¿Quién es Pedro Castillo, el presidente electo de Perú, y en qué se basa la economía popular con mercados que quiere impulsar?
El maestro de escuela primaria de origen rural, Pedro Castillo, de 51 años, fue electo Presidente de Perú tras unos ajustados resultados en los comicios recientes y la aprobación del Jurado Nacional de Elecciones.
El candidato de Perú Libre, un partido que se define como de ideología marxista, se impuso en estas elecciones cuando Perú atraviesa una profunda crisis sanitaria y económica.
El voto en favor de Castillo en los comicios del 6 de junio, un maestro de escuela sin historial de cargos públicos, es considerado por muchos analistas como un voto de castigo a la clase política peruana.
"Un peruano como tú", repitió Castillo una y otra vez durante la campaña en la que logró conectar con el hartazgo de sus connacionales con la clase política del país, ya que no tiene pasado en cargos públicos ni historial de corrupción. Los últimos seis presidentes de Perú tuvieron acusaciones de corrupción y la mitad del Congreso tiene algún tipo de proceso abierto por este tipo de causa.
Fuera de la Lima metropolitana, que votó por la limeña Keiko Fujimori, las zonas rurales -donde la pobreza llega a duplicar la de las zonas urbanas de Perú- se inclinó por el candidato de Perú Libre, según reportó la BBC Mundo. Castillo ganó en 18 de los distritos más pobres de Perú.
Aún así, el presidente electo de Perú, originario de la región de Cajamarca -de las más pobres del país- y vinculado al sindicalismo, enfrentará varias batallas tras imponerse en la elección más polarizada de la historia reciente de su país, y con una sociedad altamente dividida.
Modelo económico nuevo para Perú
Castillo propone varios cambios estructurales en Perú, pero entre las propuestas que generaron más debate está el cambio del modelo económico hacia lo que él y su partido definen como economía popular con mercados, en contraposición al modelo de libre mercado que se extendió en el territorio peruano en las últimas tres décadas.
En principio, para llevar a cabo una serie de reformas estructurales, Castillo quiere convocar a una Asamblea Constituyente. Sucede que el modelo económico liberal que impulsó Perú en las últimas décadas, está solventado en la Constitución de 1993. El Presidente electo, entonces, considera que es necesario modificarla "para que no haya más pobres en un país rico".
La actual Constitución promueve la competencia privda y un Estado con un rol secundario, bajo un modelo liberal que permitió crecimiento sostenido durante 30 años y multiplicación por 10 del Producto Interno Bruto (PIB), pero con un crecimiento abismal de la pobreza hasta 27,5% de la población, según detalló la BBC Mundo.
Las clases con menos recursos no vieron refejado en sus bolsillos ni en sus condiciones de vida ese crecimiento macroeconómico, a lo que se sumó el hartazgo de la población con la élite política acusada de corrupción.
La propuesta central del cambio de modelo de Castillo es pasar a un mayor rol del Estado peruano en la economía del país, para aminorar los efectos negativos de la economía de mercado, al estilo de los cambios implementados por Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador.
En particular, el Estado interventor de Castillo quiere renegociar los contratos con empresas translacionales, especialmente las mineras.
Otras medidas anunciadas por Perú Libre serían proteccionismo a la producción nacional, mayor inversión pública, aumento del presupuesto de educación, reforma de la estructura de pensiones y exigencia del pago de la deuda empresarial.