Alberto Fernández: "Hablé con el FMI para ordenar el desorden que heredamos"
El presidente Alberto Fernández dijo que durante la mañana de este miércoles mantuvo una conversación con las autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI), para "intercambiar ideas sobre lo que le pasa al mundo y al país, y la necesidad de que, sin prisa ni pausa, nos pongamos a trabajar para ordenar el desorden que heredamos del gobierno anterior".
Así lo afirmó el mandatario al participar del lanzamiento de una nueva línea de fabricación de lavarropas del grupo Newsan, en su planta en el partido bonaerense de Avellaneda.
Respecto de las negociaciones con el FMI, el jefe de Estado dijo que esta mañana mantuvo una "extensa charla" con la titular del organismo Kristalina Giorgieva. "Las cuentas con los organismos internacionales las pondremos en orden", aseveró.
"Mi conversación con Kristalina Giorgieva me alienta a pensar que lo haremos con una lógica común, la de no postergar a la Argentina y no hacer sufrir a los que mucho han sufrido", sostuvo el mandatario.
En ese marco, afirmó: "Necesitamos darle pujanza a esta Argentina y los empresarios tienen que ver con eso"."Nadie vive en paz con la pobreza que existe en el país y dependen del auxilio del Estado para seguir viviendo", dijo.
Apoyo contra bonistas
Hay que recordar que el FMI fue uno de los principales respaldos que obtuvo el país en su negociación de deuda con los bonistas extranjeros.
"Los acreedores privados tienen que ver este como un momento de acción, ver cómo los acreedores y el país pueden unirse. Y eso es lo que tenemos que buscar: la colaboración entre acreedores y deudores de una manera racional y mutuamente respetuosa. El Banco Mundial y nosotros, haremos nuestra parte por la transparencia de la deuda y por una prudente reestructuración de la deuda", afirmó Georgieva hace unos meses.
"Deuda insostenible"
Además, a principios de años, el FMI consideró que la deuda externa argentina "no es sostenible" y que por lo tanto se requiere que la reestructuración se haga en base a "una contribución apreciable de los acreedores privados".
Y hace pocos días un informe de economistas del Fondo Monetario consideró que durante el gobierno de Mauricio Macri hubo un "optimismo indebido" por parte de los inversores "ansiosos por otorgar préstamos a Argentina", cuando en realidad sus indicadores económicos no eran auspiciosos, lo que llevó al país a "resultados económicos adversos".
"A fines de 2015, la población argentina eligió a Mauricio Macri como su nuevo presidente. Esto generó entusiasmo entre los inversores internacionales, que vieron a Macri como un reformador favorable al mercado", indicó el análisis de los economistas del FMI Ramzy Al-Aminey y Tim Willems, sobre la valoración equivocada de la deuda soberana y los resultados económicos.
El documento publicado en la página oficial del FMI destacó que "con tan altas esperanzas, los inversores estaban ansiosos por otorgar préstamos a Argentina, lo que permitía al país evitar el ajuste fiscal y, en cambio, satisfacer sus necesidades de financiamiento mediante la emisión de u$s56.000 millones de deuda externa entre enero de 2016 y junio de 2018, alrededor del 9% del Producto Bruto Interno (PBI) de 2017".
Sin embargo, subrayó que "se hizo cada vez más difícil racionalizar estas condiciones benignas de endeudamiento basadas en los fundamentos económicos existentes, en contraposición a las expectativas sobre los futuros", y señaló que "pronto el sentimiento de optimismo se agrió".