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Durísima pulseada territorial: La Cámpora se disputa el conurbano con intendentes históricos

El cierre de listas de cara a las PASO dejó en pausa la pelea. La estrategia legal de los jefes comunales y los cuadros K que calientan motores
POLÍTICA - 11 de Agosto, 2021

La unidad que consiguió el Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires de cara a las elecciones legislativas dejó en stand by una pelea más profunda que involucra a La Cámpora y a los intendentes del conurbano bonaerense, que ya empezaron a prepararse para una puja casi inevitable por el control de ese territorio estratégico.

Un grupo de intendentes peronistas y radicales con largos mandatos en sus respectivos distritos buscan la forma de sortear la ley sancionada en 2016 que les impide ir por una nueva reelección en 2023, mientras que la agrupación que lidera Máximo Kirchner manda a sus referentes locales y a funcionarios cercanos a "caminar" el terreno.

De los 135 intendentes de la provincia de Buenos Aires, hay más de 90 que no podrán ir en busca de un nuevo mandato. Muchos de ellos son del conurbano, como Mariano Cascallares (Almirante Brown), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) Ariel Sujarchuck (Escobar), Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Gustavo Posse (Sn Isidro).

La búsqueda de una manera para sortear ese impedimento empezó en 2020. Plantearon dos opciones: dar con una interpretación de la ley que les permita ganar por la vía judicial una nueva reelección o modificarla en la Legislatura. Ambas, según supo iProfesional, le fueron sugeridas al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, pero las rechazó de plano.

Insaurralde, uno de los 90 intendentes que no podrán ir por un nuevo mandato

Sin embargo, los intendentes volvieron al asunto en los últimos días, tras el cierre de listas para los comicios. "Están buscando la manera de sortear el límite a la reelección pidiendo licencia antes de diciembre, para que se considere que no completaron el período", confirmó a este medio una fuente del PJ bonaerense.

El objetivo es la Ley 14.836, sancionada en agosto de 2016 a instancias del gobierno de María Eugenia Vidal y del actual presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa. Esa norma modificó la Ley Orgánica de las Municipalidades al establecer en su artículo 3 que los intendentes y concejales que hayan sido reelectos una vez "no podrán ser elegidos en el mismo cargo, sino con intervalo de un período".

Además, en el artículo 7 se dispuso que "el período actual de los Intendentes, Concejales, Consejeros Escolares, Diputados y Senadores a la entrada en vigencia de la presente ley, será considerado como primer período". Sin embargo, la clave con la que creen haber dado los jefes comunales no está en la norma sino en el anexo del decreto con el que fue reglamentada.

Se trata del decreto 265/19 firmado por Vidal, el cual estableció que "la prohibición de reelección para un tercer mandato consecutivo (...) abarca a quienes habiendo sido reelectos en el mismo cargo para un segundo mandato consecutivo, hayan asumido sus funciones y ejercido por más de dos (2) años, continuos o alternados".

De esta manera, si un intendente pidiera licencia antes de diciembre de este año podría alegar que no ejerció más de dos años en el que, para la ley, es el segundo mandato. Este es el punto central de la estrategia judicial que evalúan algunos de los jefes comunales.

Un operador del peronismo bonaerense consultado por iProfesional sostuvo que "es todo muy teórico" y agregó: "Necesitan que un juez electoral interprete que es así y que no haya ningún otro que interponga una cautelar o algo por el estilo".

De no prosperar la vía judicial, los intendentes necesitarían derogar la ley, lo cual es más complicado. Por un lado, Massa ya avisó que su Frente Renovador -con presencia en la Legislatura bonaerense- no acompañaría. Tampoco el PRO, como lo hizo saber el intendente de Vicente López, Jorge Macri, quien no se suma a la idea de sus pares pese a no poder ir por un nuevo mandato.

La Cámpora no quiere derogar la ley para ganar territorio en el conurbano

Las fuentes del PJ consultadas indicaron que "la llave la tiene La Cámpora, que no tiene ninguna intención de derogar la ley y es entendible porque tienen la posibilidad de seguir avanzando en el territorio y teniendo sus propios intendentes".

