Para Melconian las elecciones "terminan siendo un problema" porque generan "tensiones" financieras
El economista Carlos Melconian consideró este sábado que, como la política no quiere hacer un ajuste, "lo va a tener que hacer la realidad", mientras recomendó acordar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para volver "a la banquina de ripio y no andar por el acantilado".
"La pregunta concreta es si tenés que tener una espiralización licuadora en la previa de un plan de estabilidad, y dado que la política no quiere hacer el ajuste, lo tiene que hacer la realidad", sostuvo el ex presidente del Banco Nación.
Así, recordó cuando "De la Rúa y Cavallo fueron al Congreso a pedir, en estabilidad, una baja de sueldos nominales" y la iniciativa no prosperó.
Según el economista, ante ese escenario, es la inflación la que aplica el ajuste.
Las negociaciones con el FMI
Melconian también se refirió a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco de una deuda que supera los u$s 44.000 millones.
En declaraciones radiales, consideró que llegar a un entendimiento con el organismo multilateral "no es para volver a la autopista, sino para volver a la banquina de ripio".
"Creen que llegando a un acuerdo con el Fondo, con enorme costo político, por lo menos se vuelve a una autopista, pero a lo sumo, volvés a la banquina de ripio para no andar por el acantilado", insistió el ex funcionario.
Al destacar la importancia de poder llegar a un acuerdo con el FMI, rechazó que se pongan en marcha reformas de fondo en la economía, como en el empleo.
En medio de la suba del dólar blue, que se encuentra en el rango más elevado en lo que va del año, Melconian se refirió al efecto que implican las elecciones en la economía y analizó que "se pone tensa, hay turbulencias y la expectativa empieza a ser qué cambios vienen después".
De ese modo, remarcó que en la Argentina, las elecciones "terminan siendo un problema", dado que además generan "tensiones desde el punto de vista financiero".
El dólar blue a pasos del récord
Frente a la actual disparada del dólar blue surge inmediatamente la pregunta acerca de si este está caro o barato con respecto a los precios registrados desde el inicio de la pandemia.
Para dilucidar este interrogante se tomó como base el precio actual y se lo recalculó o, dicho de otra manera, se lo retrotrajo a cada fin de mes tomando en cuenta el índice de precios al consumidor.
De la comparación surge que la cotización actual del dólar blue se ubica por debajo de los precios registrados a partir de abril de 2020 y hasta diciembre de ese año.
En cuanto a los meses en los que se registraron las mayores diferencias, se destaca claramente octubre del 2020, cuando la distancia entre ambos indicadores fue de casi el 25% en favor de la cotización nominal, pues en ese momento el "blue de hoy ajustado" hubiese sido de $133 frente a los $165 de cierre de mes.
Dicho de otra manera: el precio actual del blue es 20% más bajo que en octubre del año pasado.
Claro está que si se considera el precio récord de $195 alcanzado el 23 de octubre, la cotización de hoy sería un 32% menor. Pero este no fue un caso aislado, ya que tanto en septiembre como en noviembre y diciembre la diferencia rondó el promedio el 15%.
Esta tendencia se revirtió a partir de febrero de ese año, pues con el impulso que tomó el billete en los últimos meses, el precio actual ajustado supera cómodamente al registrado en los mercados en un rango que va del 4% en ese mes al 14% en el siguiente.
"El avance permanente de los precios es un factor que complica cualquier tipo de análisis que intente comparar la evolución de una variable como por ejemplo el dólar, a través del tiempo", explica Agustín Cramo, analista financiero.
En igual sentido, Nery Persichini, Head of Strategy de GMA Capital, comentó que "la inflación distorsiona todo, incluso el dólar".
¿Qué pasó con el dólar mayorista?
En igual período, el dólar mayorista que se negocia en el mercado único y libre de cambio (MULC) y que pese al título es administrado con mano férrea por el Banco Central muestra una clara tendencia a la baja a lo largo de toda la serie.
Esta circunstancia se hace mucho más manifiesta a partir de enero de este año, momento en el cual el Banco Central definió una política cambiaria basada en precisamente en el retraso del tipo de cambio oficial, pues elige esa variable con la intención de convertirla en una especie de ancla antiinflacionaria.
De hecho, entre septiembre de 2020 y la actualidad el dólar mayorista perdió más de un 10% en términos reales.
Cóctel peligroso: blue en aumento vs dólar oficial planchado
¿Cómo juega esta caída del dólar mayorista en términos reales con el avance del blue? La respuesta puede encontrarse en el siguiente gráfico, del cual se desprende que entre marzo y octubre del año pasado, la brecha entre ambos creció con fuerza, pues pasó del 26% a un techo del 111%, luego de que en el lapso comprendido entre abril y agosto se mantuvo en una franja que osciló entre el 80% y el 90%.
Precisamente, ese último porcentaje es el que rige la relación en la actualidad y si bien es bastante menor que aquel máximo de octubre, lo preocupante de la situación presente es lo empinado de la curva iniciada en abril, cuando apenas superaba el 50 por ciento.
Si bien en general se coincide en que el blue es un mercado opaco y pequeño, con un movimiento diario que según algunas fuentes ronda los u$s5 millones, el temor de los analistas y operadores en cuanto a su precio y la brecha creciente, pasa fundamentalmente por su efecto en la formación de las expectativas, que terminan incidiendo en la actividad económica y en la formación de los precios locales.
"Aquel dólar de 200 pesos fue tomado por muchos formadores de precios, en especial sectores industriales pyme como el precio de referencia y nunca lo abandonaron pese a la baja posterior", agregó Cramo.
Reafirmando lo anterior, desde Ecolatina sostienen que "es cada vez más común que la importación de ciertos insumos se haga por fuera del mercado formal debido a las restricciones y, por lo tanto, momentos de tensión como estos generan incertidumbre respecto al futuro del proceso inflacionario". De ahí la preocupación del mercado.