancas que la UCR. A ello se suma que Negri viene de perder las PASO en Córdoba por la candidatura al Senado con Luis Juez.
"Es el único de la mesa nacional de Juntos por el Cambio que no festejó el 12 de septiembre", graficaron fuentes del espacio consultadas por iProfesional. La superioridad numérica del PRO y el revés que sufrió el jefe del interbloque empiezan a llevar al partido amarillo, según indicaron, a reclamar ese lugar.
El favorito para ocupar ese lugar sería el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, cuyo nombre ya había sido considerado en 2019 dado que la UCR también tenía menos bancas, pero Carrió movió a sus legisladores para apoyar a Negri y mantenerlo al frente del interbloque.
En la futura composición del interbloque -siempre según los resultados de las PASO- la Coalición Cívica quedaría con una docena de legisladores. Entre los nuevos "lilitos" estarían Marcela Campagnoli y Juan Manuel López. Por esa razón, las fuentes consultadas señalan que el acuerdo de Carrió volvería a ser determinante si el PRO quiere desplazar a Negri en diciembre.
Por otro lado, la interna radical entre el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales y el senador Martín Lousteau (que cruzaron varias críticas públicas durante la campaña) por el control de la UCR podría tener también incidencia en las futuras definiciones, dado que ambos tienen legisladores "propios" en el Congreso.
Además de estar acechado por el PRO y cargar con la derrota en su provincia ante nada menos que un aliado de ese partido como es Juez, en la vida interna del radicalismo Negri se mueve junto a los dirigentes más cercanos a Morales y los diputados alineados con Lousteau, con Emiliano Yacobitti a la cabeza, suelen pulsear y marcar identidad propia dentro del bloque.
Ese sector se verá fortalecido con la llegada de figuras como Rodrigo de Loredo, Danya Tavella y Martín Tetaz, pero seguiría en minoría. En uno de los borradores que circulan en el radicalismo la cuenta resulta en un bloque radical con unos 45 diputados de los cuales los aliados de Lousteau serían unos 15, mientras el resto juega mayoritariamente con Morales.
En ese contexto, estiman que Negri tiene más chances de resistir como jefe del bloque radical que como líder de la bancada de Juntos por el Cambio. Tiene, sin embargo, esperanzas en dos puntos: Carrió todavía lo respalda y la muy posible llegada de Emilio Monzó podría generar un cuarto actor.
Si bien en su entorno todavía lo niegan, en la bancada opositora varios dan casi por hecho que el ex presidente de la Cámara baja armará un bloque propio dentro de Juntos por el Cambio, donde encajarían diputados del PRO con los que tiene muy buena relación como Sebastián García de Luca y Rogelio Frigerio, que entraría por Entre Ríos.
Rodríguez Larreta tendría una influencia importante en la bancada y dentro del PRO, superaría a la de Patricia Bullrich. Con diputados como Ritondo y Álvaro González más la llegada María Eugenia Vidal y Diego Santilli, sus alfiles electorales ganadores de las PASO, el mandatario porteño será importante en la discusión .
Si bien mantiene un contacto fluido con Negri, Rodríguez Larreta fue, junto a Carrió, Macri y otros, uno de los dirigentes que le pedían al cordobés no competir en las PASO de este año y seguir con su tarea al frente del interbloque.
El Senado
La situación inversa se da en el interbloque de senadores. De repetirse los resultados de las PASO, Juntos por el Cambio quedaría con 31 bancas, de las cuales se estima que serán 18 de la UCR, 9 del PRO y el resto de aliados como el sanjuanino Roberto Basualdo, los cordobeses Luis Juez y Carmen Álvarez y el tucumano Germán Alfaro.
En ese esquema, Bullrich podría tener mayor influencia dentro del bloque PRO que Larreta. La presidenta del partido salió fortalecida de las PASO en las provincias que eligen senadores porque casi todas las listas que apoyó ganaron en la interna de la coalición.
Por La Pampa y Chubut, con los mismos resultados en noviembre, se sumarían al bloque del PRO del Senado Victoria Huala e Ignacio Torres, respectivamente. Ambos fueron respaldados por la ex ministra de Seguridad.
Bullrich también apoyó a Juez en las primarias de Córdoba y a Alfaro en las de Tucumán, aunque se verá después de noviembre si se incorporan al PRO en caso de que obtengan el mismo resultado que en las primarias.
En tanto, Rodríguez Larreta mantiene como su representante en ese bloque a Guadalupe Tagliaferri y, en menor término, a Lousteau. Sin embargo, al igual que en Diputados, el economista también libra su propia pulseada con Morales en la Cámara alta, donde la disputa podría ser incluso más importante para el futuro equilibrio de poder en el interbloque opositor.
Con más senadores de la UCR que del PRO, la bancada que encabeza Naidenoff podría seguir siendo comandada por un radical, pero la disputa entre el gobernador de Jujuy y el senador por la Ciudad de Buenos Aires podría generar tensiones en torno al nombre.
Naidenoff responde a Morales, al igual que los jujeños Silvia Giacoppo y Mario Fiad. Los correntinos Eduardo Vischi y Gabriela Valenzuela, que entrarían por Corrientes, jugarían también a su favor por su cercanía con el gobernador de esa provincia, Gustavo Valdés.
Además, la posible llegada de Carolina Losada y Dionisio Scarpin por Santa Fe podrían sumarle músculo a la tropa de Morales, dado que respaldó a esa lista en las PASO contra la de Maximiliano Pullaro, hombre de Lousteau.
El senador radical, por su parte, recorrió varias provincias apoyando a listas de correligionarios disidentes y aunque no pudo contar grandes victorias para el tramo de senadores, mantiene un juego propio en la Cámara alta, de la cual es ni más ni menos que vicepresidente. Además, es el principal referente económico del interbloque.
Después de las elecciones de noviembre Lousteau podría sumar a su tropa a un actor importante del radicalismo como es el presidente de la UCR Alfredo Cornejo, quien jugó varias veces junto al economista en la vida interna del partido. No obstante, Morales seguiría con una luz de ventaja.
La principal preocupación de la mesa nacional de Juntos por el Cambio está en evitar que el Gobierno les dé vuelta el resultado de las PASO en alguna de las 17 provincias donde ganó. La discusión sobre el Congreso quedará para después del 14 de noviembre, pero en el juego parlamentario el "poroteo" se hace todo el tiempo.