En efecto, la fuerza política que lidera el hijo de la vicepresidenta Cristina Kirchner y jefe del bloque oficialista de Diputados espera hace algunos años un "recambio generacional" con los intendentes que llevan, en muchos casos, bastante más de una década en el cargo.

La primera victoria importante de La Cámpora en el conurbano fue en 2019 con la elección de Mayra Mendoza como intendenta de Quilmes. En la búsqueda de repetir ese logro y empezar a extender su poder territorial, la agrupación kirchnerista trató de medirse con los jefes comunales en este turno electoral.

Uno de los ejemplos se dio en Hurlingham, donde el referente local de La Cámpora y subdirector ejecutivo del PAMI, Martín Rodríguez, presentó una lista encabezada por él y el intendente, Juan Zabaleta, se anotó para competir en su contra.

Sin embargo, la orden de hacer listas de unidad por parte del presidente Alberto Fernández y de Cristina Kirchner se hizo cumplir con rigor. En Hurlingham la interna se evitó con una lista conjunta y el pase de Zabaleta al Ministerio de Desarrollo Social. En los lugares donde el acuerdo no fue posible, la Junta Electoral partidaria directamente bajó a los desafiantes de los intendentes, fueran o no de La Cámpora.

La táctica del Gobierno para estas elecciones pudo más pero la contienda quedó en suspenso y todos saben que llegará de una forma y otra. En La Cámpora saben que algunos intendentes buscan la forma de acceder a la reelección y creen que si lo logran se complicarían sus chances de empezar a gobernar los municipios.

Por esa razón, los referentes comunales de la agrupación empezaron a recorrer los distritos y a construir sus futuras estructuras electorales, en algunos casos con acuerdos que incluyen a los intendentes actuales y en otros no.

En Lomas de Zamora, por ejemplo, La Cámpora cuenta con la diputada nacional Daniela Vilar, esposa del presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Federico Otermin, quien a su vez es un dirigente de estrecha confianza del intendente Insaurralde.

A eso se le suma que el jefe comunal mantiene una muy buena relación con Máximo Kirchner. Esos vínculos garantizan por el momento una convivencia, en la que Insaurralde se mantendría fuera del grupo de mandatarios que buscan la vía para seguir en sus cargos e impulsaría a Otermín como su sucesor.

Distinto es el caso de Esteban Echeverría. El municipio es gobernado por Fernando Gray, que encabezó una resistencia pública al desembarco de Máximo Kirchner en la presidencia del PJ bonaerense y mantiene una relación oscilante con el kirchnerismo.

Allí La Cámpora mandó al secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, a recorrer el distrito. Gray no ignora que La Cámpora quiere hacer pie en Esteban Echeverría y busca dentro de su propio gobierno a un sucesor en caso de no poder ir por un nuevo mandato: las dos más probables son Valeria Bellizzi, secretaria de Gobierno municipal, y su esposa, la senadora provincial Magdalena Goris.

Para Berazategui, La Cámpora tiene a la actual directora de la Anses, Luana Volnovich. Tras su paso por la Cámara de Diputados, la dirigente empezó a crecer en conocimiento por la exposición que le da estar al frente de la Administración de Seguridad Social desde 2019.

La agrupación cuenta además con José Lepere, secretario del Interior, en Almirante Brown y con el senador provincial Emmanuel González Santalla como referente en Avellaneda. El dirigente mantiene una buena relación con el ex intendente y actual ministro de Hábitat, Jorge Ferraresi, y asoma como uno de los armadores de la poderosa tercera sección electoral de la Provincia.

Una vez pasadas las elecciones legislativas y renovada la integración de la Legislatura bonaerense y de los concejos deliberantes de los municipios, empezará la puja por el conurbano y se verá en cuántos lugares la pelea política termina en acuerdos que conformen tanto a los jefes territoriales como a la Cámpora y en cuántos habrá pulseada.

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