Otro desafío a Alberto: el mayor grupo industrial retoma la actividad con un achique de personal y jornada "extra large"
Techint se prepara para retomar el lunes próximo su actividad en la siderúrgica Tenaris Siderca después de un "apagón" de dos semanas y la suspensión de casi la totalidad de su plantilla de 3.000 personas. La planta ubicada en Campana volverá así a producir tubos sin costura para la industria petrolera, pero con un nivel de actividad limitado y menor personal debido al plan de reducción de costos en marcha desde principios de año.
A raíz de esas medidas, más de 10 empleados fueron cesanteados en los últimos días en empresas que proveen productos y servicios a la fabricante encabezada por Paolo Rocca, una decisión que se conoció casi de inmediato después de anunciar la devolución de los subsidios para el pago de sueldos y la prórroga de la prohibición de despidos por fuerza mayor.
Los nuevos recortes alimentaron el clima de incertidumbre reinante dentro de Siderca, ante las versiones de una inminente reestructuración a gran escala de proveedores y el temor en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) a la pérdida de hasta 800 puestos entre contratos de planta y externos.
"Están haciendo despidos de contratistas, muchos no van a seguir y se viene una fuerte reducción porque la empresa va a hacer con personal propio lo que antes se tercerizaba", señalaron fuentes del gremio. El reajuste de personal es una de las directrices previstas en el plan de "redimensionamiento" definido por Tenaris, junto con el cierre de plantas y líneas de producción en Estados Unidos y la disminución de inversiones, tras registrar pérdidas de más de u$s600 millones en el primer trimestre.
En mayo pasado, la baja de contratos derivó en la desvinculación de 30 trabajadores tercerizados de Ferrúa, dedicados al transporte de chatarra desde las automotrices a la acería de Campana, un servicio que la empresa brindaba a Scrap service, perteneciente a Siderca. La finalización del convenio desató una protesta en los portones del establecimiento y la conciliación obligatoria dictada por la cartera laboral de la Provincia, que ayer convocó a una audiencia sin llegar las partes a un acuerdo.
La situación es seguida de cerca por el personal de la empresa, compuesto por 3.000 operarios empleados en forma directa y otro millar de subcontratados bajo el convenio metalúrgico, el de construcción, maestranza, vidrio, plástico y camioneros.
Incertidumbre por los salarios
En ese marco, se prevé que la planta de Campana retomará la semana próxima al menos dos de los tres turnos suspendidos y mantendrá afuera a unos 600 trabajadores del turno noche, luego de licenciar al grueso del personal con el pago del 80% del salario bruto.
Además de las tensiones por las fuentes de trabajo, en las últimas horas se sumó el temor por el futuro de las remuneraciones ante la devolución de los fondos percibidos para pagar la mitad de los salarios de abril en Techint Ingeniería y Construcción, Ternium Argentina y Tenaris Argentina. Sucede que la ANSES pagó el 15 de mayo pasado el 50% de los sueldos por hasta $33.750 y esta semana Siderca tenía que depositar el 30% restante a los suspendidos. Pero como el organismo ya abonó la totalidad del subsidio rechazado por la firma, hay preocupación por la posibilidad de que el último jornal llegue con fuertes descuentos.
El grupo presidido por Rocca fue una de las 280 empresas que desistió del programa ATP, según explicó, debido a los nuevos requisitos dispuestos el mes pasado por las autoridades para girar dividendos, recomprar acciones y operar con cotizaciones paralelas.
"Estos nuevos requisitos - dispuestos a posteriori de haber adherido las empresas a este Programa- comprometen restricciones financieras en un horizonte mayor a 24 meses que obstaculizan actividades financieras propias de empresas que están internacionalizadas", señaló el gigante industrial en un comunicado publicado el 30 de mayo pasado.
En su descargo, Techint aseguró que cumplía los criterios de caída de los ingresos debido a la emergencia sanitaria, y el impacto sobre todos sus negocios de la caída de la industria y el sector energético, la crisis internacional del petróleo y los efectos económicos del Covid-19.
El panorama habría empezado a cambiar para Siderar, el buque insignia de Techint, que vendió en mayo 100.000 toneladas de acero laminado, un volumen superior a las 40.000 de abril si bien todavía por debajo de su capacidad máxima de hasta 200.000.
La flexibilización de la cuarentena permitió abastecer la reapertura de las fábricas automotrices, el sector de electrodomésticos y las fabricantes de maquinaria agroindustrial, sin alterar por ahora el esquema de suspensiones rotativas de hasta una semana dispuesto en la planta de San Nicolás, donde trabajan 5.000 personas.
La mejor situación tampoco tuvo efecto sobre la súper jornada de 12 horas implementada en varios sectores a partir de la reducción de turnos. En la seccional de la UOM aseguran que debería haberse normalizado y esperan que ocurra lo mismo con los licenciamientos acordados por el 75% del salario neto hasta septiembre.
Entre acercamientos y tensiones
El plan de achique del mayor grupo empresario de la Argentina generó tensiones con el Gobierno, en medio de una ola de suspensiones, rebajas salariales y despidos que ya afecta a cerca de 3,9 millones de trabajadores, según un relevamiento del Observatorio de La Izquierda Diario.
Después de cruzarse con Rocca por 1.500 despidos en sus obras de construcción y distanciarse de los empresarios por la extensión de la cuarentena, Alberto Fernández inició en las últimas semanas un acercamiento al sector privado mediante visitas a las fábricas reabiertas por las crecientes excepciones dispuestas. Como parte de esa gira, encabezó el miércoles la inauguración de la planta hidrotratadora de diésel de Axion Energy, en Campana, cerca de la planta de Siderca; y se reunió por la tarde en Olivos con la primera plana del círculo rojo, sin el jefe de Techint, quien no habría podido asistir.
El empresario había asistido, en cambio, al acto oficial del lunes para la puesta en marcha del Hospital Solidario para pacientes sin cobertura médica en el predio privado del Hospital Austral, en Pilar. Allí, el Presidente aseguró que "el malestar económico no es resultado de la cuarentena sino de la pandemia" y destacó a los empresarios que "no hicieron algo para que parezca que se ocupan de los pobres", sino que "hicieron algo de verdad" para llevar adelante la obra.
Justamente, Rocca fue uno de los que colaboró al aportar más de $60 millones en equipo biomédico como respiradores, camas, monitores, electrocardiógrafos, desfibriladores; y 20 ingenieros y especialistas del grupo para tareas edilicias.
La continuidad de estos encuentros dependerá entre otras cosas de la interna con el kirchnerismo, uno de los principales impulsores de un endurecimiento ante los recortes adoptados por el empresario más poderoso del país.