Cuáles son las reformas con las que avanzará el kirchnerismo si alcanza la mayoría en Diputados
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El Gobierno se encamina a contar con mayoría propia en la Cámara de Diputados tras las elecciones legislativas de noviembre y el bloque del Frente de Todos, con marcada presencia del kirchnerismo, podrá avanzar con la reforma judicial y la del Ministerio Público Fiscal, mientras prepara otra para el sistema de salud.
El Frente de Todos no necesitará arrasar en los comicios para conseguir las 10 bancas que le faltan a fin de reunir el quórum de 129 votos. De hecho, en la actualidad el bloque que encabeza Máximo Kirchner cuenta con 4 o 5 aliados, por lo que le alcanzaría con sumar 5 o 6 diputados más para controlar el temario y los tiempos de la Cámara baja.
Con mayoría, el Frente de Todos podría avanzar finalmente con el postergado proyecto de reforma de la Justicia Federal que aprobó en el Senado en agosto del año pasado, pero que quedó trunco en Diputados, precisamente por la imposibilidad de alcanzar la cantidad de votos necesaria.
El punto central de esa iniciativa es la unificación de los fueros Criminal y Correccional Federal y Nacional en lo Penal Económico, bajo la denominación de fuero Penal Federal con asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para el cual se crean 23 nuevos juzgados.
Pese al rechazo de la oposición, que considera que el proyecto es un intento de "copar" la Justicia Federal, la reforma podría incluso ampliarse e incorporar nuevos elementos, dado que la propia vicepresidenta Cristina Kirchner había dicho, en oportunidad del tratamiento de esta iniciativa, que el país "todavía se debe una verdadera reforma judicial".
El otro asunto pendiente para el oficialismo en la Cámara de Diputados es la reforma del Ministerio Público Fiscal, con la que el kirchnerismo apunta, principalmente, a remover al procurador general, Eduardo Casal, quien ocupa interinamente el cargo desde la renuncia de Alejandra Gils Carbó en 2017.
El proyecto surgió el año pasado del círculo de senadores más cercanos a Cristina Kirchner y, tras su aprobación en la Cámara alta, también quedó trabado en Diputados, donde el Frente de Todos nunca logró reunir el consenso necesario para convertirlo en ley.
Se trata de la iniciativa más sensible porque no solo reduce la mayoría que se requiere en el Senado para designar al procurador general (que pasa de los dos tercios a 37 votos) sino que modifica la integración del tribunal de enjuiciamiento de la Procuración General y le otorga mayor poder de control a la Comisión Bicameral del Ministerio Público del Congreso.
La mayoría que el Frente de Todos alcanzaría en la Cámara de Diputados en estas elecciones le permitiría también tener mayoría en esa comisión para incidir en la política criminal de los fiscales.
A esas dos iniciativas se suma la idea de avanzar con una reforma del sistema de salud, tema que fue planteado hace pocos meses por Cristina Kirchner y que puso en alerta a las obras sociales y a las empresas de medicina prepaga, que temen a una suerte de estatización.
Si bien el Gobierno negó que piense llevar adelante una medida de ese tipo, tampoco quedó claro cuál es la reforma que el kirchnerismo tiene en mente, dado que hasta ahora la idea no se corporizó en un proyecto de ley. Lo que sí se confirmó fue la decisión de avanzar con esa reforma.
El encargado de plantearlo fue Daniel Gollán, segundo candidato a diputado nacional del Frente de Todos por la provincia de Buenos Aires, ex ministro de Salud bonaerense -y de la Nación- y número puesto para encabezar la Comisión de Salud de la Cámara baja.
Recientemente, el candidato afirmó: "La enorme mayoría de los sanitaristas de todos los colores políticos estamos de acuerdo para ir corrigiendo los problemas para hacer más eficiente el sistema de salud". En un intento por de ahuyentar los fantasmas sobre una supuesta estatización, Gollán ratificó que llevará "estas ideas al Parlamento" pero aclaró que "que no es contra nadie" y que "en el debate estarán incluidos todos los actores del sector".
Estos son los números que mira el Gobierno
Para alcanzar la mayoría en la Cámara de Diputados el Frente de Todos necesita retener las 51 bancas que pone en juego en estas elecciones, mantener las alianzas con algunos de los bloques provinciales que hasta aquí lo han apoyado en varias votaciones y sumar alrededor de 6 escaños más.
La estrategia, por tanto, no consiste únicamente en buscar la victoria sino en sumar bancas en algunas provincias puntuales para llegar a los 129 votos que garantizan el quórum.
El escenario principal, como siempre, será la provincia de Buenos Aires, que elige 35 diputados. Allí el Frente de Todos renueva 18 bancas, incluida la de Pablo Ansaloni, el dirigente de la UATRE que entró por el PRO en 2017 pero dos años después se unió al bloque Unidad Federal, que juega como aliado del oficialismo.
Sin embargo, mantener esos 18 escaños será difícil para el oficialismo porque necesitará cosechar más del 40 por ciento de los votos del territorio bonaerense. Por esa razón el Gobierno hace cuentas en torno a otras provincias que, si bien eligen menos legisladores, podrían sumar -aunque sea de a una, dos o tres- las bancas que le faltan para tener mayoría.
En ese contexto se explica la importancia que le dio Cristina Kirchner a la provincia de Santa Fe, donde el Frente de Todos se juega 3 bancas de su bloque (Esteban Bogdanich, Josefina González y Patricia Mounier) y necesita hacer una buena elección para sumar al menos una más.
Por ello la tensión en el Frente de Todos por la lista que presentó Agustín Rossi, para competir contra la que apadrinaron Cristina y el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, ya no se disimula. La vicepresidenta envío un fuerte mensaje a Rossi al compartir una foto en el Instituto Patria con Omar Lewndowski, María de los Ángeles Sacnun y Roberto Mirabella, los precandidatos de la lista oficial.
En distritos como Córdoba, Mendoza o la Ciudad de Buenos Aires el Frente de Todos no se ilusiona con ganar pero sí con repetir o mejorar los resultados obtenidos en las elecciones nacionales de 2019 para sumar bancas.
Por ejemplo, en la Ciudad se vencen los mandatos de 3 diputados del oficialismo (Gabriela Cerrutti, Gisela Marziotta y Carlos Heller) y si el Frente de Todos repitiera en noviembre el 35% de los votos que obtuvo Matías Lammens en las elecciones a jefe de Gobierno de 2019 podría ganar 4 bancas.
Otro caso es Tucumán, donde el Frente de Todos quiere tener una victoria contundente. Por esa provincia el bloque oficialista tiene 5 diputados, de los cuales solo dos verán vencer sus mandatos este año (Pablo Yedlin y Gladys Medina) y si supera el 50% de los votos -objetivo posible debido al poder territorial del gobernador Juan Manzur- podrían quedarse con 3 bancas.
Luego están los casos de provincias donde predominan los partidos locales como el Movimiento Popular Neuquino (MPN) o Juntos Somos Río Negro (JSRN), que aportan aliados al Frente de Todos.
En Neuquén se renuevan las bancas de Carlos Vivero, del Frente de Todos, y de Alma Sapag, del MPN. El oficialismo buscará lógicamente retener la banca de Vivero pero no sufriría con una victoria del Movimiento Popular Neuquino dado que, hasta el momento, lo acompañó en varias oportunidades a través de Sapag.
En Río Negro el Frente de Todos espera que el gobernante JSRN gane las elecciones legislativas y sume una banca más para acompañar a Luis Di Giácomo, otro aliado habitual del oficialismo en la Cámara baja.