• 5/11/2024

Cuáles son las consecuencias del congelamiento de las tarifas de telecomunicaciones en los servicios que consumen los argentinos

En la dura solicitada del sector de las telecomunicaciones se recordó el efecto negativo del congelamiento tarifario de finales de los 90. Qué pasó
25/08/2020 - 11:06hs
Cuáles son las consecuencias del congelamiento de las tarifas de telecomunicaciones en los servicios que consumen los argentinos

La fuerte solicitada que a  última hora del lunes distribuyó el sector de las telecomunicaciones en la Argentina en rechazo al decreto 690 por el cambio de reglas en la provisión de los servicios de telefonía fija, móvil, internet y televisión paga que pasan a ser servicios públicos, recordó el impacto negativo que el congelamiento de tarifas de telefonía fija tuvo en el sector durante los 15 años que duró esa medida.

Lo expresaron así. "La norma no deja de sorprender dado que siempre tuvimos diálogo de buena fe con todas las autoridades, incluso para llevar alivio a quienes más lo necesiten. La justificación de la urgencia para el dictado del DNU no se corresponde a la realidad de los hechos. Resulta por demás evidente que este cambio de reglas está poniendo un freno a la industria TIC y abre un serio interrogante dado el antecedente del congelamiento de precios del servicio de telefonía fija durante 15 años", expresó la solicitada.

En 1999, durante el gobierno de Fernando de la Rúa, las tarifas de telefonía fija de Telefónica y Telecom quedaron congeladas, no así las de los restantes prestadores que ofrecían servicios de telefonía al segmento corporativo, básicamente. El mercado se estaba desregulando y ya habían otras compañías que ingresaban en el negocio producto de la incipiente competencia.

El sector de las telecomunicaciones consideró que no era necesario avanzar con un DNU que pone en riesgo al sector
El sector de las telecomunicaciones consideró que no era necesario avanzar con un DNU que pone en riesgo al sector

Pero con la crisis de 2001 y las consecuencias que esa debacle provocó en la sociedad, en 2002 quedaron congeladas las tarifas de telefonía fija de todas las compañías, más allá de si prestaban el servicio básico domiciliario, es decir, la telefonía al hogar, o si estaban concentradas en el mercado corporativo, inclusive el de larga distancia. En aquellos años se desreguló ese mercado y era posible elegir al operador más conveniente para realizar una llamada de larga distancia nacional o internacional. Algunos pocos millennials seguramente recuerden haber comprado una tarjeta para tal fin.

Demandas e inversiones

¿Qué produjo ese congelamiento de tarifas? Dos consecuencias distintas. Por un lado, esa situación motivó a Telefónica a recurrir al CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias sobre Inversiones) para denunciar al país por haber cambiado las reglas de juego del sector. Demanda que retiró en 2009, para dar viabilidad a un memorandum

Por el otro, si bien el congelamiento inicial aplicado a la telefonía fija de Telefónica y Telecom tuvo consenso de parte de diversos actores del mercado porque las tarifas era caras, como ya había competencia los distintos prestadores que se sumaron al mercado comenzaron a vender por debajo de ese techo. Como había poca inflación las distintas compañías tenían un margen razonable y las inversiones se mantuvieron un tiempo.

La recuperación económica de la Argentina de esos primeros años, además, ayudó en esta situación, pero cuando se acercaba el final de la primera década del 2000 las cosas comenzaron a cambiar porque la macro argentina empezó a modificarse.

Pero el congelamiento tarifario de aquellos años se extendió en el tiempo, por ende hubo consecuencias de largo plazo en los servicios básicos como la telefonía, y también en los asociados, como la banda ancha que se brindaba por la tecnología ADSL: no se expandieron a la velocidad que merecían a lo largo del territorio, no mejoraron en calidad, y en muchos lugares eran demasiado caros para lo que se servía. 

En otras palabras, no hubo nuevas inversiones para que el sector se expandiera mientras, en paralelo, los consumidores recibían un servicio caro para la calidad de la prestación que contrataban. La competencia, además, quedó desalentada.

Los riesgos

La situación comenzó a ser problemática cuando el congelamiento se extendió a lo largo de los años. "Si hay competencia efectiva no se deben controlar ni congelar", dijo a iProfesional, Franco Cecchini, presidente de CATIP, la cámara de Telefonía IP que reúne a operadores de telecomunicaciones independientes. Es la razón por la que tanto esta cámara como CABASE no formaron parte de la solicitada que emitieron los grandes operadores, aún cuando comparten puntos de contacto en relación a la competencia y el manejo de precios, o tarifas cuando corresponde.

Si las empresas no logran cerrar su ecuación económica las inversiones se frenan
Si las empresas no logran cerrar su ecuación económica por los precios congelados las inversiones se frenan

"Solo deben aplicarse tarifas cuando hay un solo prestador y solamente es lógico congelar precios ante una emergencia por un lapso corto", agregó Cecchini.

¿Cuál fue el problema del congelamiento tarifario que duró más de una década? Que cuando ya no hay rentabilidad, no hay inversiones.

"El problema es que nadie invierte en redes porque sus costos son superiores a los ingresos. Las empresas pymes y cooperativas pueden quebrar debido a que sus costos son superiores a sus ingresos", agregó Cecchini. Y este es uno de los riesgos a los que se enfrenta el grueso del sector con todas sus diferencias ante los cambios establecidos en el DNU.

El 80% de los costos de las redes de telecomunicaciones están dolarizados. Esto vale tanto para una gran empresa como para una pequeña, o una cooperativa. Cuando la ecuación económica de las compañías no da el resultado es que no se invierte en nuevas redes, apenas se mantiene lo que está, sin que eso signifique actualización tecnológica y, por ende, mejora, sino sólo que ande.