La imagen positiva de Alberto Fernández se desploma y vuelve a niveles previos a la asunción
La pandemia de covid-19 y el aislamiento obligatorio que se impuso en el país matizó de manera contundente la gestión presidencial de Alberto Fernández. Temas que ya preocupaban a la opinión pública como la inflación, la inseguridad y hasta el empleo, se vieron afectados por la llegada del coronavirus.
No se cumple aún un primer año de su presidencia. Pero el haber pasado prácticamente medio año en cuarentena ya motiva el análisis del manejo de la crisis que provocó el paso del virus por la Argentina.
Según un informe publicado este miércoles 2 de septiembre por la consultora D'Alessio IROL - Berensztein, por primera vez desde su llegada a la presidencia, la imagen negativa de Alberto Fernández se iguala a la positiva.
En agosto de 2019 la imagen tanto negativa como positiva del entonces candidato coincidían en valores cercanos al 47%. Lo mismo ocurre por estos días, habiéndose desplomado desde momentos de mayor popularidad como el mes de marzo cuando la imagen positiva llegaba a 61%.
Uno de los análisis que se desprenden del informe es que "el Gobierno ignora los problemas estructurales y las prioridades de la sociedad". Según D'Alessio IROL - Berensztein, la agenda política "está desacoplada de las urgencias que enfrenta la Argentina".
La percepción de la opinión pública es que la agenda de prioridades es "auto referencial" e incluye tópicos como "Vicentin, Reforma Judicial, Edesur, y el dado en llamar Impuesto a la riqueza". Sin embargo, según la encuesta realizada por la consultora, "la inflación y la inseguridad" son los dos temas que más preocupan a los argentinos.
Lo sigue de cerca la "incertidumbre en la situación económica", y las consecuencias económicas que va a dejar el paso del coronavirus por el país.
En este sentido, en cuanto a perspectiva económica para los meses que viene, los encuestados no fueron optimistas.
El 72% cree que la situación económica del país hoy es peor que respecto mismo período del año pasado. Y el 52% considera que dentro de un año estaremos "peor".
Qué dijo Alberto Fernández sobre el dólar y el Impuesto a las Ganancias
El presidente Alberto Fernández se refirió al momento económico que vive la Argentina y abordó definiciones claves en relación a la situación del dólar y el Impuesto a las Ganancias.
Sobre el valor de la moneda estadounidense, el mandatario consideró: "Hay un dólar especulación que es el blue y el contado con liqui, y otro que va creciendo siguiendo el ritmo de la inflación. No está en mis planes devaluar".
El jefe de Estado se refirió además al dólar ahorro y pidió "esperar" y "confiar" en el Gobierno. Bajo esta modalidad, que tiene un tope de u$s200 mensuales por persona, en agosto se compraron u$s942 millones, un 7,6% más que en julio. La explicación que le encontró fue la siguiente: "Piensan que vamos a tomar medidas restrictivas y empiezan a volcarse ahí".
En ese sentido, definió: "Siempre creí que los cepos de esta naturaleza son malos. Yo lo heredé y heredé un país en términos de reserva en caída libre. Yo no potenciaría el cepo, no lo haría más grave".
"Tenemos que ver nosotros cómo empezar a acumular dólares porque esa es la solución", consideró, y le pidió a la gente "confiar más en el peso para darle más valor a nuestra moneda".
Por otra parte, Fernández se refirió a la posible suba de la alícuota de Ganancias del 35 al 41% en la que trabajan tanto el Ministerio de Economía como la AFIP. "Nunca quise subir nada. Nunca nos planteamos eso", esquivó.
Al ser consultado sobre el impacto económico que sufrió el país en medio de la extensa cuarentena por el coronavirus que provocó el cierre de comercios, el Presidente aseguró: "Estamos saliendo". Y cuestionó "la ansiedad" de los periodistas sobre el tema.
En ese sentido, el jefe de Estado argumentó que primero "había que despejar el tema de la deuda".
"Quiero recordar que hasta el viernes pasado nosotros estábamos obligados a pagar entre el 2020 y el 2025, 48 mil millones de dólares. ¿Eso fue un gol? Bueno, recién lo hicimos el lunes pero parece que ya pasaron dos años. ¿Todavía podemos festejar un ratito?", se defendió.
"Despejamos una barrera que nos impedía ver qué hacer. Lo logramos silenciosamente cuando todos me decían 'este tipo trajo un académico que no entiende nada'. Llevamos nuestra demanda a los economistas del mundo y se pusieron de nuestro lado", agregó.
"Ya tenemos programado cómo seguir", dijo, y adelantó que "los objetivos fiscales que tiene la Argentina, la política monetaria y la cambiaria que el Gobierno prevé para el próximo año se van a saber antes del 15 de septiembre cuando se presente el Presupuesto".
"A partir de allí van a ir conociendo las diferentes medidas con las que nosotros vamos a impulsar la economía. Pero lo vamos a hacer en los tiempos que nosotros creemos", indicó.
"Argentina primero tiene que desendeudarse. Todavía queda pendiente la discusión con el Fondo Monetario. Debe acumular reservar, tener un dólar competitivo para que podamos exportar. Para que tengamos superávit en la balanza comercial y para que empecemos a equilibrar las cuentas fiscales", estableció como metas.
Y cerró: "La economía está intranquila en el mundo porque la dio vuelta la pandemia. Y además porque la Argentina ha tenido muchas dificultades en los últimos años".